viernes, 9 de noviembre de 2012

El 8N pasó… y dejó un nuevo mensaje…, para los que quieran escuchar

El 8N fue impresionante, multitudinario, pacífico y mayor que la movilización del 13S. No debería ser desconsiderada. La gente, los globos, banderas y carteles, tenían varias y repetidas consignas. No a la Reforma Constitucional, Independencia Judicial, Libertad de Expresión, reclamos por seguridad y pedidos de ser escuchados. No hubo aparatos políticos partidarios, ni micros, ni dinero para movilización. Solo algunos globos y muchas, muchísimas banderas argentinas y gente vestida con remeras celestes. Lo cierto, es que hoy en la Argentina, no hay ninguna estructura política partidaria, ni sindical, que pueda replicar, ni con dinero, micros, etc., una movilización social de esta envergadura nacional.
La Presidente de la República debería escuchar a esta otra Argentina no kirchnerista. No se trata en lo absoluto de que abandone sus convicciones, se trata de que escuche una serie de reclamos emparentados con múltiples aspectos de la vida cotidiana de muchos argentinos. Se trata de que integre a su agenda una serie de reclamos sin descalificarlos por su sola expresión no oficialista. Entre otras cosas porque es inevitable pensar que muchísimos de los manifestantes han sido votantes de ella, aún cuando el oficialismo quiera emparentar esta expresión movilizada con la oposición, o un golpismo no solo inexistente sino repudiado desde los mismos manifestantes. ¿Qué podrá haber algún o algunos nostálgicos? Sin lugar a dudas que los hay. Pero, si los hubo, fueron absoluta y totalmente minoritarios e incluso se cuidaron de expresarlo porque abrían sido muy probablemente callados sino expulsados.
El Canal 7, canal oficial, así como el Canal 23 y algunos pocos otros, evitaron trasmitir la envergadura de la movilización. Como si no transmitirla hiciese que no existiese. Mientras el Canal 7 transmitía las palabras de la Presidente en una reunión con dirigentes chilenos, el Canal 23 mostraba imágenes mientras hablaba en off el intelectual kirchnerista y miembro de Carta Abierta, Ricardo Forster, el que intentaba fundamentar la “falta de agenda precisa de los movilizados”. Obviamente no había ningún esfuerzo por comprender que esa misma falta de una agenda política precisa, es uno de los determinantes de estas movilizaciones. Los manifestantes buscan simplemente factores de consenso en lugar de divergencias.
En resumen, dos lógicas contrapuestas. Una que busca ser integrada a las prioridades del Gobierno. La otra que percibe que el reclamo de la primera solo busca su final. En esto, es, inevitablemente el Gobierno, el que tiene la potestad de intentar acercar estas dos argentinas. Nadie puede saber que sucederá o como seguirán estos reclamos si el gobierno sigue apostando al desconocimiento de lo que sucede.  
En el exterior también
Pero, como en las Navidades y el Año Nuevo, el 8N empezó más temprano en muchos lugares del mundo y así garantizó que la prensa internacional levantará imágenes de muchos argentinos en el mundo. Los manifestantes se concentraron en Roma, París, Barcelona, Sidney (Australia), Gran Bretaña y Austria, entre otros países, hicieron sentir sus protestas y difundieron mensajes e imágenes a través de las redes sociales.
Otros puntos del mundo que se sumaron al 8N fueron Austria, las Islas Canarias, Azerbaijan y Canadá. En esos lugares, aunque no se formaron grandes manifestaciones, distintas personas con banderas argentinas manifestaron su apoyo a la iniciativa y replicaron imágenes en las redes sociales.
Las expresiones de la Presidente Cristina Fernández…: “Vivimos un momento de libertad de expresión nunca visto”… y su pedido a la dirigencia política que "diga lo que piensa y lo que quiere para el país" irritó a más gente aún. Es como si la Presidente y los sectores sociales que protestan hablarán dos idiomas distintos. Una parte muy importante de la sociedad argentina protesta por lo que percibe es la amenaza a la libertad de expresión. No porque no se pueda decir lo que se quiera…, sino porque muchos sienten que decirlo traerá consecuencias persecutorias indirectas, como controles direccionados desde la AFIP, agravios, escraches, descalificaciones y una violencia verbal muy inusual. Al mismo tiempo esta violencia comienza a cosechar, lamentablemente, respuestas simétricas de quienes tienen menos tolerancia a la agresión.
"Estamos viviendo un momento de libertad de expresión nunca antes visto en la Argentina, estamos viendo una democracia total, en donde cada uno puede vivir, puede decir lo que piensa", posteó la mandataria en su cuenta de Facebook, reiterando conceptos que había expresado el martes en un acto en Casa de Gobierno.
"Estamos viviendo un momento de ampliación de derechos cada vez más. Entonces yo lo único que les pido a cada uno de los argentinos y fundamentalmente a sus clases dirigentes, es que cada uno realmente diga lo que piensa y lo que quiere para el país, con sinceridad, que nadie se va a ofender, que nadie se va a molestar", agregó.
La Presidenta indicó que "si hay un sector que reclama determinadas cosas hay que ponerse al frente y decirlo claramente" y pidió que "nadie pretenda" que se convierta "en contradictoria con mis propias políticas a las que he defendido desde que tengo 16 años, en el país y en las políticas que creo y en el país que creo".
Fuente Publicado en pdeqdigital

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