Varias semanas después de que el Reino Unido votase a favor de la salida de la Unión Europea, muchas empresas y fondos de inversión se plantean su futuro en el país, ya que sin acceso al mercado único y con restricciones a la libre circulación de personas las ventajas fiscales que hasta ahora ofrece la City londinense pueden perder su atractivo. El británico HSBC, con sede en Canary Wharf, en pleno centro financiero de la capital, ha asegurado que, aunque no prevé cambios inminentes sí contempla la posibilidad detrasladar hasta a 1.000 de sus 5.000 empleados a París para sortear las posibles restricciones. En el mismo sentido se ha pronunciado la estadounidense JP Morgan, ubicada también en la conocida como Milla Cuadrada, que ha afirmado que podría transferir a otra capital europea a 4.000 de sus 16.000 trabajadores.
“Lo más seguro es que la banca mantenga mayoritariamente su presencia en Londres, pero lo que no está claro es si va a mover parte de sus operaciones a otros puntos como Nueva York”, afirma a El ConfidencialMargaret Bray, profesora de la London School of Economics. Esta experta pronostica que además de Fráncfort y París, que ya se han mostrado encantadas de albergar a las compañías descontentas con el Brexit, y Dublín, que ofrece grandes ventajas fiscales especialmente a las multinacionales (su tipo general para el impuesto de sociedades está en el 12,5%), Edimburgo puede convertirse en un punto de interés si finalmenteEscocia logra quedarse en la UE como pretende su gobierno. Muchas compañías prefieren no avanzar sus próximos movimientos a la espera de lo que pueda suceder, pues, como señala Bray, la mayoría esperará a conocer los resultados de las negociaciones con la UE para trazar sus planes, algo que puede alargarse varios años.
Vodafone, en cambio, ha sido clara en su intención de trasladar la sede central de Londres en función del acuerdo que logre el país con el bloque comunitario. En un comunicado, la empresa de telefonía -con 13.000 personas en suelo británico- ha asegurado que su decisión se basa en el hecho de que el acceso “al libre movimiento de personas, capital y mercancías” ha favorecido su crecimiento. Y, aunque ha asegurado que es pronto para indicar cuál sería su nueva ubicación central, ha adelantado que empezará a publicar sus resultados en euros a partir de este mismo trimestre. La aerolínea británica EasyJet ha ido más allá y ya ha comenzado las gestiones para cambiar su sede de Luton, en la capital británica, a otro aeropuerto de la UE con el fin de seguir operando dentro de la Zona Europea Común de Aviación.
Sede del HSBC en Londres, en 2014. (Reuters)
Según Bray, las razones que pueden motivar la salida de corporaciones del país son el acceso al mercado común, ya que de ello “dependerá la forma en que Reino Unido comerciará con otros países de la UE”, y la libre circulación de personas. “Muchas compañías dependen de empleados que llegan desde otros países, en gran medida europeos”, precisa, y ante un eventual cierre de fronteras “podrían tener serias dificultades para contratar”.
Relajar los requisitos para paliar inquietudes
Uno de los sectores que depende en mayor medida de profesionales extranjeros es el tecnológico, debido a la falta de inversión que durante años ha lastrado el sistema educativo, lo que ha convertido a Reino Unido, y a Londres especialmente, en el paraíso de los ingenieros. Sin embargo, la tentación para empresas del sector es grande si finalmente se materializa la salida de la UE, como ha asegurado que sucederá la nueva primera ministra, Theresa May. Por ejemplo, el CEO de la plataforma online de transferencia de dinero TransferWise, Taavet Hinrikus, ha hecho público en Twitter el ofrecimiento de países como Irlanda y Suiza para albergar su nueva sede.
El temor se cierne también sobre la mayor factoría de coches del país propiedad de Nissan. Ubicada en Sunderland (nordeste de Inglaterra), la multinacional japonesa emplea a 6.700 personas y produce uno de cada tres coches de Reino Unido. Según el 'Financial Times', el año pasadoexportó el 55% de su producción total a la UE, lo que no impidió que el 61,3% de la población de esta localidad votase a favor de dejar la Unión.
La situación del sector inmobiliario en el Reino Unido también se tambalea. Varias firmas, entre ellas M&G Investments, Aviva, Standard Life, Global Investors, Canada Life y Threadneedle, han declarado un “corralito” al bloquear la negociación de sus fondos inmobiliarios después de sufrir un aluvión de inversores que querían retirar el dinero en efectivo. Según cifras de la firma financiera Hargreaves Lansdown, esta acción supone la suspensión de la mitad de los fondos que operan en el sector inmobiliario y las expectativas son que otras empresas del sector sigan el mismo camino.
Para tratar de paliar este nerviosismo, el Banco de Inglaterra ha anunciado que relajará las exigencias de capital de reserva a las entidades británicas para fomentar así el crédito y que estudia rebajar los tipos de interés, en el mínimo histórico del 0,5 % desde 2009. La profesora Bray recalca que todavía es “demasiado pronto” para calibrar el efecto que la fuga de empresas puede tener sobre la economía británica, pero asegura que, ante tanta incertidumbre, la inversión en Reino Unido se va a reducir.
FUENTE: http://www.elconfidencial.com/mundo/2016-07-27/brexit-empresas-fondos-inversion-estrategias-reino-unido_1234819/
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