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Por Estela Sotelo
Nuestra Periodista / Colaboradora Estela Sotelo vive en España y su opinión sobre la crisis comparada entre lo que sucede en España y Argentina es por demás interesante e imperativo leerla.
Su nota: País en crisis vs. País “crisado”
Cuando llego a Argentina, últimamente me encuentro con la preocupación de amigos y familiares por la situación de “crisis” en España donde resido.
Frente a la real, sincera e ingenua preocupación por parte de mis interlocutores, no debo esbozar siquiera, una sonrisa.
¿Se acuerdan de aquello que dice:”el muerto se asusta del degollado”? Es sencillamente ridículo que un muerto se asuste de otro muerto aunque las circunstancia de las muertes sean diferentes, el resultado es el mismo, los dos están muertos.
Aunque si analizamos un poquito más esta frase, hasta podríamos decir que el primer muerto se murió por enfermedad, y el otro estaba sano y ve de pronto interrumpida su vida.
Esta analogía, se podría aplicar perfectamente, con análisis incluido a los dos países, Argentina sería el primer muerto y España el segundo. Es verdad, en los dos casos estamos mal. Sin embargo hay diferencias como en el caso del muerto y del degollado.
También hay similitudes.
Las diferencias son muchas, por ejemplo España alcanzó un estado de bienestar (que es cierto ahora toca pagar) que Argentina no alcanzó nunca. De ese estado de bienestar se puede ahora apretar el cinturón, entre otras cosas, porque tenemos cinturón.
Sin seguir analizando en este apartado, mi pregunta es: Argentina es un país en crisis o “crisado” (término acuñado por mí) por sus permanentes crisis.
No me gusta vivir en un país con crisis, pero mucho menos me gustaría vivir en un país crisado.
La similitud preponderante es la corrupción. En ambos países existe una corrupción a todos los niveles.
Hace poco leí un interesante artículo donde decía que Grecia es un país con alta corrupción y como ejemplo mencionaba que ante una encuesta de personas que tenían en sus residencias piscina, sólo un ciudadano griego declaró tenerla.
Ante la posibilidad de recortes e impuestos, etc., por tener piscinas, prácticamente nadie declara tener piscina en su casa.
¿Cómo se puede esconder la piscina? ¿Cómo no verla desde cualquier altura? No hace falta sobrevolar para descubrirlas.
El artículo concluía que la corrupción es una causa importante de crisis económica, sobre todo a nivel de país.
Si se puede elegir me quedo en un país con crisis como España, donde aún no hay una gran indefensión ciudadana, dónde todavía se respeta al otro, donde todavía hay uno de los niveles de solidaridad más importantes de Europa y tal vez, del mundo. Dónde todavía se puede decir lo que piensas, dónde no se meten en la vida de los demás de modo invasivo, tal vez siguiendo un proverbio español que dice “cada uno en su casa y Dios en la de todos”. Donde se puede pasear con un bolso de firma o sin ella, sin el permanente temor que te lo arranquen, donde la gente disfruta del ocio en la manera que pueda, dónde se sigue disfrutando a pesar de todo, dónde la familia está en una buena posición dentro de la escala de valores, dónde el carácter sigue siendo optimista, en suma, donde la gente sabe vivir.
Por esto ante la pregunta preocupada de los argentinos sobre la crisis española tiene como respuesta una sonrisa de incredulidad hacia adentro, como preguntándome ¿de verdad los argentinos están preocupados de las crisis extranjeras, ajenos a la propia?
¿Cómo puede ocurrir esto? Es que necesitamos que el otro esté mal para que mi mal sea menor o igual, para no sentirme peor. Entonces acepto mi mal mientras el otro también esté mal, sin más. Sin ocuparme de mi propio mal malentendiendo que aceptación no significa siempre resignación.
Además la mala gestión de la distribución de las riquezas, la mala gestión gubernamental repetidas en el tiempo, las malas administraciones estatales y particulares, etc. unido a la mala educación, a la escasa preferencia por los valores como el agradecimiento y, sobre todo, al respeto por los demás, por sus ideas, por sus pertenencias, por sus vidas, hace que Argentina lo tiene mucho más difícil, y esto conlleva que los argentinos sólo deben preocuparse y ocuparse (cada uno en su esfera) por lo que pase en casa, antes de atisbar qué pasa en la casa de sus vecinos.
FUENTE: Publicado en www.pdeqdigital.com
Por Estela Sotelo
Nuestra Periodista / Colaboradora Estela Sotelo vive en España y su opinión sobre la crisis comparada entre lo que sucede en España y Argentina es por demás interesante e imperativo leerla.
Su nota: País en crisis vs. País “crisado”
Cuando llego a Argentina, últimamente me encuentro con la preocupación de amigos y familiares por la situación de “crisis” en España donde resido.
Frente a la real, sincera e ingenua preocupación por parte de mis interlocutores, no debo esbozar siquiera, una sonrisa.
¿Se acuerdan de aquello que dice:”el muerto se asusta del degollado”? Es sencillamente ridículo que un muerto se asuste de otro muerto aunque las circunstancia de las muertes sean diferentes, el resultado es el mismo, los dos están muertos.
Aunque si analizamos un poquito más esta frase, hasta podríamos decir que el primer muerto se murió por enfermedad, y el otro estaba sano y ve de pronto interrumpida su vida.
Esta analogía, se podría aplicar perfectamente, con análisis incluido a los dos países, Argentina sería el primer muerto y España el segundo. Es verdad, en los dos casos estamos mal. Sin embargo hay diferencias como en el caso del muerto y del degollado.
También hay similitudes.
Las diferencias son muchas, por ejemplo España alcanzó un estado de bienestar (que es cierto ahora toca pagar) que Argentina no alcanzó nunca. De ese estado de bienestar se puede ahora apretar el cinturón, entre otras cosas, porque tenemos cinturón.
Sin seguir analizando en este apartado, mi pregunta es: Argentina es un país en crisis o “crisado” (término acuñado por mí) por sus permanentes crisis.
No me gusta vivir en un país con crisis, pero mucho menos me gustaría vivir en un país crisado.
La similitud preponderante es la corrupción. En ambos países existe una corrupción a todos los niveles.
Hace poco leí un interesante artículo donde decía que Grecia es un país con alta corrupción y como ejemplo mencionaba que ante una encuesta de personas que tenían en sus residencias piscina, sólo un ciudadano griego declaró tenerla.
Ante la posibilidad de recortes e impuestos, etc., por tener piscinas, prácticamente nadie declara tener piscina en su casa.
¿Cómo se puede esconder la piscina? ¿Cómo no verla desde cualquier altura? No hace falta sobrevolar para descubrirlas.
El artículo concluía que la corrupción es una causa importante de crisis económica, sobre todo a nivel de país.
Si se puede elegir me quedo en un país con crisis como España, donde aún no hay una gran indefensión ciudadana, dónde todavía se respeta al otro, donde todavía hay uno de los niveles de solidaridad más importantes de Europa y tal vez, del mundo. Dónde todavía se puede decir lo que piensas, dónde no se meten en la vida de los demás de modo invasivo, tal vez siguiendo un proverbio español que dice “cada uno en su casa y Dios en la de todos”. Donde se puede pasear con un bolso de firma o sin ella, sin el permanente temor que te lo arranquen, donde la gente disfruta del ocio en la manera que pueda, dónde se sigue disfrutando a pesar de todo, dónde la familia está en una buena posición dentro de la escala de valores, dónde el carácter sigue siendo optimista, en suma, donde la gente sabe vivir.
Por esto ante la pregunta preocupada de los argentinos sobre la crisis española tiene como respuesta una sonrisa de incredulidad hacia adentro, como preguntándome ¿de verdad los argentinos están preocupados de las crisis extranjeras, ajenos a la propia?
¿Cómo puede ocurrir esto? Es que necesitamos que el otro esté mal para que mi mal sea menor o igual, para no sentirme peor. Entonces acepto mi mal mientras el otro también esté mal, sin más. Sin ocuparme de mi propio mal malentendiendo que aceptación no significa siempre resignación.
Además la mala gestión de la distribución de las riquezas, la mala gestión gubernamental repetidas en el tiempo, las malas administraciones estatales y particulares, etc. unido a la mala educación, a la escasa preferencia por los valores como el agradecimiento y, sobre todo, al respeto por los demás, por sus ideas, por sus pertenencias, por sus vidas, hace que Argentina lo tiene mucho más difícil, y esto conlleva que los argentinos sólo deben preocuparse y ocuparse (cada uno en su esfera) por lo que pase en casa, antes de atisbar qué pasa en la casa de sus vecinos.
FUENTE: Publicado en www.pdeqdigital.com
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