Existen ciertos comentarios que pululan por la calle a diario y se repiten como indudables. El origen es totalmente desconocido y de tanto ir y venir estos dichos, algunos de muy bajo calibre moral, se convierten en verdaderos “clásicos” presuntas “verdades universales”
que, pese a su poca probada legitimidad, muchos se niegan a aceptar como apócrifos y por torpeza, inexperiencia o exceso de credulidad, incontables ciudadanos son transmisores de estos innumerables patrañas, cuya característica principal es la gran desconfianza hacia la actividad política y los políticos.
Así, existen verdaderas leyendas urbanas en nuestra provincia que nadie las desmienten. Según estas ficciones, la mayoría de los grandes campos y estancias fuera y dentro de la provincia, serían propiedad de funcionarios y existirían pistas de aterrizajes de aviones narcos del Paraguay y Bolivia. Asimismo que todas las grandes obras públicas son adjudicadas a empresas, propiedad de ellos mismos.
Así también se divulgan leyendas en la que se discuten en que ranking se ubica el legislador mengano como millonario de la región. Que si se pertenece a determinado y renombrado club internacional se pasa a pertenecer a una logia protegida y relacionada con el poder político y económico. Que los dueños de las empresas privatizadas monopólicas de la provincia, son los mismos gobernantes privatizadores. Que los principales comercios gastronómicos serían propiedad de altos funcionarios, amigos y abogados del poder. Que el ciento por ciento de las exportaciones son manejadas por funcionarios oficiales y/o sus familiares. Que todo nuevo inversor, es simple testaferro de los gobernantes. Que, varios supermercados de la región serían también propiedad de ex funcionarios. Grandes emprendimientos agrícolas, ganaderos, ictícolas, etc., funcionarían a costo cero, porque sus dueños, todos empleados y funcionarios de jerarquía, son pagados con el erario público, y usarían maquinarias, automotores de Uso Oficial Exclusivo y empleados de la provincia para su mantenimiento, etc. y lo más insólito de ese imaginario popular es que los propietarios van rotando según quienes son los gobernantes de turno.
De tanto recorrer, estas mentiras son consideradas innegables y por si fuera poco la hacen transitar por Internet como medio de comunicación anónimo y masivo, llenado de basura las casillas de correo con estas colosales mentiras.
Estas leyendas urbanas, sumadas a los bombardeos mediáticos, dicen los que usufructúan el poder, son parte de la herramienta cultural pergeñada por los dueños del poder internacional, para instalar en el inconsciente colectivo la más poderosa arma de los tiempos de la comunicación globalizada: la ingeniería social que modificó los objetivos nacionales, subordino las decisiones soberanas, centralizo la riqueza, se apropió del ahorro interno genuino, destruyó el perfil industrial, inserto el mercado como estabilizador social, estimulo el consumismo, abrió la economía, flexibilizo las condiciones laborales y logró el colchón de desocupación necesario para que la Argentina siga sometida a los organismos de créditos multilaterales.
Lo cierto es que, últimamente las “leyendas urbanas” se hicieron realidad, por culpa de los mismos representantes del pueblo y funcionarios encargados de administrar la Cosa Pública, sabiéndolo o
no, actúan a través de un plan articulado de objetivos claros, que
fueron dando como resultado una Argentina corrupta que hoy vivimos, que se fue llevando a cabo una profunda campaña de desprestigio para deteriorar las capacidades del hombre argentino, desde el mismo cuestionamiento profundo atemporal de los hechos de la historia hasta la actual demolición del Estado como institución, desde y la actual “ demonización de la política” por los propios actores, como la crucifixión de los dirigentes de cualquier institución desde los gremios hasta los clubes de fútbol, desde la familia como institución contenedora hasta el racismo con nuestros hermanos latinoamericanos, desde estigmatizar la pobreza criminalizándola hasta condenar las instituciones de la República en todos sus estamentos.
Muchas veces la sociedad en su indefensión, trata de ejercitar esta especie de crítica social, dando palos de ciego y al aire, tratando de degradar a su dirigencia política, que no cumple con ella. La política y la sociedad comparten una misma senda y se responsabilizan de los mismos logros. Es la sociedad formoseña en su conjunto la responsable final de su destino político, caso contrario nuestra Fermosa seguirá siendo noticia por “Drogas” y otras yerbas….
* Abogado- Desde Formosa
ENVIADO POR SU AUTOR
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