domingo, 15 de enero de 2012

ESPAÑA: Consecuencias de la crisis

Desahuciados, los nuevos parias
ABC.es
CARLOS MANUEL SÁNCHEZ / XL SEMANAL
Hay ya 151.000 familias desalojadas y otras 100.000 a punto de serlo. El drama de los que pierden su casa por no poder pagar la hipoteca es una de las peores consecuencias de la crisis. Asociaciones ciudadanas y juristas reclaman reformas legales para frenar esta «sangría». Así viven los afectados su tragedia.

Francisco José Fernández Pastor, de 40 años, casado, con cinco hijos: el mayor, de 17; el más pequeño, de 3. Clase media acomodada, autónomo. Había pedido un crédito hipotecario en 2002 para comprar un piso en Guadalajara. Se quedó en paro y empezó la pesadilla. Su mujer encontró trabajo temporal en un supermercado, pero no les llegaba para el pago de las letras, que rondaba los mil euros mensuales. El banco se negó a renegociar la deuda. Y Paco y su familia pasaron a ser carne de estadística. Una más de las 328.000 hipotecas ejecutadas en los tribunales desde que empezó la crisis.

Estos expedientes acaban en desahucio en un plazo inferior a un año. Es necesario matizar que no solo se contabilizan viviendas con familias dentro; también plazas de garaje, naves industriales... Pero cuando se trata de la residencia habitual de una familia, ya no hay matices que valgan. Estamos hablando de un drama. Y el drama afecta ya a 151.000 familias. Y subiendo: 25 desahucios diarios en Madrid; barrios de Barcelona, como Ciutat Meridiana, tan castigados que 500 familias se han quedado sin techo... Y en 2012 el panorama se presenta aún más peliagudo, con al menos otras cien mil familias en peligro, las que se acogieron a refinanciaciones de su deuda muy complicadas cuando estalló la crisis y que ahora no pueden afrontar.

No solo se quedan en la calle, sino con una «púa» en el banco que, en la mayoría de los casos, estarán pagando de por vida. En el caso de la familia Fernández Pastor, asciende a 200.000 euros, a los que hay que añadir otros 112.000 por los intereses de demora. Su casa ha sido subastada. Se la ha quedado -por 165.000 euros- el mismo banco que les concedió la hipoteca. Paco pidió que la entrega de las llaves zanjase la deuda. Así sucede en muchos países europeos y en Estados Unidos. Pero España es diferente. «No quiero que me regalen nada. Pero es injusto seguir pagando por algo que ya no tienes», razona Paco. El banco, por su parte, hace otro tipo de razonamiento: puede sacar a la venta una vivienda por la que el expropietario sigue pagando, y así cobrar dos veces. Negocio redondo. La ley se lo permite.

FUENTE:Publicado en www.abc.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario