sábado, 2 de junio de 2012

Ola pesificadora: banqueros temen un sinsentido que no se atreven a descartar

Cronista.com

Laura García. Editora de Finanzas. 

“Yo creí que no podía pasar lo de las AFJP y pasó. Creí que no podía pasar lo de YPF y pasó. Me equivoqué muchas veces. Si se emperran en no devaluar, en convivir con una brecha del 40% y una inflación del 25%, se van a llevar puestos todos los dólares”, comentaba ayer un banquero de primera línea con décadas de mercado sobre los hombros. Así están las cosas en esta Argentina del cepo verde, tomada por los rumores y resignada a no descartar nada. Ni siquiera lo impensable.
Los propios banqueros, exasperados por el menú de desmanejos oficiales, admiten en buena medida su propia desorientación. “Hoy no estamos participando en nada, no nos consultan”, se atajan desde el arranque. Aunque se resisten a aceptar en principio la posibilidad de un avance sobre los depósitos en dólares, la ola pesificadora y la vocación del Gobierno de ir siempre por más no les permite tampoco el lujo de desestimarlo por completo.
“Una pesificación no tiene ningún sentido desde un punto de vista macroeconómico. Pero no entienden el mercado. Creen que pueden gobernar desde un escritorio. Y se están ahogando en una pelopincho. Es increíble que estemos en esta situación cuando hay tantos recursos”, se lamentaba otro hombre del sistema financiero. “Existe una confusión ideológica gigantesca”, se descargaba.
Las restricciones cambiarias dispuestas a fines del año pasado y reforzadas hace unos veinte días precipitaron un nuevo goteo de depósitos en dólares en los bancos, que ya vieron un drenaje de u$s 1.000 millones. La ansiedad por recuperar los billetes verdes que ya no se pueden adquirir en el mercado se ve potenciada por la posibilidad de que el Gobierno decante por una pesificación de esas colocaciones en moneda dura, una alternativa a la que Cristina en principio se resistiría pero que está en discusión en el ámbito oficial.
“No estamos en una crisis. Mucho menos en una crisis terminal como la del 2001 con muertos en la calle. No tendría sentido tomar una medida así ahora”, insistía anoche el responsable financiero de un banco de primera línea. “Se van a ir u$s 1.000 millones o u$s 1.500 millones más en junio pero no es un problema para el sistema”, aclaraba. Si bien la salida de dólares de los bancos todavía está lejos del escenario vivido a fines del año pasado, cuando el sistema perdió 25% de su fondeo en moneda dura, el goteo no cede. “Esta salida no es una Puerta 12 pero sí es persistente”, aclaran. Por ahora, los dólares que se van son dólares que no están prestados, es decir, dólares ociosos. Pero el colchón empezará a agotarse eventualmente.
“Es evidente que instruyeron a funcionarios de primer nivel a salir a hablar del dólar pero nadie les explicó desde un punto de vista técnico lo que significaba. Esto está alimentado por funcionarios ineptos. Si pesifican los depósitos en dólares romperían con la seguridad jurídica. Sería ir a la destrucción del sistema en 180 días. No llega ella a los 180 días. Creo que hasta sería más fácil nacionalizar bancos extranjeros”, lanzaba irritado otro banquero.
“No tenemos contacto con el gobierno más allá del que ha habido a nivel público”, se sinceraba el presidente de otro banco. “Hay un serio error de diagnóstico. Creen que el dólar es un problema acotado a una parte chica de la población. Un mal de la clase media. Pero en la Argentina todo el que tiene capacidad de ahorrar piensa en el dólar como reserva de valor. Por eso están subestimando el costo político de profundizar las medidas. Pero se equivocan”, explicaba anoche.
“Con los depósitos en dólares no pueden no hacer nada. Pero venimos de una historia complicada de pesificación y necesitan buscar algo que suene distinto”, arriesgaba ayer el dueño de una entidad financiera. Su escenario fue el más escatológico de todos: “Si hay una corrida contra pesos la cortan en un segundo. Disponen que no se pueda retirar más de 1.000 pesos por ventanilla y listo. Y de última imprimen. No creo que hagan nada con el Boden 2012, aunque todo puede ser. Pero sería cerrar la puerta y prender fuego adentro. Sí me parece que la pesificación de las escrituras está a la vuelta de la esquina. Y lo mismo para la regulación de la tasa del sistema financiero. Ya fijaron un tope al interés que pueden cobrar las cooperativas y las mutuales así que sería un trámite”, pronosticaba.
“Tenemos call con los accionistas todos los días. Les pedimos por favor que no lean los diarios por Internet”, decían ayer en otro banco. “El problema de fondo es que están confundidos y convencidos. Y tienen muchísimo poder”, resumía un viejo banquero con ánimo lúgubre. Confundidos y convencidos...
En la Argentina del todo o nada que no concibe la marcha atrás, los ahorristas vuelven a tener miedo. Y los banqueros, que en los últimos años cosecharon grandes ganancias con el boom del consumo, hoy ven cómo la confianza, ese activo tan frágil y tan volátil, vuelve a resquebrajarse. Y están a ciegas.

FUENTE:Publicado en http://www.cronista.com/columnistas/Ola-pesificadora-banqueros-temen-un-sinsentido-que-no-se-atreven-a-descartar-20120601-0086.html

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