El Explicador
El subte como servicio esencial, ¿cómo funciona en otros países?
La presentación de un proyecto de ley por parte del gobierno de la Ciudad,que limita la posibilidad de hacer huelga, inició un debate sobre si se lo puede considerar como un servicio esencial.
El Gobierno nacional, a través del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aseguró que “el subte no es un servicio esencial en el sentido técnico que utiliza la Organización Internacional del Trabajo (OIT), porque hay otros medios alternativos para desplazarse”. El mismo ministro firmó, sin embargo, en noviembre del 2009,una resolución por la cual declaró servicio esencial al subte frente a un paro de 24 horas.
Desde el gobierno porteño, Mauricio Macri argumenta que "es un servicio esencial, ya que si no funciona, colapsa el resto del transporte y hay poco margen para administrar el movimiento de millones de personas".
La necesidad de regular los sistemas de transporte público en caso de huelga no es sólo un problema local, y está en debate en varios países.
En España, durante las movilizaciones, los gobiernos regionales decretan cuáles serán los servicios mínimos que los sindicatos deben asegurar en distintas ramas. Muchas veces se logra en acuerdo con los sindicatos, como sucedió en el paro del 14 de noviembre, cuando el gobierno madrileño estableció que el metro debía funcionar al 30% del servicio durante las horas pico, una condición que los sindicatos aceptaron. En otras ocasiones no se alcanzaron acuerdos y se terminó en una disputa judicial.
En Italia se da una situación similar, con una ley de 1990 que obliga a prestar un servicio básico a los sindicatos de transporte durante las horas de más tráfico.
Una de las promesas de campaña de 2006 de Nicolas Sarkozy, en Francia, fue que implementaría un sistema de servicios básicos en el trasporte público en caso de huelga. La ley que finalmente aprobó el Congreso francés en 2007 obliga al sindicato a anunciar la huelga 48 horas antes, pero no garantiza un sistema mínimo.
En Londres, no existe una regulación especial que asegure un servicio mínimo, aunque el alcalde de la Ciudad propuso impulsarla.
El caso de una huelga importante en el metro de Nueva York muestra los conflictos que acarrea el tema. Antes de la navidad de 2005, los empleados del metro hicieron una huelga que paralizó el sistema. A los pocos meses el sindicato fue multado y su dirigente condenado a 10 días de prisión porque la justicia consideró la huelga como ilegal. El estado de Nueva York tiene una ley que prohíbe a los empleados públicos hacer huelga. La OIT consideró que esta ley, y las sanciones que se aplicaron, violan los principios del derecho internacionalsobre el derecho a huelga.
En la Argentina, la ciudad de Córdoba declaró en agosto de este año el transporte público como un servicio esencial, por lo que en caso de huelga se tendrá que asegurar el 30% del servicio.
En el proyecto de ley presentado por el gobierno de la Ciudad, a diferencia de los otros casos, se exige un servicio mínimo más alto: que se garantice el 90% de los servicios regulares en las horas pico, y el 60% en las horas de bajo tráfico.
Para la OIT el transporte metropolitano no es un servicio esencial. Esta define como servicios que no pueden ser interrumpidos aquellos que, de no estar disponibles, ponen en riesgo la vida, la seguridad o la salud de la población. Entre ellos incluye a los hospitales; la electricidad; el agua; el teléfono; la policía y las fuerzas armadas; los bomberos; los servicios de prisión; la limpieza y la provisión de alimentos de las escuelas y el control del tráfico aéreo.
El transporte metropolitano está clasificado dentro de los sectores que no constituyen un servicio esencial en el sentido estricto, junto con la educación o el sector petrolero. 
Fuente: Publicado en Chequeando.com