Un nuevo estudio publicado por New Frontier Data demuestra que la legalización de la marihuana a nivel federal generaría US$ 132.000 millones de ingresos fiscales a nivel federal, así como 1 millón de nuevos empleos.
Y esa cifra ni siquiera considera los ingresos fiscales estatales y municipales.
Ni tampoco toma en sus cálculos el crecimiento económico consecuencia de la creación de un millón de nuevos empleos a lo largo de ancho de la nueva cadena de producción de la marihuana.
Sin importar cuál sea tu posición política en este tema, es difícil oponerse a cifras tan significativas –más aún cuando estados como Colorado llevan ya más de cuatro años aceptando el uso de la marihuana para usos recreacionales.
En pocas palabras, el abogar por la marihuana legal podría ser la solución que tanto ha buscado Trump para ponerle números a sus logros presidenciales. La legalización es la solución obvia aquí.
Y por irónico que parezca, es posible que el fiscal federal Jeff Sessions esté acelerando este proceso.
Este mes Sessions publicó un nuevo memo en el que deshacía las políticas de la era de Obama que le impedía al gobierno federal interferir con la marihuana legal en estados en particular.
Su jugada fue un duro sacudón de mercado para las compañías dedicadas al cannabis.
También encendió la mecha de los estadounidenses que ya están hartos de que el gobierno haga de la vista gorda con la marihuana.
Aún si consideras personalmente que la marihuana para usos recreativos es ir demasiado lejos, ningún individuo racional podría argumentar seriamente que la marihuana debería seguir clasificada como narcótico de Clase 1, junto a la cocaína y el PCP.
De forma similar, es absurdo que el gobierno federal se oponga a las compañías farmacéuticas que quieren realizar estudios empleando los compuestos dentro de la marihuana en un intento por curar diferentes enfermedades.
Siendo totalmente objetivo, el gobierno federal está equivocado sobre la marihuana.
Así que el enorme paso atrás de Sessions en realidad podría terminar siendo el catalizador que los legisladores necesitan para actuar y descriminalizar la marihuana de una vez por todas.
La marihuana legal a nivel federal no solo le podría abrir la puerta a unos US$132.000 millones de ingresos fiscales y a un millón de trabajos –dos cosas que Estados Unidos sin duda necesita– sino que por primera vez en la historia las compañías estadounidenses de marihuana serían competidores reales para sus rivales extranjeros.
En el pasado Trump no ha tenido problemas para ponerle un alto a Sessions cuando ha tenido que hacerlo. Entre le pésima reputación que se han ganado los cambios de políticas del Fiscal General, y los miles de millones en ingresos de impuestos y el millón de trabajos posibles, no es difícil imaginar que el Presidente lo haga una vez más.
Échale un vistazo al comportamiento de índice de la marihuana estadounidense durante los últimos seis meses:
Queda claro que el cannabis estadounidense tiene un gran recorrido por delante.
Ya sea lo adores o no lo puedas ver ni en pintura, el Presidente Trump es un hombre de negocios, y como tal él nunca podría ignorar una oportunidad para embolsar tantos ingresos.
En definitiva, puede que la marihuana sea la solución que Trump tanto está buscando para este 2018.
Seguiré con un ojo bien puesto en esta situación a medida que se desarrolla.
Ray Blanco Para el Inversor Diario
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