El nuevo gobierno se enfrenta a un problema crónico de nuestra economía, desde hace ya más de un par de décadas.
No tiene manera de enfrentar el problema inflacionario.
O genera una GRANDÍSIMA recesión, que aplaque la remarcación automática con un virtual detenimiento de la demanda, o se pone en principio a estudiar cuales son las razones de este desajuste.
En resumen, solo existen dos maneras de reducir la inflación: 1) restringiendo la demanda,…2) aumentando la oferta.
La primera, es la receta clásica, ortodoxa, con un elevado costo social e in justicia, pues pagan “justos por pecadores”. Se restringe la demanda mediante la disminución del poder de consumo.
La segunda, es la forma virtuosa, responde a la esencia de la libertad de mercado, y consiste en favorecer la producción de bienes en cantidad y variedad, de modo que la competencia haga el resto. De no existir maniobras de cartel, (obviamente desleales y rayanas en el delito), esta opción funciona bien.
Solo requiere disminuir las restricciones para el acceso de más actores de la economía al mercado.
Por el contrario lo que se trataría es favorecer el acceso de los consumidores a la producción en la forma lo más directa posible.
El gobierno anterior fijó como su estrategia para desengancharse del problema, acusar a los sectores de la producción, como los causantes de los aumentos de precios al público.
Apoyándose en una imagen icónica del estanciero oligárquico que llegaba al casco de su estancia en un automóvil Buick eight, del que descendía de pantalones de montar y botas de caña alta.
Esta imagen, acuñada en los primeros tiempos del cine nacional, fue tomada como retrato “antipático” de las clases pudientes argentinas. También se la denominó “OLIGARQUÍA VACUNA”. Si alguna vez existió, sus representantes ya están todos muertos. Sus campos se fueron subdividiendo en las sucesiones y solo quedan en tal caso, algunos cascos, faltos de mantenimiento, como mudos testigos de antiguas y pasadas glorias familiares.
Hoy, los descendientes, los verdaderos productores de cría, bajan de camionetas embarradas hasta el techo, vestidos con bombachas o vaqueros, calzando botas de goma, que al momento de sacárselas, con los pies traspirados deben recurrir a la ayuda de alguien.
Esto como los que representan a la verdadera ganadería, son los que mantienen funcionando la producción de carne en nuestro país. Sin ellos los encierres y feed lots no tendrían posibilidad de existir.
Me tomo el trabajo de hablar primero de la ganadería, pues pese a que ha descendido mucho el consumo per cápita, sigue comandando las tendencias de precios.
Recuerdo que en mi juventud, como una guía en la formación de los precios, el asado de tira en el mostrador, costaba el 100 % más que el precio del novillo que le daba lugar, en Liniers. Algo ha ocurrido entretanto, que hoy se representa en hasta 200 y 300 % más.
El RELATO del gobierno anterior, necesitado de corporizar la culpa en un ENEMIGO SEÑALABLE, la emprendió con la producción de absolutamente todo, no solo de los alimentos.
No hace falta que me ponga a enumerar, pero desde el trigo al pan se multiplica por casi 20 veces. Las frutas del Valle y de Mendoza, igual, los cítricos de Entre Ríos lo mismo.
Observando el precio de la ropa común en ferias del tipo de “LA SALADA”, y otros lugares semejantes, a lo que se cobra en comercios formales, también se multiplica por el 300 o 400 %.
Todos los precios de la economía formal, representan porcentajes de marcación ESCANDALOSOS.
A todo esto, reciben subvenciones en la energía eléctrica, agua, transportes urbanos, etc.
Cuando se pretende encauzar la economía, de modo que cada eslabón de la cadena obtenga el rédito necesario y el “Spread” tenga la razonabilidad suficiente, resulta ser que demanda complicadas negociaciones con los representantes de las cadenas.
Todavía resuena aquella frase del Dr. Pugliese, (U.C.R): LES HABLÉ CON EL CORAZÓN Y ME RESPONDIERON CON EL BOLSILLO.
Creo indispensable que la secretaría de comercio, se aboque a estudiar los casos más relevantes y se establezcan las razones por las cuales, por ejemplo: un litro de leche entera tal como sale de los pezones de las vacas, las usinas lo pagan 2,10 pesos y un litro de leche ensachetada (supuestamente “entera”), en un supermercado cuesta entre 10 y 12 pesos.
Si además ampliamos la consideración a cual es el % al capital, en un artículo que se renueva diariamente, sería de 28 días al mes o sea el capital gira 28 veces en el mes.
La cuenta sería así: 11 pesos/litro
_____________ = 5.28 veces (528 %)
2.10 pesos/ litro
11 PESOS AL MOSTRADOR Y 2,10 PESOS EN EL TAMBO.
Si ese 528 por ciento, se reitera en las veces que el capital “en producto” gira a lo largo de un mes, el porcentaje de interés generado es sideral.
Estas utilidades brutas se repartirán entre la usina láctea, los concesionarios, las cadenas minoristas, los estados municipales, provinciales y nacionales, cobrando impuestos y tasas.
Claro que esto es una diferencia bruta, que existen costos a considerar.
Es lo que la secretaría de comercio debe dilucidar, para bien de todos.
La aplicación del % de interés al capital en producto, según la velocidad de giro del mismo, no necesariamente es una medida de la ganancia neta, pero pone la discusión sobre la mesa. Más aún, en el caso de una mercadería que se recibe y despacha a diario, se cobra al contado en el mostrador y luego se paga a plazo, es indispensable aclarar la situación
Según la modalidad de cada mercadería, esto sucede con casi todo.
El pollo parrillero, los huevos para consumo y el cerdo fresco, por el momento no tienen esos porcentajes de marcación.
Las verduras, las frutas, panificados, fideos, infusiones, helados, postres, quesos y lácteos en general, la ropa común, las especias, las bebidas sin alcohol, etc. cumplen con itinerarios semejantes.
Una vez un productor de duraznos de Gral. Alvear (Mendoza). me decía: ….¿y cuánto cobrarían al público mis duraznos si yo se los regalara?,….LO MISMO.
Algo ocurre en el camino….
Esta vez, hemos cifrado nuestras esperanzas en que si no se puede solucionar lo que pasa, nos enteremos con exactitud “QUÉ ES LO QUE PASA Y PORQUÉ,…. Y con detalle”
La maraña de disposiciones y reglamentaciones que impide la llegada directa de los productores a los consumidores, opera para “EL SISTEMA como GARANTÍA DE ZONA DE EXCLUSIÓN COMERCIAL”, generando estas condiciones escandalosas.
Algo muy perverso nos ocurre para que los europeos, comparativamente, en general, paguen muchas cosas bastante menos que nosotros, en sus supermercados, siendo que sus productores, reciben más del doble de lo que reciben los nuestros. Pude ver fruta argentina, en góndolas de supermercados europeos, más baratas que acá mismo.
Es así que “EL COSTO ARGENTINO” demanda, por cada % de incremento del precio final, una proporción que acompañe, en una virtual DEVALUACIÓN, PARA LOGRAR UN CAMBIO COMPETITIVO.
Tampoco es cuestión de bajar el IVA a algunos artículos. Cada vez que se intentó esto, el porcentaje se lo tragó el supermercado. Cuanto menos, esto se inscribiría en “el libro de las ingenuidades argentinas”.
La única posibilidad concreta, es generar las condiciones predisponentes para una auténtica competencia, aunque más no fuese por sucedaneidad.
Me permito recordar, QUE LA BOMBA SIGUE CON SU CUENTA REGRESIVA.
Todos somos concientes de la herencia que hemos recibido, pero HAY QUE PONERSE A TRABAJAR PARA DEFINIR LAS CAUSAS, MÍNIMAMENTE PARA PODER ACTUAR CONTRA ELLAS.
Tenemos derecho a saber la verdad, y ésta es una verdad que se nos viene negando hasta ahora y tapándola con mentiras.
Los productores, en una punta y los consumidores en la otra, nos merecemos esa consideración
Lo de no mentirnos fue una promesa de campaña.
Más vale que cuanto menos, eso se cumpla…
Ing. Agr. Daniel Carlos Besso
Agradeciendo la inestimable colaboración del Ing. Agr. Sergio Waldman:
CRÍTICA Y OBSERVACIONES A:
Inflación y precios,….verdades y mentiras por omisión
En general coincido con la filosofía e intención de la nota.
Sucede que es muy difícil de explicar lo que es el COSTO ARGENTINO, ese valor que se adiciona a través de la cadena de cualquier producto y lo encarece significativamente. Esto está relacionado con los controles, favores, legislación prohíbitiva que impide la competencia y por ende, la presencia de vasos comunicantes que hacen que las empresas ineficientes e inviables salgan del mercado y den lugar al nacimiento de otras que la vendrán a reemplazar. También el intervencionismo ha creado la estructuras estatales y paraestatales (vinculadas con los sindicatos y los empresarios) las verdaderas corporaciones que propician, a veces, el cierre o la apertura del comercio según las situaciones que los favorezcan. También las devaluaciones, el crédito a tasa negativa, desgravaciones, promociones, etc. Todas medidas que afectan al mercado. ¿Por qué un funcionario va a estar más capacitado para tomar una medida (en uno u otro sentido) que las miles de decisiones que diariamente los consumidores toman con respecto a determinado producto o servicio? La restricción de la libertad económica es también la limitación a las libertades individuales. En última instancia la libertad es única e indivisible.
1. Entre el valor de la materia prima básica de un producto y su precio en el mostrador no necesariamente tiene que haber una correlación lineal y única.
2. Al consumidor normalmente no le interesa como se produce el bien. Lo que solicita y está dispuesto a comprar es una suma de valores que se agregan a ese producto inicial. También la forma de presentación y el lugar de venta. Por eso, sobre un mismo producto, a veces, existen diferentes precios fuera de las promociones.
3. Para el caso del litro de leche. El costo de la materia prima no es el valor del producto final según sus diferentes características. A lo que percibe el productor en su tambo ($2,10) se le suman los gastos por el acopio, recolección, enfriado y transporte a la planta procesadora. Se le adicionan después los análisis, procesamiento, adiciones vitaminas, envasado, distribución, facturación, entrega, comercialización, marketing, etc., etc. TODOS SON COSTOS QUE SE VAN SUMANDO. Si en la cadena de distribución hay canales mayoristas estos también incrementan los costos del producto y cuando llega al canal minorista se le adicionan otros para recién llegar al precio de venta al público.
¿CUÁNTOS LUCRAN EN ESTA CADENA? ¿SON TODOS IGUALMENTE NECESARIOS? ¿SON EFICIENTES SUS PROCEDIMIENTOS Y SU EFICACIA SE CONDICE CON SUS COSTOS? ¿En el caso de la lechería argentina, una de las principales firmas elaboradoras que actúa bajo la figura de Cooperativa tiene para sus productos valores más bajos que las empresas que actúan societariamente con fines de lucro? Difícil es un país cuando todo se ha distorsionado y la sociedad no cree en valores, leyes y reglamentos que se mantengan en el tiempo.
4. La triple carga impositiva también contribuye a elevar el valor de los productos.
5. Pienso que el incremento de valor en la cadena no necesariamente es UTILIDAD.
6. También creo que en el análisis no se pueden multiplicar los porcentajes (variación de precios) por el número de días, semanas, años, etc., para encontrar un porcentaje de utilidad en el tiempo. Si medimos por unidad (litro, docena, kilo) esto termina con la venta final, en la dimensión de su costo materia prima y todos los demás gastos que concurren a su valor que llega al público.
7. Cómo se puede entender que un supermercado tenga ofertas de: 2x1, lleva 4 y paga 3, compre 3 y paga 2, etc. Y los bancos que otorgan descuentos del 10, 15 o 20% y hasta ofrecen pagos en cuotas. ¿CUÁL SERÁ EL VERDADERO VALOR DE LAS COSAS?.
8. Estoy de acuerdo que la Secretaria de Comercio analice costo siempre que la política no sea dirigista. Para una economía de mercado lo importante es que los premios y castigos funcionen. El comercio exterior es un camino de doble mano. La demanda incita la oferta y entran nuevos operadores en el mercado. Cuando queremos mantener un statu quo lo que estamos haciendo es perjudicar a la mayoría y en especial a los que tienen menos posibilidades para defenderse. Las reglas no se pueden acomodar a los deseos. Tienen que ser permanentes.
9. Capital e intereses no siempre son fáciles de calcular. Existe el deterioro de la moneda y la variación del poder adquisitivo para diferentes bienes relativos. Cuando depósito en el banco en cuenta corriente o caja de ahorros no recibo ningún interés. Cuando quedo en descubierto o solicito un crédito las tasas son exorbitantes y también me cobran gastos, IVA, y demás yerbas. Esto también es usura y distorsionante.
10. Igual pasa con los atrasos con el gobierno por impuestos, servicios o gabelas. Pero nunca devuelven la parte que corresponde de su ineficiencia, corrupción y gastos inútiles para mantener una burocracia paralizante y antiproductiva. Tampoco me devuelven por lo que no hacen y lo corresponde: educación, seguridad y salud.
Ing. Agr. Sergio Waldman
Enviado por su autor
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