Uno de los mayores ganadores del Brexit, la victoria de la salida del Reino Unido de la UE en el referéndum del jueves, puede ser Fráncfort. La capital financiera de Alemania parte como la mejor colocada para atraer a los bancos de inversión y firmas de mercado que decidan abandonar total o parcialmente la City, y así tomar el relevo de Londres como centro financiero de Europa. No obstante, París ha lanzado una campaña para tratar de hacerle sombra y las ciudades asiáticas emergen como gran alternativa ante la previsible pérdida de peso de nuestro continente en el mundo.
Como ha informado El Confidencial esta semana, muchas entidades financieras se planteaban trasladar gran parte de sus operaciones y de su plantilla al continente si este resultado se confirma, una decisión que deben tomar ahora tras el referéndum. París y Fráncfort ya han puesto la alfombra roja para atraerlos. La capital francesa presume de su infraestructura y su glamur, pero tiene en contra su elevada fiscalidad. Otras ciudades como Dublín o Ámsterdam también se están moviendo en este sentido, aunque con menos posibilidades. Por el contrario, ni Madrid ni Barcelona han tomado ninguna iniciativa para explotar las ventajas de España.
El secretario del Tesoro británico, George Osborne (C) en la Bolsa de Londres. (Reuters)
"En Fráncfort se están frotando las manos con el Brexit", asegura un directivo español del sector financiero afincado en Londres. Explica que la ciudad alemana es el destino preferido como centro financiero por su infraestructura y, sobre todo, porque allí está la sede del BCE: "Si de lo que se trata es de separar las actividades en Reino Unido y en la zona euro, lo lógico es llevar estas al centro del poder financiero de la región. Y ese centro es Fráncfort".
De momento, ayer los grandes bancos de inversión mantuvieron un día frenético de reuniones y conferencias con clientes, por lo que todavía no han empezado a adoptar decisiones sobre este posible cambio de sede. El único que hizo un comunicado al respecto fue Goldman Sachs, en el que afirmaba que "tiene una larga historia de adaptación al cambio". "Trabajaremos con las autoridades relevantes a medida que los términos de la salida se aclaren. Nuestra prioridad, como siempre, sigue siendo dar servicio a las necesidades de nuestros clientes", añadía.
París, frenada por los impuestos
En la actualidad Londres es, con diferencia, el mayor centro financiero de Europa. En torno a un tercio de toda la operativa denominada en euros se hace desde la City, a pesar de que el Reino Unido nunca ha pretendido pertenecer a la zona euro. Ahora, el nuevo escenario puede tener implicaciones incluso laborales, como la exigencia de visado a los trabajadores no británicos, tal como alerta Natixis. De hecho, el banco británico HSBC anunció hace unos meses que trasladaría al 20% de su fuerza laboral, unos 1.000 empleados, de Londres a París. Esto afectaría a todas las áreas, desde la mesa de 'trading' a la banca de inversión.
El presidente francés, François Hollande, en su declaración del viernes sobre el Brexit. (Reuters)
El Ayuntamiento de París ha lanzado una campaña para competir con Fráncfort con el elocuente eslogan "Welcome to Europe", para la que la élite política francesa ha aparcado su relación ambivalente con el mundo financiero. El presidente galo, François Hollande, declaró en 2012 que las altas finanzas eran su "enemigo" cuando propuso elevar el tipo impositivo para los "ricos" hasta el 75%. Pero ahora eso ha quedado en el olvido e incluso se ha lanzado un grupo para promocionar a Francia como centro financiero llamado Paris Europlace.
Los impuestos son el gran lunar de la candidatura francesa: según la Federación Francesa de Banca, un salario neto de 300.000 euros anual pagado en Reino Unido cuesta al banco 352.740 euros una vez incluidos todos los impuestos y cotizaciones. En Francia, esa misma retribución le costaría 471.799 euros.
Asia puede aprovechar la ocasión
Si vamos un paso más allá, algunos observadores aventuran que podemos estar ante una ocasión inmejorable para que las plazas asiáticas tomen el relevo de las europeas como centros financieros mundiales. Si el Brexit debilita el crecimiento económico de la UE y, sobre todo, el proceso de integración europea (si no acaba directamente con él), la zona euro puede sufrir una importante pérdida de peso en la operativa financiera internacional. Y el principal beneficiado sería Asia, donde las cifras de crecimiento siguen siendo mucho más altas (pese a las crisis cíclicas) y donde los mercados financieros están viviendo un desarrollo acelerado.
"Si los bancos de inversión tienen que trasladar su sede desde Londres tras el Brexit, lo lógico es que se planteen una reorganización de su actividad y, en ese caso, es muy probable que amplíen su presencia en Asia en detrimento de Europa", explica un gestor de fondos independiente.
http://www.elconfidencial.com/mercados/2016-06-25/francfort-se-frota-las-manos-el-futuro-de-la-city-en-el-aire-tras-el-brexit_1222485/
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