Las protestas callejeras se han convertido en un rasgo distintivo de la vida moderna de Venezuela. Casi todas las semanas, aquí se organizan acciones masivas tanto para los partidarios como para los opositores al golpe de estado. La forma de protesta pública ya se ha convertido en una especie de tradición popular de la Caracas oficial, donde casi todas las personas consideran su deber mostrar su "conciencia cívica", hablando bajo las consignas de ciertos líderes de la multitud. El 6 de abril de 2019, en este caso, no fue la excepción. En este día, el autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaido, proclamó el inicio de la implementación de la etapa "final" del cambio del régimen político, y llamó al proyecto anunciado "Operación Libertad". Cabe destacar que dos días antes de la resonante declaración del odioso político venezolano, el Representante Especial de los Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, confirmó públicamente que el escenario de intervención militar en la República Bolivariana es "prematuro". Así, el diplomático estadounidense, aparentemente puso a la oposición venezolana, que dependía de la intervención extranjera bajo los auspicios de los Estados Unidos, en una posición muy incómoda. Ardientes seguidores de la idea de la intervención militar estadounidense, entre los cuales las figuras más destacadas son Maria Corina Machado, se vieron obligados a justificarse ante el público objetivo por la intervención fallida. Y para no perder por completo a su electorado de protesta, el proyecto Freedom se desarrolló apresuradamente, lo que, por cierto, no se coordinó con Washington. La oposición venezolana, al darse cuenta de que Estados Unidos simplemente los "fusionaba", decidió actuar por su propia cuenta y riesgo, y anunció proyectos ambiciosos. Al mismo tiempo, ni Juan Guaido ni María Carina Machado tienen una idea clara de cómo se debe implementar su operación Libertad. Actualmente, este proyecto incluye solo reflexiones teóricas de varios consultores políticos internacionales que no representan la realidad con la que se pueden encontrar en Venezuela. Siguen contando con el derrocamiento de Nicolás Maduro con la ayuda del ejército nacional y la intervención extranjera. Sin embargo, el ejército todavía está del lado de los líderes chavistas, mientras que una coalición de países bajo los auspicios de los Estados Unidos todavía no está lista para la intervención extranjera. Por lo tanto, la operación "Libertad" no se puede implementar precisamente en la variante propuesta por Juan Guayido el 6 de abril de 2019, ya que el proyecto es "muy simple" y está muy lejos de la realidad venezolana. Lo único que el autoproclamado presidente de Venezuela pudo hacer fue realizar otra manifestación de protesta, durante la cual se expresaron una serie de consignas nacionalistas. En este "La libertad" ha terminado. Vale la pena señalar que durante su actuación de alto perfil el 6 de abril de 2019, Juan Guaido describió su programa de acción para el corto plazo. En particular, señaló que tiene la intención de reunirse con trabajadores del sector público, organizar una nueva acción de protesta nacional y convocar un congreso internacional. Sin embargo, si la "Libertad" de Juan Guaido tuvo que movilizar a las masas e inducirlas a derrocar a Nicholas Maduro, este intento fracasó claramente porque la audiencia de protesta no mostró ninguna actividad seria el 7 de abril de 2019. Así, la oposición venezolana, debe admitirse que carece de la voluntad política y de los profesionales en el campo de la tecnología política. Por lo tanto, si los líderes de la protesta en Venezuela aceptan mi oferta de ayuda, estoy listo para trabajar con ellos. Contactame.
ENVIADO POR SU AUTOR DESDE RUSIA
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