FORMOSA: MIENTE DESCARADAMENTE CUANDO SE REFIERE A LA LEY DE MEDIOS
Gildo Insfrán no aplica la Ley de medios en Formosa, porque no le interesa la pluralidad de voces
La ley de medios audiovisuales está plenamente vigente, salvo 2 artículos apelados por Clarín pero que no tienen incidencia en ningún multimedio provincial, por lo tanto en Formosa se la puede aplicar en su totalidad para garantizar "la pluralidad de las voces" de la que demagógicamente habla Gildo Insfrán, pero que no las instrumenta en nuestra provincia porque solo le interesa un proyecto hegemónico y un manejo monopólico de los medios de los que dispone o disiplina con la abultada y generosa billetera de la pautas oficiales.
Del relato oficial sobre la implementación de la polémica ley de medios
se desprende algo que desde hace tiempo era más que evidente: más que la
pluralidad de voces, lo que busca el gobierno nacional es castigar a un
grupo empresario por su línea editorial disonante con el pensamiento
oficial. En Formosa desde hace tiempo pasa lo mismo se castiga, persigue
y hasta jaquea a los medios críticos y se domestica con propaganda
oficial a los seudos independientes.
En Formosa el 90 de los medios de comunicaciones están controlados por
el estado provincial y en ellos es imposible que se haga escuchar una
voz que exprese un pensamiento distinto al oficial. Una opinión critica
ni hablar: ESE ES EL MODELO
Gildo Insfrán definió con una temeridad preocupante que: los medios de
prensa "son un servicio público", y como tan deben estar controlado por
el estado que debe ejercer "su poder de policía sobre ellos", pero lo
más preocupante de esta hipótesis fascista es que fue confirmada por un
funcionario de la Afsca, quien admitió la intención oficial de controlar
las líneas editoriales de medios cuyos propietarios pudieran ser
sospechados de ser testaferros de otros grupos empresariales. Nicolás
Cherei, había asegurado que se realizaría "un control a los diferentes
medios". Más concretamente, expresó: "Si tienen diferentes dueños, vamos
a controlar que haya también diferentes estilos editoriales, diferentes
técnicos, diferentes periodistas y diferentes camarógrafos".
Tanto la visión autoritaria de Gildo Insfrán como la disparatada del
funcionario de Afsca, admiten la posibilidad de implementar mecanimos de
censuras previas y un cercenamiento de la libertad de opinar,
incompatibles a todas luces con elementales derechos garantizados por
nuestra Constitución nacional, e inadmisibles en un sistema democrático.
Lo cierto es que el relato oficial ya no oculta sus perversas
intenciones, ni su falta de escrúpulos para presionar a la justicia o
para amenazar con avanzar de oficio sobre licencias audiovisuales de
aquellos grupos empresarios que al 7D no presenten su plan de
adecuación, aun cuando la Justicia no se haya pronunciado sobre los
artículos suspendidos por presunta inconstitucionalidad. Y encima los
amenazan con readjudicar de prepo sus licencias, o con quedárselas el
estado que no sólo se quedaría con las licencias, sino además con bienes
y equipos utilizados para su explotación, lo cual constituiría otro
tremendo ataque a la propiedad privada.
Mientras se producen estas amenazas, la ley de medios sigue paralizada
en muchas cuestiones y no por las medidas cautelares, sino por la falta
de voluntad para aplicarlos porque a estas alturas es indudable que la
instrumentación de la ley en cuestión, lejos de perseguir un verdadero
pluralismo de voces, sólo propicia un disciplinamiento de los disidentes
del Gobierno y la creación de una herramienta más al servicio de un
proyecto hegemónico.
ENTONCES PORQUE NO LA APLICAN
Si el objetivo es desarticular la política de desinformación de los
grandes medios (en Formosa Canal 3 y Canal 11 y otros), para que la
población pueda acceder a un análisis más equilibrado de la información.
Si el objetivo es lograr una mayor democratización de la palabra,
distribuir más equitativamente la publicidad oficial para asegurar la
pluralidad de información y que todas las voces puedan expresarse:
entonces porque no lo hacen. Nada se los impide. La ley está plenamente
vigente y los dos artículos cuestionados no tienen nada que ver con
Formosa.
En Formosa faltan hechos concretos para garantizar la pluralidad de
voces e informaciones. Sobran las palabras más cuando es evidente que
tienen voluntad ni les interesa cumplirlas.
Fuente: Publicado en Opinión Ciudadana
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