En lo que hace a la productividad personal, todos tenemos la posibilidad de tener buenos y malos días.
Las jornadas positivas son aquellas que te dejan una buena sensación, ya que has cumplido con la mayoría de tus tareas. En cambio los malos días son aquellos que te dejan una mala sensación, ya que no has podido avanzar en tus metas más importantes.
Si querés tener una vida mejor, tenés que llenarla de buenos días, y la mejor forma de hacer eso es organizando tu jornada según tus prioridades personales, haciendo las cosas más importantes primero.
Es fácil lograr eso. Aun así, la mayoría de las personas no lo logra. El ocho por ciento de las personas que conozco, y estoy incluyendo a todas las personas inteligente y trabajadoras con las que trabajo, hacen exactamente lo contrario.
Estas personas organizan sus días en base a urgencias y emergencias. Se ocupan de temas de último momento sobre los que deberían haberse ocupado antes o realizan tareas que ayudan a que otras personas alcancen sus metas dejando de lado las propias.
Primero lo primero. Es una disciplina simple, pero su fuerza transformadora es inmensa. Puede cambiar tu vida de un día para el otro literalmente hablando.
De hecho, esta disciplina cambió mi vida varias veces.
He usado esta técnica extraordinaria para escribir docenas de libros, producir un disco y escribir y dirigir un largometraje. La usé otra vez el año pasado para escribir 350 poemas, uno por día, desde el 15 de enero y la estoy usando este año para lograr publicar ese libro de poemas y escribir otros seis libros (cinco sobre negocios bajo el seudónimo Michael Masterson y una novela con mi pie de autor personal).
Es la mejor técnica que conozco para cambiar y la forma más fácil y rápida de lograr un vuelco en tu vida si no estás feliz con ella.
A continuación te detallo lo que yo hago:
Me levanto temprano, como máximo a las 6:30 de la mañana.
Nunca me voy a trabajar después de las 7:30 de la mañana.
Paso la primera hora realizando una tarea que me permite avanzar con mi meta más importante.
Si estoy trabajando bien, paso la siguiente hora haciendo lo mismo. De lo contrario, empiezo con otra tarea que me permita avanzar con mi segunda meta más importante.
Paso la tercera hora en orden de prioridad.
Sólo luego de cuatro horas de hacer el trabajo más importante me permito empezar con el trabajo menos importante y las urgencias de otras personas.
Para el momento que la mayoría de las personas empieza a aparecer en la oficina, entre las 8:30 y las 9:00, yo ya he trabajado por lo menos una hora y, a veces, dos para alcanzar mis metas más importantes, que harán que mi vida mejore enormemente.
¡Así se empieza un muy buen día!
Hago esto cinco días a la semana y los fines de semana, dedico por lo menos dos horas más cada día a mi prioridad principal. En un año, esto alcanza un promedio de 600 horas. Puede que no suene mucho, pero lo es.
Seiscientas horas son quince semanas de 40 horas de trabajo. ¡Son casi cuatro meses de trabajo! Pensalo.
A continuación, detallo lo que he logrado hasta ahora en 600 horas:
Aprendí a hablar otro idioma con nivel medio.
Me he convertido en un bailarín de salón bastante habilidoso, con un buen dominio del swing, del foxtrot, de la salsa y del disco.
Logré convertirme en cinturón azul de jiujitsu brasilero o cinturón negro o marrón en muchas otras artes marciales.
Desarrollé una buena voz para cantar y me siento cómodo cantando en fiestas.
Escribí cinco libros de 60.000 palabras sobre generación de riqueza.
Redacté y edité dos novelas y 350 poemas.
Me hice cargo del guión, la dirección y la edición de una película de 30 minutos.
Comencé, paralelamente, una empresa de millones de dólares.
¿Algo de esto te sonó interesante?
Nada debería sorprenderte. Todo esto es buen sentido común.
Pero una cosa es reconocer una buena técnica y otra, aprender a utilizarla. La mayoría de las personas que lea esto van a pensar por adentro: “Debería levantarme temprano y dedicar tiempo a cumplir mi sueño”. Pero no lo hará. Es posible que comience a llegar más temprano a la oficina, pero cuando lo haga, probablemente prenderá la computadora y leerá sus emails.
Podés cambiar tu vida si te permitís experimentar la ventaja natural e imbatible de hacer tu trabajo más importante cuando tu cuerpo está fresco y fuerte.
Despertate y andá a trabajar temprano. Hacé las cosas importantes pero sin urgencia primero.
Sinceramente,
Mark.
Mark Ford es uno de los creadores de la disciplina conocida en los Estados Unidos como Generación de Riqueza. Junto a Tom Dyson creó el afamado newsletter financiero The Palm Beach Letter. Bajo el seudónimo “Michael Masterson” ha publicado más de dos mil ensayos y 8 libros sobre hábitos y prácticas financieras. Dos de ellos, “La Promesa” y “Los 9 secretos que todo generador de riqueza debe conocer” han sido mundialmente aclamados y traducidos a varios idiomas. Además de ser uno de los referentes del Palm Beach Wealth Builders Club, es uno de los autores y principales referentes del Club para Generar Riqueza de la Argentina, donde revela oportunidades sobre nuevas fuentes de ingresos en dólares a sus suscriptores, y de Cartas de Key Biscayne, afamado newsletter de finanzas personales y creación de dinero.
Las jornadas positivas son aquellas que te dejan una buena sensación, ya que has cumplido con la mayoría de tus tareas. En cambio los malos días son aquellos que te dejan una mala sensación, ya que no has podido avanzar en tus metas más importantes.
Si querés tener una vida mejor, tenés que llenarla de buenos días, y la mejor forma de hacer eso es organizando tu jornada según tus prioridades personales, haciendo las cosas más importantes primero.
Es fácil lograr eso. Aun así, la mayoría de las personas no lo logra. El ocho por ciento de las personas que conozco, y estoy incluyendo a todas las personas inteligente y trabajadoras con las que trabajo, hacen exactamente lo contrario.
Estas personas organizan sus días en base a urgencias y emergencias. Se ocupan de temas de último momento sobre los que deberían haberse ocupado antes o realizan tareas que ayudan a que otras personas alcancen sus metas dejando de lado las propias.
Primero lo primero. Es una disciplina simple, pero su fuerza transformadora es inmensa. Puede cambiar tu vida de un día para el otro literalmente hablando.
De hecho, esta disciplina cambió mi vida varias veces.
He usado esta técnica extraordinaria para escribir docenas de libros, producir un disco y escribir y dirigir un largometraje. La usé otra vez el año pasado para escribir 350 poemas, uno por día, desde el 15 de enero y la estoy usando este año para lograr publicar ese libro de poemas y escribir otros seis libros (cinco sobre negocios bajo el seudónimo Michael Masterson y una novela con mi pie de autor personal).
Es la mejor técnica que conozco para cambiar y la forma más fácil y rápida de lograr un vuelco en tu vida si no estás feliz con ella.
A continuación te detallo lo que yo hago:
Me levanto temprano, como máximo a las 6:30 de la mañana.
Nunca me voy a trabajar después de las 7:30 de la mañana.
Paso la primera hora realizando una tarea que me permite avanzar con mi meta más importante.
Si estoy trabajando bien, paso la siguiente hora haciendo lo mismo. De lo contrario, empiezo con otra tarea que me permita avanzar con mi segunda meta más importante.
Paso la tercera hora en orden de prioridad.
Sólo luego de cuatro horas de hacer el trabajo más importante me permito empezar con el trabajo menos importante y las urgencias de otras personas.
Para el momento que la mayoría de las personas empieza a aparecer en la oficina, entre las 8:30 y las 9:00, yo ya he trabajado por lo menos una hora y, a veces, dos para alcanzar mis metas más importantes, que harán que mi vida mejore enormemente.
¡Así se empieza un muy buen día!
Hago esto cinco días a la semana y los fines de semana, dedico por lo menos dos horas más cada día a mi prioridad principal. En un año, esto alcanza un promedio de 600 horas. Puede que no suene mucho, pero lo es.
Seiscientas horas son quince semanas de 40 horas de trabajo. ¡Son casi cuatro meses de trabajo! Pensalo.
A continuación, detallo lo que he logrado hasta ahora en 600 horas:
Aprendí a hablar otro idioma con nivel medio.
Me he convertido en un bailarín de salón bastante habilidoso, con un buen dominio del swing, del foxtrot, de la salsa y del disco.
Logré convertirme en cinturón azul de jiujitsu brasilero o cinturón negro o marrón en muchas otras artes marciales.
Desarrollé una buena voz para cantar y me siento cómodo cantando en fiestas.
Escribí cinco libros de 60.000 palabras sobre generación de riqueza.
Redacté y edité dos novelas y 350 poemas.
Me hice cargo del guión, la dirección y la edición de una película de 30 minutos.
Comencé, paralelamente, una empresa de millones de dólares.
¿Algo de esto te sonó interesante?
Nada debería sorprenderte. Todo esto es buen sentido común.
Pero una cosa es reconocer una buena técnica y otra, aprender a utilizarla. La mayoría de las personas que lea esto van a pensar por adentro: “Debería levantarme temprano y dedicar tiempo a cumplir mi sueño”. Pero no lo hará. Es posible que comience a llegar más temprano a la oficina, pero cuando lo haga, probablemente prenderá la computadora y leerá sus emails.
Podés cambiar tu vida si te permitís experimentar la ventaja natural e imbatible de hacer tu trabajo más importante cuando tu cuerpo está fresco y fuerte.
Despertate y andá a trabajar temprano. Hacé las cosas importantes pero sin urgencia primero.
Sinceramente,
Mark.
Mark Ford es uno de los creadores de la disciplina conocida en los Estados Unidos como Generación de Riqueza. Junto a Tom Dyson creó el afamado newsletter financiero The Palm Beach Letter. Bajo el seudónimo “Michael Masterson” ha publicado más de dos mil ensayos y 8 libros sobre hábitos y prácticas financieras. Dos de ellos, “La Promesa” y “Los 9 secretos que todo generador de riqueza debe conocer” han sido mundialmente aclamados y traducidos a varios idiomas. Además de ser uno de los referentes del Palm Beach Wealth Builders Club, es uno de los autores y principales referentes del Club para Generar Riqueza de la Argentina, donde revela oportunidades sobre nuevas fuentes de ingresos en dólares a sus suscriptores, y de Cartas de Key Biscayne, afamado newsletter de finanzas personales y creación de dinero.
FUENTE: Publicado en Inversor Global - Newsletter semanal - enviado por mail
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