lunes, 2 de abril de 2012

El ánimo de los consumidores también impacta
CRONISTA.COM
Hernán De Goñi Subdirector Periodístico

Con la reforma a la Carta Orgánica del BCRA, Gobierno despejó su horizonte financiero. Lo hizo al flexibilizar el criterio que le permite acceder a las reservas para pagar deuda. Y también al duplicar el financiamiento permitido en pesos para el caso en que la economía caiga en una recesión, circunstancia que hoy no está tan lejana.
Lo que sí o sí necesita el Ejecutivo es que haya un excedente de dólares que no transforme los pagos a los acreedores en un factor de preocupación.
Es por eso que el esfuerzo oficial para disminuir las importaciones es tan contundente. Desde la lectura macro, esta política tiene una lógica. Pero su riesgo es que despierte el “síndrome del pan negro” que Juan Domingo Perón sufrió en carne propia en su segundo mandato, cuando una extensa sequía afectó la cosecha de trigo, restando divisas esenciales pero también un insumo básico. La importación de harina no refinada y la aparición del pan negro aceleraron la sensación de una crisis, que al poco tiempo fue una realidad.
Complicar los procesos de producción de muchas industrias y restringir el acceso a los bienes tecnológicos que solo sean fabricados localmente no es algo secundario. El humor de los consumidores a veces golpea más en las expectativas económicas que las decisiones demandadas para sostener un modelo.
FUENTE:Publicado en www.cronista.com

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