EL COLOR DEL DINERO

Los nuevos e inciertos atajos del comercio exterior

PorSILVIA NAISHTAT

iEco-Clarin.com

 

Las 35.000 rosas de chocolate que en 2006 Diana Drimer logró incorporar en las pastelerías gourmet de El Corte Inglés, fueron una verdadera hazaña que coronó años de sudor y dinero para su empresa nacida en 1992. Las cosas cambiaron y frente a una España con récord de desocupación y una Argentina que se ha vuelto cara en dólares; los bombones ahora se quedan en casa. Drimer es solo un ejemplo:exportar se ha vuelto mucho más difícil .

En la otra punta, a los importadores ya no hay manual que les alcance y hasta comenzaron a acostumbrarse a exigencias disparatadas . La única certeza es la ley del uno a uno. Es decir, por cada dólar que se importa debe haber otro en exportaciones. Así, aparecieron negocios de algunos avispados, como la venta de los saldos exportables del comercio de lana, harinas y los futuros de cereales, que adquieren importadores de ocasión. Hay iniciativas, como la de Adelmo Gabbi, de armar en la Bolsa un mercado de compensaciones. También, se multiplican acuerdos como los de automotrices y firmas electrónicas con bodegas. Y en las multis que dependen de insumos críticos, crearon unidades especiales de exportación.

Marcelo Elizondo, de la consultora DNI, resalta la capacidad de respuesta de los sectores con espalda financiera y la indefensión de las pymes. En materia de embarques, Elizondo advierte sobre la marcada dependencia de Brasil y la poca variedad de productos que ofrecemos al mundo. “Si en 2005 Brasil era el 16% de las ventas externas hoy es el 20%”, remarcó. Lo que subimos a los barcos siguen siendo aceites, autos, pellets y harinas, cereales y oleaginosas. Y estos productos, que representaban el 37% de las exportaciones en 2006, saltaron al 50%. Mientras, el grueso de las importaciones, sin considerar los combustibles, son equipos y piezas.

En el best seller Sin Atajos (Editorial Temas, 2005) Javier González Fraga y Martín Lousteau se explayaron sobre las recetas mágicas en nuestra historia económica que generaron euforias de corto plazo seguidas de crisis severas . “¿Para qué recorrer caminos lentos y esforzados si es posible un atajo?”, advirtieron sobre quienes toman decisiones. ¿Será otro atajo la actual política de comercio exterior?

FUENTE:Publicado en www.iEco-Clarin.com