Quién era el economista estrella de La Cámpora que murió en Uruguay

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Ivan Heyn, el subsecretario de Comercio Exterior que se suicidó en Uruguay, tenía apenas 34 años, era militante de La Cámpora y se lo consideraba uno de los más fieles exponentes del ideario económico K.

Presidía la Corporación Puerto Madero e integraba, en representación del Estado, el directorio de la compañía metalúrgica Aluar.

"Soldado del proyecto K", como él se definía, junto con el actual secretario de Política Económica del Ministerio de Economía, Axel Kicillof, integró el grupo de funcionarios promovidos directamente por la presidenta Cristina Kirchner.

En el Gobierno estaba alineado con el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini, de la misma forma que el resto de los jóvenes K.

Desde hace meses su nombre había empezado a sonar con fuerza para suceder al multifacético Guillermo Moreno al frente de la Secretaría de Comercio Interior, y actualmente era uno de los principales asesores de Máximo Kirchner.

Licenciado en Economía por la UBA, donde se recibió con honores, tenía un máster en Economía y Desarrollo Industrial de la Universidad General Sarmiento.

Heyn nació en el seno de una familia judía y sus aceitados contactos con industriales y el empresariado en general lo llevaron, por decisión de Cristina Kirchner, a integrar el directorio de la única productora de aluminio del país, propiedad de la familia Madanes.

A la Corporación Puerto Madero, un organismo descentralizado que administra todo el mercado inmobiliario en el barrio más caro de la Capital, llegó por decisión del ex presidente Néstor Kirchner.

Al Ministerio de Economía ingresó a los 28 años como asesor de Felisa Miceli, para luego ocupar la Subsecretaría de Industria en 2008, durante la gestión de Miguel Peirano, hasta 2009, cuando llegó Carlos Fernández.

En cuanto a su carrera como dirigente, se inició en 2002, cuando llegó a la presidencia de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), pero el mayor logro lo obtuvo cuando con la agrupación independiente Tontos pero no Tanto (TNT) -que creó con Kicillof- le ganó en su facultad el centro de estudiantes a la Franja Morada.

Formó parte del equipo de asesores de la campaña porteña de Daniel Filmus, a quien acompañó a todos los debates en los que el candidato participó.

En ese marco, también integró la lista que encabezó el legislador kirchnerista, Juan Cabandié, aunque lo hizo en un puesto testimonial ya que se ubicó en el lugar número 25.

"Somos soldados de este proceso y no pedimos lugares para nosotros, pero sí participar y que nos abran las puertas", aseguró Heyn antes de llegar a ser el segundo de Beatriz Paglieri en la Secretaría de Comercio Exterior.

Era integrante de la Asociación Económica para el Desarrollo Argentino (AEDA), una organización liderada por el economista Matías Kulfas, director del Banco Nación.

Considerado un industrialista, con un pensamiento progresista y heterodoxo, se reunía periódicamente con periodistas especializados en economía.

Durante el estallido social del 19 y 20 de diciembre de 2001 estuvo en la Plaza de Mayo junto con amigos que actualmente integran La Cámpora, los ahora diputados nacionales Eduardo Wado de Pedro y Andrés Larroque, y el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde.

Al igual que para gran parte de la población argentina, los últimos años que terminaron en la crisis de 2001 habían sido particularmente dramáticos, en términos económicos, para la familia Heyn.

Tan fuerte había golpeado a la familia, que el padre de Iván, propietario de una fábrica de correas industriales que quedó al borde de la quiebra, llegó a un intento de suicidio.

"De un día para el otro pasamos de ser clase media acomodada, con dos meses de vacaciones, a no tener nada, y a tener que salir a buscar una casa para alquilar. Yo tenía 16 años, y ver derrotada la imagen fuerte de mi viejo, que es el tipo que lleva adelante la familia, fue tremendo", recordaba.

Su pensamiento
Heyn era un activo defensor de las decisiones económicas del gobierno de Cristina Kirchner. El 1 de noviembre de este año, brindó una entrevista a uno de los noticieros de La TV Pública para explicar la situación en torno al dólar y la fuga de capitales.

"La demanda de dólares siempre estuvo relacionada con dos cuestiones centrales: por un lado, la economía real; o sea, uno necesita realizar importaciones y para eso se necesitan dólares", afirma Heyn durante la nota.

Para el economista, "la situación de la Argentina en los últimos años muestra que la economía real no necesita dólares; de hecho, este año vamos a un superávit comercial de diez mil millones de dólares, por lo tanto, por el lado de la economía real, dólares para el funcionamiento normal de la economía no se necesitan", agrega.

FUENTE:Publicado en www.iProfesional.com