martes, 2 de abril de 2013

¿Se necesita una sociedad abierta para imaginar una empresa abierta? 
Escrito por Juan Sobejano
 El otro día mi amiga Delfina Zagarzazu me hizo una pregunta por Twitter: “¿Se necesita una sociedad abierta para imaginar una Empresa Abierta?” La verdad es que la pregunta tiene tela, sobre todo por Twitter. La pregunta es un tanto imprecisa porque falta, fundamentalmente, definir un concepto, el de Sociedad Abierta. No es culpa de Delfina, sino de mi falta de reflejos al no pedirle la precisión en el momento y luego, en la reflexión, dejar que afloraran estas dudas. Por eso creo que sería interesante acotar el concepto y lo voy a hacer en torno a dos campos: el político/social y el tecnológico, que al final son ramas del mismo tronco.
La Sociedad Abierta político/social
Este es un concepto que nace con Henri Bergson y que toma impulso con Bertrand Russell y, sobre todo, con Karl Popper y su obra La Sociedad Abierta y sus Enemigos. Básicamente propone la existencia de gobiernos transparentes, tolerantes y flexibles, atentos a las necesidades de los ciudadanos y con capacidad y deseos de respetar los derechos de los mismos dentro de un entorno de igualdad. Entronca con las nuevas corrientes de Open Government y otros movimientos sociales, tanto liberales como de izquierdas.
Centrándonos en lo que nos preocupa, me parece muy interesante e importante el tema de la transparencia. Entiendo que los autores, cuando hablaban de Sociedad Abierta, no pretendían centrar el modelo en el tipo de gobierno, sino en la sociedad en general, en su capacidad para mantener entornos de transparencia, tolerancia y flexibilidad. Un modelo así sin duda facilita la transmisión de información por toda la sociedad, incrementando la capacidad de generación de ideas y de compartirlas.
Los gobiernos abiertos inciden en el ciudadano, por encima del mantenimiento de las propias estructuras políticas y tienen un importante aliado en lo que Manuel Castells llamó La Sociedad Red. Son sociedades en las que la información viaja de manera natural por los nodos que la forman, teniendo valor por sí misma y no por los llamados principios de autoridad, filtros que en ocasiones se desarrollan ante la necesidad de seleccionar la información aparentemente más deseable entre tanta infoxicación. No voy a entrar ahora en explicar el ecosistema de información que tenemos, pero es evidente que tiene algunas debilidades en cuanto a la abundancia y falta de selección de esa información, debilidad en cuanto a la imposibilidad de acceder a toda la información relevante, no en cuanto a la abundancia en sí.
En este entorno la propia dinámica favorece sin duda la aparición de empresas que se insertan en este tipo de sociedades y participan de sus modelos de uso y desarrollo. Resulta más fácil desarrollar estrategias abiertas dentro de la empresa si nuestro entorno favorece esas dinámicas que en sociedades más cerradas y que controlen la información.
La Sociedad Abierta tecnológica
Me quiero referir ahora a un tipo de sociedad que se basa en el uso de herramientas y tecnologías que favorecen la apertura y el compartir la información de la que hablamos. Y me quiero referir a ella para decir que es irrelevante. La existencia de ese tipo de tecnología es irrelevante para la existencia de una Sociedad Abierta o una Empresa Abierta. Es cierto que puede (y de hecho lo hace) facilitar y potenciar la apertura, el compartir información, la creación y aparición de redes… pero no son críticos para la existencia de ese tipo de sociedad y/o empresa. De hecho los autores que he mencionado al principio que definieron el concepto de Sociedad Abierta nunca utilizaron ni conocieron Internet o los Medios Sociales.
Resulta por tanto clave tener en cuenta que el desarrollo de un modelo de Empresa Abierta no depende del uso de determinadas herramientas, aunque como digo pueden facilitarlo y acelerarlo.
Así que, respondiendo a la pregunta de Delfina ¿Se necesita una Sociedad Abierta para imaginar una Empresa Abierta? Mi respuesta es no, no son imprescindibles. Recordemos que una de las características fundamentales de la Empresa Abierta es la porosidad de sus “fronteras” la capacidad que tienen para hacer que circule la información y el conocimiento tanto de dentro afuera, como de fuera adentro. Y aquí está una de las claves, porque si podemos generar flujos de información que me permitan captar información del exterior para integrarlo a mis procesos estaré plantando la semilla de la Empresa Abierta. Es posible que la sociedad u otras empresas no hayan generado esa capacidad o apuesten por ese modelo de creación común, pero sí que mi empresa haya sido capaz de ampliar sus fuentes de información hacia el exterior.
Es decir, no se necesita una Sociedad Abierta para imaginar una Empresa Abierta, pero sin duda la potencia y ayuda a su natural desarrollo. Al final la decisión de ser una Empresa Abierta o no es de la propia organización (aunque está claro que el entorno va a influir), y si así lo decide va a tener recursos para, si no desarrollar todo el potencial de la estrategia abierta, sí implementar algunas dinámicas y modos de gestión que la van a enriquecer y permitir mejorar sus procesos, productos y resultados.
 FUENTE: Publicado en http://www.juansobejano.com/2013/04/02/%C2%BFse-necesita-una-sociedad-abierta-para-imaginar-una-empresa-abierta/

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