Por diferentes razones, en Chile, la clase política ha generado en parte de la ciudadanía una fuerte crítica respecto a la aparente “imposibilidad” de contar con acuerdos en el futuro de nuestra Patria y sus altos destinos.
Esta imagen tiene cierto sustento en la aspiración de algunos políticos que han tratado de imponer proyectos excluyentes, sin dialogo y ni visión de Estado, fomentando consignas como la “retroexcavadora” como soluciones únicas respecto a las problemáticas que nos afectan, a los desafíos que debemos enfrentar y las distintas capacidades que debemos generar. Sin embargo, para comenzar a trabajar por el Chile para nuestros nietos, con una visión de futuro y progreso, el camino es muy distinto. La historia de nuestra República nos lleva a concluir que debemos buscar “puntos de unión” para generar lo mejor para nuestro país y todos sus habitantes.
Para esto es necesario generar una nueva mayoría social en Chile, la cual, debe considerar una ciudadanía activa y en movimiento, pero también lograr que las coaliciones políticas existentes, y así también las futuras, sean capaces de identificarse con las temáticas de la ciudadanía, comprendiendo su sentir, sus sueños y esperanzas en el futuro de nuestro país, centrándose en el bien común y no en luchas inertes que no nos permiten crecer.
Es en este contexto, aparentemente complejo pero llenos de oportunidades, es que hemos conformado un nuevo referente que posibilite trabajar, dialogar y concretar lo mejor para nuestra Patria, no importando militancia político partidista, fomentando principios de respeto republicano, la trascendencia de los valores del humanismo cristianos y comprender que las personas conforman nuestra realidad social, donde cifras frías no pueden explicar nuestro éxito por sí solas, centrándonos en las personas y su capacidad creadora.
La Federación Social Cristiana, es por lo tanto, una instancia de construir un dialogo, racional y con visión de futuro, captando las diferentes necesidades de nuestro país y lograr comprender la importancia de una política que aspira al establecimiento de el bien común, generando el progreso de los habitantes de nuestra Patria.
Es revivir diferentes experiencias políticas de nuestra historia, tal como fue la denomina “política de los acuerdos”, la que permitió hacer crecer nuestro país con una visión política de generosidad, servicio público y generando construir el futuro, buscando el bien superior del país por sobre intereses partidistas, ese mismo espíritu y vocación de generosidad que debemos asumir al pensar que nuestras acciones de hoy van conformando el Chile del mañana.
Estamos ante una posibilidad única frente a la historia que debemos construir, esa misma que en el pasado nos demostró como proyectos excluyentes nos han llenado de dolor, hoy debemos tomar acción y buscar un dialogo fraterno, por Chile y sus habitantes, construyendo en unión y con nuestras legítimas diferencias lo mejor para la Patria y sus altos destino, aquella que guiada por principios trascendentes nos brinda una nueva oportunidad de crear nuestro destino de progreso.
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