Por Edith Michelotti
¿Podemos calcular la cantidad de productos que necesita comprar una
familia tipo para transcurrir su vida con dignidad? Encontramos en los
supermercados una lista de “precios cuidados”. Por supuesto, sólo
abarcan un porcentaje de todo lo necesario para el consumo diario.
Mi reflexión apunta esta vez, a los sucesivos e imparables aumentos. El
boleto del colectivo aumenta, el calzado, la indumentaria, los uniformes
escolares, los libros, los medicamentos, las obras sociales, los
seguros de sepelio, vivienda y automotor, la luz, el gas, el agua, la
TGI, el API. La nafta. Las verduras y frutas. La merluza y demás
co-marítimos. Los alquileres de viviendas. Las rejas que intentan
protegernos, las alarmas. Los elementos de perfumería. Los taxis. Hasta
las fotocopias que tanto manejan los estudiantes.
Todo eso sin
enumerar la exageración que significaría comprar algún pescado favorito
para Semana Santa o los consabidos huevos de Pascua para los más chicos.
Todo aumenta y aumenta mucho. Sé que lo que digo no es nada nuevo, ya
que todos los argentinos sufrimos todo esto, cada día.
La vida económica de la mayoría está complicada hasta el punto de que ya
no sabemos más como apretar el cinturón, recordando lo que decían los
abuelos. Y qué decir de los jubilados, que ya ni cinturón les queda. En
fin, tan solo un ajustado repaso por si algún desprevenido gobernante se
sintiera satisfecho con el logro de los “precios cuidados” y diera por
finalizada la tarea.
FUENTE: Publicado en La opinión Online -http://www.diariolaopinion.com.ar/Sitio/VerNoticia.aspx?s=0&i=118268 (Enviado por mail)
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