Argentina tiene todo el potencial para producir alimentos para 600 millones de habitantes de aquí a 5 años, pero eso es factible con la implementación de políticas agropecuarias adecuadas, que posibiliten aprovechar las condiciones naturales que tiene el país y, posibilitar las capacidades que tiene el campo para alcanzar esas metas. |
Por: Aldo Norberto Bonaveri
El premio recibido por la presidente Cristina Fernández en el marco de la 39° Conferencia de la FAO, fue concedido a la Argentina por las políticas que en los últimos 25 años redujeron en el país los niveles de desnutrición.
El reconocimiento de la FAO alcanzó también a Sudáfrica, Corea, Kazakstán, Arabia Saudita, Egipto, Barbados y Turquía, en merito por mantener el índice de subalimentación por debajo del 5% de la población. Una de las premisas fijadas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio y corresponden a los resultados de las políticas aplicadas desde 1990. No obstante en su alocución Cristina Fernández se circunscribió a considerar la performance a partir del 2003.
El dossier redactado por la FAO, titulado "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo", expresa que un total de 75 países, sobre 129, alcanzaron las metas relativas al hambre. "La mayor parte disfrutaron de condiciones políticas estables y crecimiento económico, a menudo acompañados por políticas de protección social dirigidas a los grupos vulnerables de la población", resalta el informe, publicado el mes pasado, el que se sustenta en información aportada por los propios gobiernos.
Envalentonada con la distinción, la primera mandataria argentina enfatizó que la pobreza en nuestro país está por debajo del 5% y, el índice de indigencia en 1,27%. Semejante aseveración constituye una falacia total, que no sólo carece de rigor estadístico, sino que se contrapone con cualquier medición practicada por otras organizaciones nacionales, como datos revelados por organismos internacionales.
Desde el punto de vista de la información gubernamental, corresponde decir que no se conocen datos oficiales del Indec desde diciembre de 2013, previamente a que se implementara la nueva forma de calcular el índice de precios. De allí en más jamás publicaron los datos de pobreza y los funcionarios abundaron en evasivas al respecto, inclusive el ministro de Economía Axel Kicillof, catalogó a dicha medición como "estigmatizante", argumentando: "Cuántos pobres hay es una pregunta bastante complicada. Últimamente no tengo el número de pobres".
Si en cambio existen índices privados se ubican con estimaciones ostensiblemente superiores a la fábula presidencial. Sobre el particular cabe citar que ex técnicos del propio Indec (exonerados por Guillermo Moreno por no responder a sus arbitrios) calcularon la pobreza en el 25,1%; en tanto que un estudio del Barómetro de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina la justiprecia en alrededor del 27%, criterio semejante expresa la consultora Ecolatina. Inclusive la CTA oficialista la encasilla en 17,8%.
Cualquier persona medianamente informada sabe perfectamente que no se puede comparar los niveles de pobreza de los países latinoamericanos con las naciones más desarrolladas; si la quimera proferida por Cristina Fernández de Kirchner fuera realidad Argentina sería el paraíso de la bonanza. A los efectos de tomar conocimiento de estadísticas confeccionadas por entidades internacionales de reconocida reputación, seguidamente podemos apreciar el orden establecido Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos “OCDE” que incluyen los 28° de menor pobreza:
La afirmación sobre la pobreza fue reiterada por Aníbal Fernández, quien con total desparpajo aseguró que Alemania tiene mayor nivel de pobreza que Argentina. Claro está que ni la presidenta, ni el jefe de Gabinete tienen en cuenta el rigor, ni las exigencias de cada país para determinar las necesidades insatisfechas. No se necesita hacer grandes averiguaciones, ni ser demasiado ilustrados para saber que en Alemania, Holanda, Finlandia, Noruega, etc., no hay villas miserias. Por consiguiente quien vocifera tales inexactitudes, está menospreciando el discernimiento de la cultura nacional.
En las distintas entrevistas, declaraciones y discurso en su visita a Roma, la presidente expresó: "Hay mucha producción de granos: si hoy tenemos capacidad de alimentar a 400 millones de personas, para el 2020 calculamos que podremos hacerlo para 600 millones". Sobre dicha aseveración cabe decir, que Argentina tiene todo el potencial para producir alimentos para 600 millones de habitantes de aquí a 5 años, pero eso es factible con la implementación de políticas agropecuarias adecuadas, que posibiliten aprovechar las condiciones naturales que tiene el país y, posibilitar las capacidades que tiene el campo para alcanzar esas metas. Con la realidad imperante no sólo se hace imposible el crecimiento, sino que por carecer de rentabilidad en prácticamente todas las explotaciones, puede ocurrir un retroceso.
DESDE PREGON AGROPECUARIO: http://www.pregonagropecuario.com/cat.php?txt=6576#iImmFBkJtVr1ZwiJ.99
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