Chau Amado, hola Florencio
Cronista.com
FERNANDO GONZALEZ Buenos Aires Director Periodístico
Por si faltaba alguna confirmación, Cristina lo ubicó anoche a su lado al anunciar el salvataje financiero de la provincia de Buenos Aires. Boudou quedó en el otro extremo. Y, curiosamente, la imágen aparecida en la página de Presidencia mostraba al ministro pero no al vicepresidente. Allí estaba Randazzo entonces, sacando provecho de la desgracia ajena y aportando algunas virtudes que el kirchnerismo necesita en estos tiempos de vacas flacas.
Un funcionario las describe del siguiente modo. Florencio ha tenido poca exposición y eso lo favorece; tiene más historia peronista que Scioli y no es de cuna liberal como Boudou; tiene más calle que (Juan Manuel) Abal Medina y menos desgaste que (Julio) De Vido; por ahora no se le conocen trapitos sucios..., así que puede poner la cara mejor que cualquiera de nosotros, dice el hombre, con crudeza y con resignación kirchnerista.
Aunque no ha tenido grandes chances de ponerlas en práctica, Randazzo nunca ocultó sus expectativas políticas. Está anotado desde siempre en la carrera para la gobernación bonaerense y hay algunos audaces que lo anotan incluso en el premio mayor de la postulación presidencial de 2015. Es cierto que Boudou ya no parece ser un rival de cuidado pero todo el kirchnerismo sabe que, si la economía sale del callejón sin salida de la inflación alta y el enfríamiento, Cristina no va a permitir que nadie se interponga en su proyecto de ir por la re reelección.
Mientras tanto, Florencio se dedica cada día a explotar la vidriera que le otorga la secretaría de Transporte que la Presidenta le sumó a su ministerio después de la tragedia del Sarmiento. Reparte millones para el ferrocarril; chicanea a Macri con el subte y aconseja a los jóvenes que se compren la tarjeta SUBE. Su ascenso había comenzado con las campañas viales en el verano y la proliferación de puestitos en shoppings y eventos públicos para ofrecer el DNI digital. Por ahora, las encuestas de opinión no lo registran.
El hombre tiene el campo abierto y le sobre ambición política. Pero sabe que está parado sobre las arenas movedizas del peronismo y que el cementerio kirchnerista está lleno de cadáveres políticos que se creyeron demasiado rápido la fantasía de ser los elegidos. Había asomado al poder como ministro de Felipe Solá y Kirchner lo llevó a la Casa Rosada. Allí va Florencio ahora cuidando que el viento a favor no lo confunda y termine también patinando en el barro de los ansiosos.
FUENTE:Publicado en www.cronista.com
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