ES NECESARIO RESGUARDAR EL DERECHO A LA COMERCIALIZACIÓN
La compra de dólares, un obstáculo para importar
Cronista.com Los controles no deben impedir que el país continúe generando crecimiento. Tampoco hay que alentar “cuevas” o “paraísos” fiscales.
x Peggy Beltza* Buenos Aires
Las consecuencias de las medidas arbitrarias tomadas por la Res. Gral. AFIP 3212 y sus complementarias del BCRA Comunicados “A” 5239, “A” 5240 y “A” 5242 todos los contribuyentes estamos obligados a consultar y pedir permiso para adquirir divisas, ya sea para ahorrar, aún peor, para trabajar, generar nuestras propias fuentes de ingreso, generar empleo, ejercer el derecho empresario y comercial argentino, cada vez más controlado.
Para entender un poco del tema es necesario conocer cómo era antes el sistema de control:
* Un importador se contactaba con un proveedor nuevo o habitual y generaba una orden de pedido, donde del exterior, según la relación comercial, se podía pedir un anticipo del pago de la mercadería a exportar por el país oferente.
* El importador generaba un volante de pago- transferencia SWIFF o, para los casos de las multinacionales u empresas grandes, carta de crédito – letra cambiaria.
* Cuando arribaba la mercadería, se ejecutaba un despacho de importación que documentaba la transferencia o letra según el caso.
* Una vez destinado, la mercadería a plaza, seguida de la entrega en el local, depósito o empresa del importador, se tomaba la documentación aduanera probatoria de la consumación de lo enviado del exterior, más los comprobantes de pago y los contribuyentes importadores presentaban la documentación al BCRA para realizar el cierre de divisas.
El sistema de control tiene más de 10 años de aplicabilidad, en el cual ni al BCRA ni la AFIP se le pasa un centavo. Porque el BCRA tuvo que crear un comunicado para poder ajustar las diferencias de importaciones cuando daban centavos de cambio.
¿A dónde nos llevan estas medidas? A que las famosas “cuevas” y “paraísos” fiscales sean más utilizados que nunca. El viernes 11 de noviembre, los llamados cambios paralelos vendían el dólar a $ 5,20 –lo que demuestra una usura desmedida-. A más control, más evasión.
Está bien que un país esté regularizado y con controles normales, pero deben siempre conservar los derechos de propiedad, constitucional y comercial de las personas, para que estas puedan generar el crecimiento a un país tan rico como el que tenemos.
Estas medidas que hoy rotulamos “importaciones bloqueadas” no son solo para desalentar la importación, que ya viene sufriendo desalientos desde 2007, sino que también están aplicadas a las exportaciones.
Las empresas exportadoras reciben un dólar técnico, que es más bajo que el oficial, menos las deducciones cambiarias y tributarias, transferido a su cuenta en la moneda local de pesos.
Es normal que el exportador quiera refugiarse en dólares para no descapitalizarse, y termina en la Resolución General AFIP 3212 y sus complementarias del BCRA.
Ahora “somos todos sospechosos de algún delito que no conocemos”, o somos comerciantes – trabajadores que pagamos los costos políticos desmedidos y desafortunados de un sistema que ya no tiene lógica de aplicabilidad.
El argumento publicado en los diarios que hay empresas que giran divisas y que no ingresan las mercaderías carecen de conocimiento de las operatorias de comercio exterior y lo único que hacen es confundir a la gente de sistemas irreales.
* Pertenece a Despachantes
en Red & Asoc.
Para entender un poco del tema es necesario conocer cómo era antes el sistema de control:
* Un importador se contactaba con un proveedor nuevo o habitual y generaba una orden de pedido, donde del exterior, según la relación comercial, se podía pedir un anticipo del pago de la mercadería a exportar por el país oferente.
* El importador generaba un volante de pago- transferencia SWIFF o, para los casos de las multinacionales u empresas grandes, carta de crédito – letra cambiaria.
* Cuando arribaba la mercadería, se ejecutaba un despacho de importación que documentaba la transferencia o letra según el caso.
* Una vez destinado, la mercadería a plaza, seguida de la entrega en el local, depósito o empresa del importador, se tomaba la documentación aduanera probatoria de la consumación de lo enviado del exterior, más los comprobantes de pago y los contribuyentes importadores presentaban la documentación al BCRA para realizar el cierre de divisas.
Cuevas y paraísos
Sin este procedimiento ejecutado con continuidad por los operadores de comercio exterior no se puede volver a operar. El BCRA para este proceso otorga un plazo de 365 días, pero como los importadores están fastidiados de los controles, la gran mayoría lo realizan inmediatamente de ingresado a plaza los bienes.El sistema de control tiene más de 10 años de aplicabilidad, en el cual ni al BCRA ni la AFIP se le pasa un centavo. Porque el BCRA tuvo que crear un comunicado para poder ajustar las diferencias de importaciones cuando daban centavos de cambio.
¿A dónde nos llevan estas medidas? A que las famosas “cuevas” y “paraísos” fiscales sean más utilizados que nunca. El viernes 11 de noviembre, los llamados cambios paralelos vendían el dólar a $ 5,20 –lo que demuestra una usura desmedida-. A más control, más evasión.
Está bien que un país esté regularizado y con controles normales, pero deben siempre conservar los derechos de propiedad, constitucional y comercial de las personas, para que estas puedan generar el crecimiento a un país tan rico como el que tenemos.
Estas medidas que hoy rotulamos “importaciones bloqueadas” no son solo para desalentar la importación, que ya viene sufriendo desalientos desde 2007, sino que también están aplicadas a las exportaciones.
Las empresas exportadoras reciben un dólar técnico, que es más bajo que el oficial, menos las deducciones cambiarias y tributarias, transferido a su cuenta en la moneda local de pesos.
Es normal que el exportador quiera refugiarse en dólares para no descapitalizarse, y termina en la Resolución General AFIP 3212 y sus complementarias del BCRA.
Ahora “somos todos sospechosos de algún delito que no conocemos”, o somos comerciantes – trabajadores que pagamos los costos políticos desmedidos y desafortunados de un sistema que ya no tiene lógica de aplicabilidad.
El argumento publicado en los diarios que hay empresas que giran divisas y que no ingresan las mercaderías carecen de conocimiento de las operatorias de comercio exterior y lo único que hacen es confundir a la gente de sistemas irreales.
* Pertenece a Despachantes
en Red & Asoc.
Fuente:Publicado en www.Cronista.com
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