El Gobierno no cumple con la ley de medios
Noticias Urbanas
No hay garantías de que la adecuación que quiere imponer el Gobierno a
partir del 7D no será una caza de brujas para terminar con los pocos
medios independientes que aún subsisten en Argentina.
Martín Sabbatella acaba de asumir como presidente de la Autoridad
Federal de Servicios Audiovisuales sin siquiera renunciar a su banca de
diputado nacional: ¿será que teme no permanecer mucho tiempo en el
cargo? Es que sabe que será el tercer funcionario en presidir la AFSCA
en tres años, algo poco alentador para un “organismo descentralizado y
autárquico” (artículo 10 de la Ley de Medios), que debía tener una
altísima calidad ética y técnica, y una bajísima discrecionalidad
política.
Lamentablemente, al igual que ocurría con el desprestigiado COMFER, la
inestabilidad y arbitrariedad política y la falta de transparencia en la
toma de decisiones ha sido una constante del nuevo organismo hasta
ahora. ¿Sabbatella estará decidido a revertir esta situación?
¿Cuándo dice que viene a “hacer cumplir la ley sin excepciones ni
privilegios”, es consciente que quien ha violado sistemáticamente y se
resiste a cumplir y hacer cumplir la Ley 26.522 es el propio gobierno ?
Veamos qué ha ocurrido efectivamente desde la sanción de esta ley en octubre de 2009.
La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual debía
estar conformada por directores del oficialismo y la oposición. Sin
embargo, el gobierno impidió que los representantes de la oposición
integráramos tanto la AFSCA como el directorio de Radio y Televisión
Argentina S.E ., violando los artículos 14 y 132.
El oficialismo se negó a hacer funcionar la Comisión Bicameral de
Seguimiento del Congreso (art. 18), imprescindible para nombrar a los
directores de la oposición en la AFSCA, Radio y RYTSE y para nombrar al
Defensor del Público, garantes de la pluralidad y legalidad de los
proceso. Hoy, diversos representantes de la CC, FAP, UCR y Peronismo
Federal reiteramos nuestro pedido por escrito al Presidente del Senado
Amado Boudou y le entregamos todos los antecedentes con los sucesivos
incumplimientos.
Para “democratizar” el espacio radioeléctrico y asignar nuevas licencias
de forma transparente, la AFSCA debía presentar un plan técnico (art.
32) y reservar un 33% al sector social sin fines de lucro (art. 89).
Nunca lo hizo. En cambio, quiso licitar 220 licencias de TV abierta sin
especificaciones técnicas, por lo que las convocatorias quedaron
desiertas.
Lo que sí hizo, violando el artículo 32, fue asignar en forma directa,
sin concurso, licencias de televisión digital a sus amigos (CN23 de
Sergio Szpolski, C5N de Daniel Hadad).
Tampoco cumplió con los pasos previos indispensables para avanzar hacia
la adecuación de todos los licenciatarios a la nueva reglamentación,
según el artículo 161 de “desinversión”.
Por otra parte, la AFSCA debía realizar un censo de licenciatarios para
conocer el estado de situación y crear un Registro Público de
Licenciatarios y Autorizaciones (art. 57), con información de todas las
empresas de medios, fechas de inicio y expiración de cada licencia, y
nombre de cada accionista y su porcentaje de participación.
El censo se anunció, pero se desconocen sus resultados; el Registro Público nunca se creó.
De acuerdo a la información recogida en la Audiencia Pública que
realizamos en el Senado, podemos afirmar que la mayoría de las
principales empresas de medios audiovisuales deberán desprenderse de una
parte o la totalidad de sus licencias.
Hay licenciatarios que tienen que vender todos sus medios por
“incompatibilidades” establecidas en el artículo 25, que prohíbe
expresamente que los accionistas mayoritarios sean extranjeros,
operadores de “servicios, concesiones o permisos” públicos o
funcionarios públicos. Por ejemplo:
1. Grupo Telefónica de España
(Telefe y varios canales de aire), empresa extranjera accionista de
Telefónica y Telecom de Argentina.
2. Remigio González González (Canal 9), accionista extranjero de una empresa registrada en Estados Unidos.
3. Grupo Uno (Vila-Manzano, dueños de América TV, América 24, Radio La
Red y varios canales de televisión del interior), opera concesiones
petroleras y una empresa de energía provincial. Recientemente
adquirieron Radio Rivadavia sin autorización de la AFSCA, violando el
art. 41.
4. Francisco de Narváez (accionista de América TV), diputado nacional.
5. Grupo Prisa (Radio Continental y otras emisoras), empresa española.
6. Cristóbal López (adquirió recientemente C5N y Radio 10 –aunque esta
última está en una situación indefinida- sin autorización de la AFSCA
violando los art. 41 y 25 inc. d), concesionario de obra pública y
yacimientos petroleros.
7. Electroingeniería (Radio del Plata y Señal 360 TV), concesionaria de obra pública.
Las empresas que superan el límite de licencias permitido o que ofrecen
simultáneamente TV por aire y cable, prohibido en el art. 45, deberán
desprenderse de algunos de sus medios. Es el caso, entre otros, de los
grupos Clarín (Canal Trece y Cablevisión), Moneta-Garfunkel (Rock &
Pop, Metro y otras).
Sin una integración plural de la AFSCA que garantice la transparencia;
sin la constitución de la Comisión Bicameral y la designación del
Defensor del Público que permita auditar los procesos; sin una vocación
clara -de parte de la AFSCA- de aplicar la Ley en forma integral y
pareja para todos, ¿qué garantías tienen los licenciatarios de medios y
los ciudadanos de que la adecuación que quiere imponer el Gobierno a
partir del 7D no será una caza de brujas para terminar con el grupo
Clarín y los pocos medios independientes que aún subsisten en Argentina?
Martín Sabbatella deberá aclarar estas cuestiones en poco tiempo, de lo
contrario quedará claro que el mandato recibido de la Presidenta nada
tuvo que ver con la democratización ni de la palabra ni de la
información.
Por María Eugenia Estenssoro- Publicado en Noticias Urnbanas
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