Cristina moreniza la justicia
Por  Guillermo Cherashny
INFORMADOR PUBLICO

Hasta ahora el Gobierno controló la Justicia Federal mediante dos sectores de jueces, los que fueron nombrados en este período 2003-2012 y los designados anteriormente, que en su mayoría adolecen de serias vulnerabilidades que los hacen más sensibles a los requerimientos del poder. Así es que estos últimos fueron presionados para acompañar la política de derechos humanos y cajonear o sobreseer las causas contra los funcionarios kirchneristas sospechados de corrupción. Sobran entonces los ejemplos de sobreseimientos en las causas por enriquecimiento ilícito del matrimonio presidencial, así como de Julio de Vido, Claudio Uberti, Ricardo Jaime y otros. Todo esto hasta que el juez federal Daniel Rafecas, de trayectoria intachable, decidió buscar la verdad junto al fiscal Carlos Rívolo. Esto motivó la reacción histriónica de Amado Boudou acusando no sólo a Rafecas sino al Procurador Esteban Righi. CFK avaló la maniobra, aceptándole la renuncia a Esteban Righi, cabeza de un órgano extra poder que, de no renunciar, sólo podría ser removido por un jury de enjuiciamiento. Hoy por hoy, al cristinismo le queda el recurso de promover ascensos para orientar la voluntad de jueces o fiscales o bien presionarlos en función de sus puntos débiles.

Un incondicional

En cuanto a la designación del Síndico General de la Nación, Daniel Reposo, como Procurador General de la Nación, requiere dos tercios de los votos de los presentes en el Senado, por lo cual son necesarios los votos de la UCR. La falta de antecedentes importantes del candidato y las sospechas de que este ex Gerente de Prestaciones de la ANSES responde a Boudou, su ex jefe, colocan a los senadores radicales en una difícil situación. Así es que, facilitarle al gobierno la designación de Reposo, empeoraría aún más el hoy endeble posicionamiento del centenario partido. Todo esto cuando se manifiestan los primeros síntomas de rebeldía de la corporación judicial y Oyarbide está pasando a simbolizar el desprestigio de la corporación.

 FUENTE:Publicado en www.informadorpublico.com