viernes, 3 de agosto de 2012


Todo preso es político
Alejandro Bongiovanni - On24

Stop. Paremos un poco. Dejemos de lado, por unos minutos, las ideologías. Pongamos al margen las diferencias sobre si es mejor un poco más de gasto público o si el gasto público es el verdadero problema. Suspendamos los debates sobre la emisión monetaria y la inherente inflación. Bajemos de la mesa los argumentos sobre política comercial y presión tributaria. Dejemos de hablar de retenciones y coparticipación. Tampoco, por un momento, discutamos sobre el estado de la libertad de prensa o sobre las posibilidades de reformar la Constitución para insertar la re-re-elección.
Centrémonos, en cambio, en esto: un hombre agarra un recipiente con combustible, lo vacía sobre su esposa, y luego la prende fuego. La víctima muere en medio de dolores inenarrables. El hombre es condenado a 18 años de prisión. Dos meses más tarde aparece en San Telmo tocando cumbia en un evento cultural ¿o político? ¿Importa realmente la diferencia? 
Vamos de nuevo: un hombre rocía a su esposa con combustible y luego la incendia, lo condenan a 18 años de prisión y días más tarde toca el bongó en un evento organizado por el Gobierno Nacional. ¿No nos estamos pasando de la raya?


Cristina, Aníbal Fernández y Julio Alak han desviado, astutamente, el tema hacia dos discusiones irrelevantes, a saber: la diferencia entre evento cultural y evento político; y la filosofía de reinserción o represión del sistema penal. 
En el primer caso, nos dicen que no se trató de actos políticos sino de hechos culturales, lo cual no resiste el primer análisis. Los eventos están organizados por el “Vatayón Militante”, organización kirchnerista, expresamente política, que en su página oficial despeja cualquier duda, al declamar: "El Vatayón Militante se escribe con V porque es la V de la Victoria y la V de la Vuelta. Es también la V de la Verdad, la V del Valor y la V del Voto. Es la V del Vino, la V de la Verga, la V de la Vagina y la V de la Vida". Además, los eventos cuentan con la consabida parafernalia kirchnerista que incluye banderas, imágenes de Néstor Kirchner y canciones afines. Sólo para distraer atención sirve plantear la supuesta dicotomía entre hecho cultural y hecho político. ¿La publicación y lectura obligada de ”La razón de mi vida” fue un hecho cultural o un hecho político? La naturaleza de un acto político está dada por su intencionalidad, no por su contenido. La labor del “Vatayón Militante” es, como su nombre indica, militar. 


Más estéril aún resulta la discusión sobre si el sistema penal debe reinsertar socialmente a los reos, o sólo reprimir el delito. No cabe entrar en discusiones lombrosianas o en panópticos discursivos. Cuando Cristina defiende la militancia en las cárceles bajo el pretexto de “reinsertar y sociabilizar” está buscando que algún descerebrado conteste que ningún preso tiene derechos o que deberían fusilarlos a todos, para, de este modo, tachar a toda crítica como de extrema derecha. Esperemos que nadie le de el gusto. 
Ahora bien, quitando la grasa del tema, lo restante es muy simple. De manera expresa, como se puede apreciar en el sitio del “Vatayón Militante”, el kirchnerismo está reclutando presos, para reinsertarlos, en el mejor de los casos, como referentes políticos barriales, una vez salidos de prisión. Hay quienes creen que se privilegiará a los presos que más adhesión al kirchnerismo demuestren, y hasta se habla de visitas especiales y salidas anticipadas. ¿Se puede culpar a los que temen semejantes hechos? Si un hombre que incendió a su esposa y fue condenado en mayo, hoy ya tiene salidas frecuentes, ¿qué se puede esperar para los que cometieron delitos menores? ¿Tienen el mismo derecho los presos simpatizantes de otras fuerzas políticas? ¿A las víctimas y familiares que sufrieron en manos de los delincuentes no les asiste ningún derecho?


Obviamente, el oficialismo tranquilizará las aguas y dirá que todo es una invención de los diarios desestabilizadores, pero lo cierto es que al kirchnerismo le parece eficiente inyectar pasión política a personas violentas, con condenas firmes por homicidios y robos. Para el “Vatayón Militante” todo preso es político. Absolutamente nada bueno puede salir de esto.
FUENTE:Publicado en on24.com

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