El 8N pasó… y dejó un nuevo mensaje…, para los que quieran escuchar
El 8N fue impresionante, multitudinario,
pacífico y mayor que la movilización del 13S. No debería ser
desconsiderada. La gente, los globos, banderas y carteles, tenían varias
y repetidas consignas. No a la Reforma Constitucional, Independencia
Judicial, Libertad de Expresión, reclamos por seguridad y pedidos de ser
escuchados. No hubo aparatos políticos partidarios, ni micros, ni
dinero para movilización. Solo algunos globos y muchas, muchísimas
banderas argentinas y gente vestida con remeras celestes. Lo cierto, es
que hoy en la Argentina, no hay ninguna estructura política partidaria,
ni sindical, que pueda replicar, ni con dinero, micros, etc., una
movilización social de esta envergadura nacional.
La Presidente de la República debería
escuchar a esta otra Argentina no kirchnerista. No se trata en lo
absoluto de que abandone sus convicciones, se trata de que escuche una
serie de reclamos emparentados con múltiples aspectos de la vida
cotidiana de muchos argentinos. Se trata de que integre a su agenda una
serie de reclamos sin descalificarlos por su sola expresión no
oficialista. Entre otras cosas porque es inevitable pensar que
muchísimos de los manifestantes han sido votantes de ella, aún cuando el
oficialismo quiera emparentar esta expresión movilizada con la
oposición, o un golpismo no solo inexistente sino repudiado desde los
mismos manifestantes. ¿Qué podrá haber algún o algunos nostálgicos? Sin
lugar a dudas que los hay. Pero, si los hubo, fueron absoluta y
totalmente minoritarios e incluso se cuidaron de expresarlo porque
abrían sido muy probablemente callados sino expulsados.
El Canal 7, canal oficial, así como el
Canal 23 y algunos pocos otros, evitaron trasmitir la envergadura de la
movilización. Como si no transmitirla hiciese que no existiese. Mientras
el Canal 7 transmitía las palabras de la Presidente en una reunión con
dirigentes chilenos, el Canal 23 mostraba imágenes mientras hablaba en
off el intelectual kirchnerista y miembro de Carta Abierta, Ricardo
Forster, el que intentaba fundamentar la “falta de agenda precisa de los
movilizados”. Obviamente no había ningún esfuerzo por comprender que
esa misma falta de una agenda política precisa, es uno de los
determinantes de estas movilizaciones. Los manifestantes buscan
simplemente factores de consenso en lugar de divergencias.
En resumen, dos lógicas contrapuestas.
Una que busca ser integrada a las prioridades del Gobierno. La otra que
percibe que el reclamo de la primera solo busca su final. En esto, es,
inevitablemente el Gobierno, el que tiene la potestad de intentar
acercar estas dos argentinas. Nadie puede saber que sucederá o como
seguirán estos reclamos si el gobierno sigue apostando al
desconocimiento de lo que sucede.
En el exterior también
Pero, como en las Navidades y el Año
Nuevo, el 8N empezó más temprano en muchos lugares del mundo y así
garantizó que la prensa internacional levantará imágenes de muchos
argentinos en el mundo. Los manifestantes se concentraron en Roma,
París, Barcelona, Sidney (Australia), Gran Bretaña y Austria, entre
otros países, hicieron sentir sus protestas y difundieron mensajes e
imágenes a través de las redes sociales.
Otros puntos del mundo que se sumaron al
8N fueron Austria, las Islas Canarias, Azerbaijan y Canadá. En esos
lugares, aunque no se formaron grandes manifestaciones, distintas
personas con banderas argentinas manifestaron su apoyo a la iniciativa y
replicaron imágenes en las redes sociales.
Las expresiones de la Presidente
Cristina Fernández…: “Vivimos un momento de libertad de expresión nunca
visto”… y su pedido a la dirigencia política que "diga lo que piensa y
lo que quiere para el país" irritó a más gente aún. Es como si la
Presidente y los sectores sociales que protestan hablarán dos idiomas
distintos. Una parte muy importante de la sociedad argentina protesta
por lo que percibe es la amenaza a la libertad de expresión. No porque
no se pueda decir lo que se quiera…, sino porque muchos sienten que
decirlo traerá consecuencias persecutorias indirectas, como controles
direccionados desde la AFIP, agravios, escraches, descalificaciones y
una violencia verbal muy inusual. Al mismo tiempo esta violencia
comienza a cosechar, lamentablemente, respuestas simétricas de quienes
tienen menos tolerancia a la agresión.
"Estamos viviendo un momento de libertad
de expresión nunca antes visto en la Argentina, estamos viendo una
democracia total, en donde cada uno puede vivir, puede decir lo que
piensa", posteó la mandataria en su cuenta de Facebook, reiterando
conceptos que había expresado el martes en un acto en Casa de Gobierno.
"Estamos viviendo un momento de
ampliación de derechos cada vez más. Entonces yo lo único que les pido a
cada uno de los argentinos y fundamentalmente a sus clases dirigentes,
es que cada uno realmente diga lo que piensa y lo que quiere para el
país, con sinceridad, que nadie se va a ofender, que nadie se va a
molestar", agregó.
La Presidenta indicó que "si hay un
sector que reclama determinadas cosas hay que ponerse al frente y
decirlo claramente" y pidió que "nadie pretenda" que se convierta "en
contradictoria con mis propias políticas a las que he defendido desde
que tengo 16 años, en el país y en las políticas que creo y en el país
que creo".
Fuente Publicado en pdeqdigital
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