lunes, 6 de agosto de 2012

La Argentina del corralito verde
Desde que arrancó el cepo, el mercado informal ya movió u$s 5.000 millones

Cronista.com  Las estimaciones conservadoras hablan de un volumen promedio diario de u$s 25 millones, aunque hubo ruedas en que habría llegado a los u$s 40 millones. El mapa del blue cuenta con diez mayoristas y unas 100 cuevas o “financieras”. La cadena se completa con las cuevas barriales y los famosos arbolitos. El spread se va ampliando a medida que el billete llega al consumidor. Para un mayorista es de dos centavos pero para una cueva de barrio suele ser de veinte.

MARIANO GORODISCH 

Si se toman en cuenta los 200 días hábiles que hubo desde el 31 de octubre –cuando comenzó el cepo cambiario–, el volumen negociado en el mercado paralelo fue de más de u$s 5.000 millones. La cifra resulta de considerar un promedio diario de u$s 25 millones, que es un tanto conservador ya que, de acuerdo a información suministrada por distintas cuevas, hubo días en que el blue llegó a mover u$s 40 millones.
Desde el Banco Central relativizan esta cifra, al considerar que se trata de un sector marginal, que sólo mueve el 3% del mercado oficial, lo que representa unos u$s 10 millones por día. En ese caso, desde el cepo hasta hoy el mercado del dólar paralelo movió un total de u$s 2.000 millones.
¿Quiénes son los que manejan el negocio del blue? Hay diez mayoristas que, por lo general, son mesas de dinero, corredores con posiciones en la Bolsa y agencias de turismo que, por un lado, tienen la fachada legal y en otra oficina manejan el negocio paralelo que es lo que más les reditúa. También hay presencia de financieras que antes vendían en blanco y ahora “se tiñeron”.
El spread que manejan los mayoristas es de apenas dos centavos. Claro que el negocio es el volumen. Ganan el 0,33% por operación, lo que representa $ 50.000 de facturación por día. Luego de pagar a empleados, servicios, impuestos, policía y todos los gastos, le queda al dueño alrededor de $ 25.000 limpios cada 24 horas. O sea, más de $ 500.000 para su bolsillo por mes, al tener en cuenta los 22 días hábiles.
Aunque no todo es tan lineal: en ciertas ocasiones, los mayoristas tienen una necesidad imperiosa de comprar o de vender, porque se quedaron sin stock, ya sea de billetes (como se denomina al dólar en la jerga) como de pesos, por lo cual pueden reducir su spread a tan sólo un centavo.
En esos casos, la utilidad baja al 0,15%, por lo que la facturación diaria desciende a $ 25.000, de los cuales la mitad es ganancia neta para el bolsillo del empresario. Pero todo lo recuperan, ya que en los períodos de bonanza pueden subir el spread a 3 centavos. En promedio, se podría decir que cada mayorista embolsa $ 60.000 por día, con una utilidad de $ 30.000.
Los clientes de estos diez corredores son unas 100 financieras. Manejan un spread de cinco centavos entre la compra y la venta, con una utilidad del 1% en cada operación.
En su caso, facturan $ 20.000, con una ganancia neta de $ 10.000 cada 24 horas.
Sin embargo, cuando alguien va recomendado (la única manera de llegar a ellos), las primeras veces debe pagar un “derecho de piso”. ¿Qué significa? Que hasta que no se convierte en cliente frecuente, el spread que le fijan es de diez centavos. Por lo tanto, ahí la utilidad de la cueva se duplica, y pueden recaudar $ 40.000 diarios, con una utilidad de $ 20.000. En consecuencia, se puede establecer que, en promedio, una financiera con dedicación exclusiva a la compra venta de billetes factura $ 30.000 diarios, con una ganancia neta de $ 15.000.
La mayoría se dedicaban al descuento de cheques y ahora hicieron un turnaround y se reconvirtieron de lleno al blue.
Las cuevas tienen a su vez dos segmentos de clientes: por un lado, las 6.000 “cuevitas” que existen en el país (tanto de diferentes barrios porteños como de ciudades del interior) y, por otro, los arbolitos, que son sus empleados, pero sin relación de dependencia, sino “a comisión”.
El spread se va ampliando a medida que el billete llega al consumidor. Mientras las cuevitas barriales pueden ganar 20 centavos entre la compra y la venta, los arbolitos pueden llegar a duplicar ese margen. El perfil típico del comprador es el de empresarios que tienen compromisos en dólares de negocios que les dan una utilidad suficiente como para pagar $ 6,20 en vez de $ 4,60. 
FUENTE: Publicado en www.cronista.com 

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