miércoles, 20 de enero de 2016

LEGALIZAR LAS DROGAS

Aníbal Hardy
En el mundo, existe un supuesto que dice que si las drogas se legalizan, se acabaría con el narcotráfico y el problema de la adicción sería controlable. Pero la experiencia desmiente este supuesto. Quienes proponen legalizar las drogas se clasifican en: los que creen que acabaría con el narcotráfico, los que creen que las drogas no son tan malas, los que las han usado sin consecuencias graves, los que confían en soluciones simples para problemas complejos y los que apoyan la irrestricta libertad" individual, y por último los que se beneficiarían de la legalización.
Casi todos los países o estados, a excepción de Holanda, que han experimentado esquemas de legalización o de despenalización han regresado a sus anteriores esquemas prohibicionistas. La causa: la epidemia de adicciones que han surgido como resultado de poner al alcance de todas sustancias que modifican ampliamente la conducta humana.
Los promotores de la legalización dicen que las drogas legales, alcohol y tabaco, matan mucha más gente que las drogas ilícitas, pero no mencionan que eso es en un contexto de prohibición. Si se legalizaran, la mortalidad crecería enormemente, porque estas sustancias alteran gravemente la conducta. Cerca del 70 por ciento de los presos en 12 áreas metropolitanas de Estados Unidos cometieron su delito bajo influencia de las drogas. Un tercio las había usado inmediatamente antes. El 28 por ciento de los homicidas y el 20 por ciento de los violadores cometieron sus delitos bajo influencia de drogas. En el 80 por ciento de los casos de maltrato infantil en que el niño murió, el agresor se encontraba bajo influencia del crack.
Holanda es el único país que no ha dado marcha atrás a la despenalización del uso de las llamadas "drogas blandas". Los resultados de la despenalización: el número de expendios de estas drogas aumentó, en 10 años, de 30 a mil 500 y el uso de marihuana en el grupo de edad de 18 a 25 años creció 200 por ciento. Al grado de que tan sólo en 1997, hubo un incremento de 25 por ciento en el número de adictos a la marihuana en tratamiento, comparado con un incremento de 3 por ciento en los casos de abuso de alcohol. Las mismas autoridades holandesas atribuyen el 65 por ciento del aumento en el crimen juvenil al uso de estas drogas, y el uso de "drogas duras" como la heroína se ha triplicado desde la despenalización de la marihuana, pero el gobierno no desea cambiar de rumbo. La frase holandesa que se usa para este fenómeno es "ver a través de los dedos", esto es, ver sólo lo que quieren ver.
En Suiza, un parque llamado Platzpitz, se definió como lugar de tolerancia para usar drogas. En 1987 tenía 300 visitantes permanentes. Para 1992, eran 20 mil. En 1992 tuvieron que cerrar el parque, como única forma de acabar con el lastimoso espectáculo de gente inyectándose y drogándose a toda hora.
También es ingenuo pensar que un narcotraficante, que se ha dedicado al delito buena parte de su vida, se convertirá en un respetable hombre de negocios o que, al menos, dejará su actividad ilegal. Las drogas son sustancias que deben permanecer prohibidas, ya que si se aumenta su disponibilidad, más jóvenes y niños pueden caer en la adicción. Los programas de combate al narcotráfico y prevención de adicciones deben mejorar, claro está, pero legalizar produce la falsa sensación de control, que no sería sino otro engaño, uno más, que solo un gobierno irresponsable podría propiciar.
Abogado- Desde Formosa
ENVIADO POR SU AUTOR

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