viernes, 3 de febrero de 2012

EL CERROJO A LA VENTA DE PRODUCTOS EXTRANJEROS CAUSA PROBLEMAS A COMERCIANTES

Por las trabas a la importación ya se empiezan a cerrar locales comerciales 

Cronista.com

MATÍAS BONELLI
Moreno lo hizo. En las principales arterias comerciales de Capital Federal ya comienzan a aparecer algunos locales disponibles, una situación que, de acuerdo con los especialistas, se da sólo en momentos de crisis profunda, como ocurrió en 2001 y 2008.
Hoy se comienzan a ver algunos casos aislados de inquilinos que deciden cerrar las puertas de su negocio, aunque esto no tiene nada que ver con un freno en el nivel de consumo de la gente. El verdadero problema es que ya tienen poco o nada que vender, luego de que Guillermo Moreno, el secretario de Comercio Interior, pisara cada vez más fuerte el freno de las importaciones.
“Los negocios que dedican toda o buena parte de su estrategia en la venta de productos importados están en verdaderos problemas. Muchos de ellos ya empezaron a emprender la retirada”, sostienen los brokers inmobiliarios especializados en el rubro comercial.
“Hasta hace unos meses, encontrar un lugar para instalarse en avenidas como Cabildo, Florida o Santa Fe era casi imposible. Pero hoy se están empezando a ver lugares libres porque hay gente a la que ya no le cierra el negocio a causa de las complicaciones para importar”, sostuvo Miguel Grehan, director del área de locales comerciales de LJ Ramos.
La tendencia, que recién comienza, por el momento no se da en los grandes espacios ni en las mejores ubicaciones. Pero lo cierto es que el cambio ya se empieza a notar.
Rodrigo Saldaña Toselli es el vicepresidente de JT Inmobiliaria, y suma su visión a la de sus colegas, aunque también ofrece ejemplos concretos que ilustran la situación.
“Hay una óptica en Santa Fe y Junín que trabaja hace 40 años en el rubro. Está especializada en la venta de anteojos de alto nivel, todos importados de Alemania. Pero ahora el dueño, quien ocupa el lugar, tomó la determinación de dar un paso al costado, cansado de luchar para poder ingresar productos a la Argentina. Es lo que vende hace décadas y ya no está dispuesto a cambiar, por lo que decidió salir en julio del negocio”, comentó el ejecutivo. Y agregó que “ya estamos buscando interesados en ocupar ese espacio”.
Otro caso que aporta es el de un local en la peatonal Florida. Se dedica el rubro textil, aunque más de la mitad de lo que vende son prendas para esquí o alta montaña, todo traído desde el exterior.
El inquilino ya le comunicó al dueño del local que lo dejará, también ante la imposibilidad de cubrir esa oferta.
Hace unos días se conoció también el caso de Espíndola, una histórica bicicletería del barrio de Belgrano, que se vio obligado a cerrar sus puertas debido a que se quedó sin la posibilidad de importar lo que vendía.
Y como si para dejar un local no alcanzara el hecho de que se corte la puerta de entrada de lo que cada comerciante vende, a la problemática se le deben sumar cuestiones que también pegan en las finanzas. En Cabildo, el miércoles pasado el agua volvió a arruinar varios comercios, mientras que en Florida se luchó durante meses para erradicar la venta ilegal.
El cierre de locales provocará un efecto no deseado entre los propietarios. Al haber más oferta –y menos variedad para vender, lo que cortará el interés de muchos por abrir un negocio– los precios tenderán a la baja.
“Si se mantienen las complicaciones para importar sin dudas empezaremos a ver un nivel de vacancia –disponibilidad de espacios– mayor al actual. En un año no debería extrañar si llegamos al 6 por ciento”, aseveró Saldaña Toselli.

FUENTE:Publicado en www.cronista.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ARCHIVOS DE TEMAS DEL BLOG

Buscar articulos