EL PLAN SURGIÓ EN LA ERA REDRADO PERO HABÍA QUEDADO EN LA NADA
Los bancos locales están cada vez más cerca de sumar sucursales en farmacias y supermercados
02-12-11 00:00 El titular de ABA, Claudio Cesario, dijo que el objetivo es impulsar los servicios bancarios a través de terceros
EL CRONISTA Buenos Aires
Todos cruzan los dedos. Aún con el impulso que hoy se le busca dar al acceso a los servicios financieros, la bancarización todavía es una asignatura pendiente en Argentina. Las números lo dicen todo, la participación del crédito sobre el Producto Bruto Interno (PIB) es muy baja comparada no sólo con economías desarrolladas, sino también con países de la región. Si bien los préstamos al sector privado vienen creciendo a ritmo impresionante por encima del 50% en el año, del análisis de una comparación internacional se desprende que el tamaño relativo de la banca en relación a la dimensión de la economía total, Argentina alcanza un 12%, encontrándose muy por debajo de otros países de la región como Chile y Brasil que ostentan un 80% y 45%, respectivamente. Más aún, el nivel de profundidad del sector es incluso menor al promedio de América Latina. El ratio local aparece mucho más abajo también que los de Perú, con el 35,5%; seguido por Bolivia, con el 33,9%; Ecuador, con el 27,9%., Colombia, con el 26%, y Uruguay con el 22,6%. Y el número es minúsculo si se lo compara con el de las economías del primer mundo que superan el 100%, como en Japón o en EE.UU..
Uno de los grandes impulsos para la bancarización es la apertura de sucursales. Sin embargo, en el sector local insisten en que deberían aprobarse normas complementarias porque el costo de apertura sigue siendo muy elevando. En esta línea, la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) presentó hace unos meses un proyecto que consiste en crear mini agencias, corresponsalías o tercerización, en instalaciones no bancarias como una cadena de electrodomésticos, supermercados, que otorguen servicios básicos como extraer dinero. Durante una reunión con periodistas, ayer, el titular de ABA, Claudio Cesario, consideró que el gran desafío a encarar es el de la “bancarización”, y comentó que la entidad ya presentó a las autoridades del Banco Central un trabajo basado en una investigación sobre cobertura geográfica del sistema financiero, “que propone una serie de alternativas que van más allá de la apertura de las tradicionales sucursales”. “La propuesta impulsa la canalización de determinados servicios bancarios a través de terceros comercios, mini-agencias, sucursales móviles, con el fin de brindarlos en aquellas zonas que cuentan con menor densidad poblacional; y posibilitar al público el acceso directo, inmediato y sin restricciones horarias en las localidades de alta densidad poblacional”, repasó el banquero.
Cesario aseguró que este esquema “podría ser implementado a la brevedad” y remarcó que “nuestra propuesta es similar a la implementada exitosamente en países como Brasil, Perú y Colombia”.
Esta iniciativa, no obstante, se había tratado de impulsar en el BCRA bajo la gestión de Martín Redrado, pero luego de la crisis por las reservas que terminó con su salida al frente de la entidad, el proyecto quedó en la nada. A fines de 2010, la su sucesora al frente del organismo, Mercedes Marcó del Pont, retomó el concepto con algunas modificaciones y creó la figura de la subsucursal que apunta también a las zonas menos desarrolladas. Se trata de oficinas que dependen y reportan a las filiales tradicionales y que sólo es posible habilitarlas en aquellas localidades que tienen menos de 30.000 habitantes, manteniendo una distancia que no supere entre los 100 y 200 kilómetros de la sucursal. Estas agencias pueden captar depósitos y abrir cuentas, con un límite de $ 10.000 y también gestionar la solicitud de productos bancarios como préstamos y tarjetas de crédito. Por otra parte, Cesario agregó que otra iniciativa importante para impulsar la bancarización “pasa por la flexibilización de ciertas regulaciones vigentes con el fin de convertir a más pymes en sujeto de crédito”. Y destacó la solidez del sistema bancario argentino, que permitió afrontar la crisis internacional y la reciente dolarización de los depósitos.
Uno de los grandes impulsos para la bancarización es la apertura de sucursales. Sin embargo, en el sector local insisten en que deberían aprobarse normas complementarias porque el costo de apertura sigue siendo muy elevando. En esta línea, la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) presentó hace unos meses un proyecto que consiste en crear mini agencias, corresponsalías o tercerización, en instalaciones no bancarias como una cadena de electrodomésticos, supermercados, que otorguen servicios básicos como extraer dinero. Durante una reunión con periodistas, ayer, el titular de ABA, Claudio Cesario, consideró que el gran desafío a encarar es el de la “bancarización”, y comentó que la entidad ya presentó a las autoridades del Banco Central un trabajo basado en una investigación sobre cobertura geográfica del sistema financiero, “que propone una serie de alternativas que van más allá de la apertura de las tradicionales sucursales”. “La propuesta impulsa la canalización de determinados servicios bancarios a través de terceros comercios, mini-agencias, sucursales móviles, con el fin de brindarlos en aquellas zonas que cuentan con menor densidad poblacional; y posibilitar al público el acceso directo, inmediato y sin restricciones horarias en las localidades de alta densidad poblacional”, repasó el banquero.
Cesario aseguró que este esquema “podría ser implementado a la brevedad” y remarcó que “nuestra propuesta es similar a la implementada exitosamente en países como Brasil, Perú y Colombia”.
Esta iniciativa, no obstante, se había tratado de impulsar en el BCRA bajo la gestión de Martín Redrado, pero luego de la crisis por las reservas que terminó con su salida al frente de la entidad, el proyecto quedó en la nada. A fines de 2010, la su sucesora al frente del organismo, Mercedes Marcó del Pont, retomó el concepto con algunas modificaciones y creó la figura de la subsucursal que apunta también a las zonas menos desarrolladas. Se trata de oficinas que dependen y reportan a las filiales tradicionales y que sólo es posible habilitarlas en aquellas localidades que tienen menos de 30.000 habitantes, manteniendo una distancia que no supere entre los 100 y 200 kilómetros de la sucursal. Estas agencias pueden captar depósitos y abrir cuentas, con un límite de $ 10.000 y también gestionar la solicitud de productos bancarios como préstamos y tarjetas de crédito. Por otra parte, Cesario agregó que otra iniciativa importante para impulsar la bancarización “pasa por la flexibilización de ciertas regulaciones vigentes con el fin de convertir a más pymes en sujeto de crédito”. Y destacó la solidez del sistema bancario argentino, que permitió afrontar la crisis internacional y la reciente dolarización de los depósitos.
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