viernes, 5 de octubre de 2012

prefectura y gendarmeria conflictoEl Gobierno quedó atrapado en sus propias mentiras. Prefectura y Gendarmería las evidenciaron
PdeqDigital Cualquier periodista que leyera las páginas Web relacionadas con las FFAA y FFSS sabía desde hace más de 1 mes, mínimo, que cuando se aplicara el 1307/12 los salarios del personal en actividad se reducirían drásticamente. No solo esto estaba expresado sino que hasta había encuestas en esas páginas preguntándoles a los oficiales y suboficiales si sus salarios habían o no sido objeto de reducciones. Claramente las estructuras de análisis e Inteligencia fallaron en la prevención de un conflicto que era más que evidente.
Luego, las expresiones del Ministro Abal Medina, responsabilizando a las cúpulas militares de la Gendarmería y la Prefectura por supuestamente haber calculado mal las reducciones y/o hacerlo para generar un descontento –o sea un complot-, no hicieron más que sobrecalentar el ambiente.
¿Por qué? Porque era mas que obvio que los suboficiales estaban totalmente enojados con sus oficiales superiores por algunas cosas que pueden afirmar y otras que son de dominio público interno pero que no pueden probar. Esto es; que los oficiales superiores cobraban salarios y “compensaciones” que hacían que sus ingresos y estándar de vida estuviese muy por encima de la casi indignidad de los ingresos de los cuadros subalternos. Coche oficial, gastos, viáticos, vivienda oficial y algunas sospechas de sobres con sobresueldos por debajo de la mesa.
Los suboficiales sabían que la aplicación del decreto 1307 generaría lo que ahora todo el país está viviendo. Sus oficiales superiores fueron advertidos y el Poder Político fue advertido. Ahora, el poder político intenta distraer sus responsabilidades por la firma (firmaron, Garre – Abal Medina y Cristina Fernández) y aplicación del decreto. Luego, la pretensión de Abal Medina sobre la supuesta interpretación fallida del decreto, es una locura incalificable. Las áreas de finanzas de las FFAA y FFSS tienen una muy extensa experiencia sobre como aplicar los decretos salariales y no hay errores matemáticos ni forma política de interpretarlos. O sea, las reducciones salariales fueron salvajes y así estaba establecido en el Decreto.
Claro que; el desborde de la situación, generó ahora una escalada que sorprendió a muchos y especialmente al propio gobierno. Y esa escalada tiene elementos salariales y elementos extra salariales:
• El personal en actividad sabe que cuando le llega su condición de “retiro” o “pasivo”, sus salarios se desmoronan, aún son jóvenes y sus salidas laborales terminan en su gran mayoría encajonadas en conseguir algún peso extra haciendo seguridad privada, porque los ingresos de “retiro” son impresentables.
• El Gobierno ha trasmutado sus funciones originales como Fuerzas de Frontera y custodia de ríos, lagos y litoral marítimo, al de Fuerzas policiales y de control interno de delitos comunes, de protestas sociales y / o políticas, generándoles una suerte de violencia moral ya que la elección primera de sus vocaciones no estaba asociada al orden interno y delictivo común, sino al específico de la formación del Gendarme y los Prefectos.
• Los salarios del personal subalterno de las FFAA y FFSS han pasado por una serie de modificaciones, abandonando no solo los llamados “enganches” con la Justicia y / o porcentuales sobre los salarios de sus oficiales superiores, que; terminan por desmoronarse porque las sumas y beneficios de los cuadros superiores de la pirámide vertical militar han generado una distancia inmensa entre cuadros.
• Los dichos o presunciones de Abal Medina asociando la medida de fuerza con imágenes del pasado militar golpista y las expresiones del dirigente oficialista Luis D´Elía señalando que estas acciones se parecen al golpe que en Ecuador intentaron las FFSS contra el Presidente Correa, no hicieron más que calentar el ambiente interno ya que la situación no la provocaron los afectados y todo el planteo está direccionado inequívocamente a sus condiciones de salario en blanco y de retiro.
En resumen. Toda la situación –muy grave por cierto- se creo a partir de una pésima resolución tomada por el Poder Ejecutivo Nacional, que no hizo más que transformarse en un disparador de una serie de situaciones anteriores que afectaban al cuerpo de suboficiales de las FFAA y FFSS. Metieron en el medio de todo esto una interna oficialista como es la que se desarrolla entre el Secretario de Seguridad, el Teniente Coronel Médico, Sergio Berni, la Ministra Nilda Garré y el Jefe de Gabinete Abal Medina.
La combinación no podía ser peor. Y ahora, no existe salida sin daño institucional. El respeto a la cadena de mandos está destruido y esto, en una estructura militarizada no es un problema menor, es un problema gravísimo. Si no hay sanciones se pierde el sentido de respeto al superior y si hay sanciones acorde a la gravedad de los acontecimientos, el conflicto no termina. Será así muy difícil salir de este atolladero, innecesario y creado por gravísimas fallas de conducción. Y, como toda conducción, de arriba hacia abajo.
Los esfuerzos comunicacionales del gobierno por responsabilizar a las conducciones de la Gendarmería, la Prefectura (estas dos ya renunciaron) y ahora la Armada, conducciones designadas íntegramente por el actual poder político, suenan de la peor manera en los auto acuartelados. Tan cierto es que los planteos internos fueron anteriores a los hechos, como cierto es que la conducción política los conocía y de hecho generó la matriz del problema, o sea, el decreto presidencial 1307/12.
Es como si el Gobierno quisiera desentenderse de la matriz originaria del conflicto y esta fuese el producto perverso de los jefes de las Fuerzas. Los que, por otra parte, están sospechados por los suboficiales de haber sido hasta genuflexos a la hora de no explicar con la claridad y la gravedad que tenía los efectos del ya famoso decreto.
Si; en todo esto, hay un rasgo positivo, aunque haya sido cuestionado por Luis D´Elía. Me refiero a la reafirmación de los acuartelados de la Democracia como única forma de gobierno. Esto, gracias a Dios, nunca estuvo en tela de juicio y debe ser destacado. Aquí no ha habido carapintadismo, donde supuestos problemas de conducción interna encubrieron actos contra la democracia.
Durante un tiempo, nada será igual. Varias relaciones (políticas, institucionales y jerárquico militar) se han destruido y solo comenzarán a reconstruirse cuando se abandone la lógica perversa de sectores del poder de humillar todo aquello que creen eternamente humillable. Obviamente esta situación se salió de cauce. Y deberían haberlo previsto hace más de un mes, cuando todos, absolutamente todos, los indicadores, señalaban que un conflicto estaba en desarrollo.
Lic. Rodolfo Patricio Florido- PdeqDigital

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