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Se necesitan mutuamente aunque juntos generen suspicacias o rechazos. Ellos insisten en que el partido de fútbol de ayer, frente a cámaras de tv y de fotografías, había sido programado hace mucho y que solo fue “una casualidad” que Pablo Moyano apoyara el viernes la candidatura de Daniel Scioli para el 2015 y que el sábado adhiriera la agrupación La Juan Domingo, creada en La Plata para frenar el avance de la juvenil La Cámpora. En el entorno de Scioli intentaban, una vez más, relativizar los 80 minutos de juego y los tiempos de descanso: Camioneros enfrentó a La Ñata, el equipo en el que juega el gobernador. Vencieron los bonaerenses por 15 a 8, con seis goles de Scioli. A un costado, Karina Rabollini seguía las instancias junto a Hugo Moyano, quien necesita apoyos para ser reelecto en la CGT. Aseguran que no se habló del paro de Camioneros contra el Gobierno, ni de los castigos que Moyano y Scioli reciben desde la Rosada, ni del PJ o la interna de la CGT. Dicen que tan sólo Scioli, antes de despedirse, se acercó a Pablo y le susurró: “Son tiempos de poner el hombro”. En enero el gobernador jugó al fútbol con Mauricio Macri y despertó la ira del kirchnerismo. Lo mismo cuando admitió que en 2015 quiere ir por la Presidencia. Hoy a las 11 y 30 Cristina y Scioli tienen previsto inaugurar una planta industrial en Valentín Gómez. Tal vez haya que oír un reto presiden cial. Es difícil en política creer en casualidades. Más desde la visión desconfiada del poder K.
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