viernes, 23 de marzo de 2018

La fiebre de oro de las criptomonedas Por Greg Guenthner, desde Baltimore, Maryland

FedeJamás en la historia habíamos presenciado un mercado público dedicado a las ideas de fases tan tempranas, en el que una única jugada estratégica puede disparar tu valor un 500% o desplomarlo 75% en muy poco tiempo. Esto genera grandes riesgos y grandes oportunidades. 
Los inversores en criptomonedas están viviendo tiempos aciagos: la capitalización total del sector ha caído por debajo de los US$ 350.000 millones, un nivel que no veíamos desde diciembre de 2017… 
Si bien es imposible aislar la razón exacta de este sell-off, parte del problema nace de los comentarios polémicos hechos por los legisladores en la audiencia del Congreso del miércoles pasado, en la que se discutía el estatus legal de las ICO (ofertas iniciales de moneda). 
El debate se puso caliente cuando el diputado demócrata Brad Sherman, de California, llamó a las criptomonedas “ridículas” y “populares entre los tipos que se sientan en sus piyamas y les dicen a sus esposas que pronto serán millonarios”. No hay duda que estos comentarios provocaron a los entusiastas de las criptomonedas (y de las piyamas) de todo el mundo. 
Pero no todos los miembros del comité compartían esa opinión. El diputado republicano Tom Emmer, de Minnesota, miembro del Comité Blockchain (sí, hay un “Comité Blockchain”), defendió de forma clara esta tecnología. 
Argumentó que el Congreso no debería intentar regular algo que realmente no entiende en su totalidad, añadiendo que “el acceso al capital es algo que tanto demócratas como republicanos deberíamos celebrar”. 
Una nueva forma de invertir
En sus comentarios, Emmer hacía referencia a las ICO, un nuevo tipo de mecanismo de financiamiento que puede describirse como un híbrido entre el capital de riesgo y las ofertas públicas iniciales de las acciones. En estas ofertas sin regulación, los desarrolladores de proyectos cripto financian por medio del público general nuevos “tokens” digitales empleando el blockchain. 
Los inversores cambian su dinero por nuevos coins, los que luego pueden ser empleados dentro de estas redes para diferentes roles, como espacio de almacenamiento, capacidad de computación alquilable o para búsquedas anónimas en internet. 
El año pasado se dio la fiebre de oro digital por las ICO, con las ofertas de criptomonedas recaudando más de US$ 3.800 millones, lo que duplicó el capital de riesgo recaudado por las compañías de internet tradicionales. 
Y a pesar de que el mercado de las divisas digitales ha tenido problema tras problema este 2018, el capital total recaudado por las ICO en lo que va de año se acerca a los US$ 3.000 millones, con US$ 850 millones atribuidos solamente a una ICO perteneciente al servicio de mensajería de nube Telegram. 
Toda esta fiebre por invertir en ideas nuevas nos genera una duda: ¿por qué razón los únicos que pueden invertir de forma temprana en estas tecnologías son los inversores de riesgo, los fondos de cobertura y los individuos más adinerados? 
Por su parte, el público general se queda luchando por las migajas después de que la mayoría de las ganancias han sido absorbidas por los mercados privados. 
En un artículo publicado recientemente, defendí la idea que gran parte de la demanda por estos nuevos activos cripto emana de inversores que se perdieron por completo las ganancias colosales que brindaron compañías hoy en día icónicas, como Amazon o Facebook. 
Mientras que la mayor parte de las ganancias las capturaban los inversores de riesgo y los más adinerados del mercado gracias a su inversión temprana, el público general tuvo que ponerse los pantalones para ver si lograba hacer algo una vez que estas compañías comenzaban a cotizar en la Bolsa –y todo por la codicia de la élite. 
Ese fue el caso con la anticipada Snap Inc. (NYSE: SNAP) y con Blue Apron Holdings Inc. (NYSE: APRN), cada una con caídas del 40% y 75% respectivamente desde su primer día de trading. 
Las inversiones tempranas también tienen sus riesgos
Las criptos con una clase única de activo que, por primera vez, le permite a los inversores comunes invertir en las fases tempranas de un proyecto determinado. Las grandes oportunidades conllevan grandes riesgos, y los activos de tipo cripto son más volátiles que cualquier otra clase visto en el mercado en historia reciente. 
Jamás en la historia habíamos presenciado un mercado público dedicado a las ideas de fases tan tempranas, en el que una única jugada estratégica puede disparar tu valor un 500% o desplomarlo 75% en muy poco tiempo. En las inversiones de riesgo generalmente era necesario esperar a que se diera otra ronda de financiamiento antes de saber si tu inversión inicial había quedado en ganancia o pérdida. 
Últimamente, los inversores de las criptos se han estado percatando de que lograr entrar de forma temprana a un emprendimiento no necesariamente significa que el proyecto en efecto volará como un cohete. De hecho, la gran mayoría de los start-ups fracasan, y por eso resulta especialmente importante medir correctamente el tamaño de tus posiciones, así como diversificar tu riesgo en las inversiones de etapas tempranas. 
Pero si logras encontrar solo unos pocos proyectos de ganancias de 1.000% o 10.000%, las recompensas sin lugar a duda superan las pérdidas. 
Para eso en Especulación Inteligente preparamos el libro “Criptorevolución”, que apunta a aclarar todas las dudas que pueda tener un inversor novato que quiera ganar con este mercado. Saludos, 
Greg Guenthner 
Para El Inversor Diario

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