Por The Heritage Foundation y The Wall Street Journal
La Argentina se mantuvo entre los diez países con mayores restricciones a la economía durante el último año, al ubicarse en el triste puesto 169° a nivel mundial y en el puesto 27° sobre 29 países relevados en la región, donde sólo Venezuela y Cuba se encuentran peor. La lamentable conclusión surge de un informe realizado por The Heritage Foundation, en conjunto con The Wall Street Journal, acerca de la libertad económica en 178 naciones.
El estudio, llevado a cabo durante el segundo semestre de 2014 y el primero de 2015, sostiene que tal posición está vinculada a las medidas proteccionistas aplicadas por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y a la injerencia del Estado como agente regulador del mercado.
Con respecto a otros países de América latina, Chile se ubica en el séptimo puesto, sólo superado por Hong Kong (primer lugar), Singapur, Nueva Zelanda, Suiza, Australia y Canadá, y por encima de Irlanda, Estonia y el Reino Unido, quienes se hallan en los diez primeros lugares del ranking. Por otro lado, Colombia ocupa el puesto 33° , Uruguay el 41° y Perú el 49°, mientras que Paraguay fue colocado en el 83° , Brasil en el 122° y Bolivia en el 160° . Venezuela, Cuba y Corea del Norte son los países con menor libertad económica.
El índice para medirla y dar la nota de cada país está basado en diez factores cuantitativos y cualitativos, entre los cuales pueden mencionarse el derecho de propiedad, el nivel de gasto público, la libertad de comercio, la flexibilidad en el movimiento de capitales, las demoras burocráticas para importar y exportar, la percepción de la corrupción y la libertad de inversión y de trabajo.
La medición comentada destaca que la corrupción asoló a la sociedad argentina y que la violencia relacionada con las drogas aumentó a medida que las organizaciones criminales internacionales utilizaron el país como una base de operaciones y como ruta de tránsito a otros destinos. En cuanto al sistema judicial, señala que existen jueces incompetentes y corruptos, y que los tribunales inferiores tienen un elevado grado de politización, si bien la Corte Suprema mantuvo una relativa independencia a pesar de la intensa presión ejercida por el gobierno anterior.
Subraya que las deficiencias institucionales socavaron las bases de un desarrollo económico duradero y que la presión regulatoria sobre el sector privado siguió creciendo, con medidas de corte populistas y controles de precios que distorsionaron los mercados. En tanto, el mercado laboral permaneció rígidamente controlado y obstaculizó seriamente la creación de empleo.
Las naciones que más rápido se han desarrollado y que mejor han podido enfrentar las crisis económicas han sido aquellas que defendieron y mantuvieron sus libertades, a diferencia de las que optaron por introducir trabas, regulaciones, prohibiciones o medidas proteccionistas al comercio exterior, limitaciones a la propiedad, la inversión, la libre producción y la circulación de la riqueza. Sólo con un clima de libertad económica y de pleno respeto a las leyes y las instituciones podrán controlarse y mejor aún, eliminarse las variables que atentan contra la competitividad y transmiten mayor incertidumbre al inversor.
ENVIADO POR ARTURO NAVARRO - http://www.arturonavarro.com.ar/
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