La segunda ola de radicales K 

Por  Guillermo Cherashny
INFORMADOR PUBLICO

En el 2008, bajo las banderas de la Concertación, el kirchnerismo consiguió arrimar a sus filas a un sector de la dirigencia radical y el resultado de este proceso fue la incorporación de Julio Cobos como candidato a vicepresidente de CFK. Hoy, aparece nuevamente la sombra de un radicalismo que vote junto al cristinismo no sólo en el Congreso sino en varios organismos. Un abanderado de esta línea es el senador nacional por Chubut, Mario Cimadevilla, miembro del Consejo de la Magistratura, que se negó a suscribir el desistimiento in limine del intento oficialista de promover el juicio político del juez federal Daniel Rafecas, lo que querían hacer los cuatro consejeros representantes de los abogados y los magistrados más el diputado cordobés Oscar Aguad. El voto de Cimadevilla fue entonces decisivo para que el jueves de la semana que viene el Consejo trate la denuncia por mal desempeño contra Rafecas. Aunque se cree que el organismo no pasará de aprobar una sanción al juez de la causa Ciccone, que no sería removido.

Con Reposo, una maniobra similar

Cimadevilla dijo sorprendentemente que Rafecas “nos metió los cuernos a todos”, en referencia a los mensajes de texto entre el magistrado y el abogado de José María Núñez Carmona, Ignacio Danuzzo Iturraspe. En cuanto al trámite pendiente para la semana que viene para la designación de Daniel Reposo como Procurador General de la Nación, son necesarios los dos tercios de los votos de los senadores presentes. Se decía que los 16 senadores radicales se opondrían, pero hay dudas sobre Oscar Castillo, de Catamarca, y obviamente Cimadevilla, de Chubut. Tampoco abrieron la boca, al menos hasta ahora, los senadores del Peronismo Federal, que tradicionalmente se oponen a los proyectos del Gobierno. También está en el tapete otra hipótesis escandalosa: que el ejecutivo modificaría la Ley Orgánica del Ministerio Público 24.946 para que el pliego del Procurador General sea aprobado por mayoría simple y no por las dos terceras partes de los votos de los senadores presentes, como es hoy.

En el caso de la estatización de Repsol-YPF, el sector radical que quiere votar con el gobierno es bastante más amplio. Al mismo se suman el presidente del Comité Nacional de la UCR, Mario Barletta, Ricardo Alfonsín y Leopoldo Moreau, al que se lo ve muy ultrakirchnerista últimamente.

 FUENTE:Publicado en el informadorpublico.com