La
economía cambia durante el periodo de vacaciones. ¿Qué está pasando con
el consumo?, ¿Cuáles serán las elecciones vacacionales de los
argentinos y qué sectores prevén un mayor crecimiento? Entérate de todo
en este informe exclusivo.
Para fines del 2012, se dieron a
conocer las cifras del undécimo “Barómetro Ipsos”, elaborado por Europ
Assistance. Esta investigación analiza las tendencias durante el verano
en Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Italia y Reino Unido.
El estudio ha revelado que los europeos,
en general, gastan durante el periodo vacacional una media de 2.145
euros. Esto significó un incremento de 62 euros con relación al 2010.
Asimismo, se ha podido conocer que los españoles planean gastar, durante
estas vacaciones, una media de 1.789 euros, alrededor de 90 euros menos
que el último año.
Según el informe, entre los países de
Europa, los que más han incrementado sus gastos durante el verano son
Bélgica, con un incremento de 280 euros, y Alemania, con un crecimiento
frente a las vacaciones pasadas de 287 euros. Pese a la crisis económica
de estos países, si bien la perspectiva que tenían los españoles y los
europeos sobre las vacaciones ha cambiado, algunos hábitos se mantienen
constantes.
Quisimos conocer cómo eran los hábitos
de consumo de los argentinos durante el periodo vacacional. En
Argentina, los meses de enero y febrero, correspondientes en nuestro
país al periodo de vacaciones de verano, son el escenario en el cual
ciertos aspectos del consumo se aceleran y el común de la gente gasta
más.
Épocas de “baches productivos”
Luego de las fiestas, del inicio de un
nuevo año y el empezar las rutinas de descanso, se produce en la
economía nacional un fenómeno conocido como “Baches productivos” en
donde las vacaciones y la falta de actividad normal afectan las
economías familiares. “La tasa de inflación de estos meses suele ser
levemente superior justamente porque la presión de la demanda es
superior respecto de la oferta” analiza el reconocido economista y
profesor Matías Tombolini.
A esta realidad que se manifiesta durante el periodo vacacional, en nuestro país se le suman factores que determinan el escenario económico.
“Este año del 2013, vamos a tener el efecto de los dos mil cien millones de pesos que volcó el Gobierno por la vía del “no- cobro” del impuesto a las ganancias sobre el trabajo de las personas físicas en el segundo medio aguinaldo de diciembre”. Este factor, según Tombolini, va a jugar un rol fundamental en los aspectos económicos de este año. “Sin lugar a dudas que el consumo suele acelerarse y, en este caso, va tener un aliciente más que son estos millones en el mercado que contribuyen a que esto se valide como hipótesis”.
El anuncio por parte de la Presidenta en
relación al piso de ganancias pareciera ser una “señal” de que algo
estaría cambiando. “Justamente, en el momento en que indicó que no se
iba a aplicar el impuesto a las ganancias en el segundo medio aguinaldo,
la Presidenta dio una señal, distintiva podríamos decir, respecto de lo
que se había dado en los años anteriores” analiza Tombolini.
En el contexto de un país que no ajusta
su impuesto a las ganancias desde abril del 2011, y teniendo en cuenta
que en el último año la tasa de inflación medida parece haber superado
ampliamente el 20%, fue una sorpresa la discusión sobre el pago del
impuesto. “Yo creo que lo que subyace con esto ya no es solamente la
discusión del mínimo no imponible, sino de la integralidad de la tabla
que es, en definitiva, lo que merece ser discutido ya que esto no se
modifica desde el año 2000. Yo entiendo que esta actitud es una señal
que indica que se tiene que tomar en cuenta el marco de la discusión
salarial”.
Este panorama va a resultar fundamental
durante la discusión de las paritarias 2013. “Cuando se discutieron en
el 2012, no fueron tenidos en cuenta justamente estos aspectos y,
entonces, la presión de los gremios respecto de los aumentos salariales
se dio sabiendo que tal vez no se modificaría el mínimo no imponible”
nos recuerda el economista.
En qué gastamos los argentinos
Hasta el año pasado, se decía que los
argentinos gastábamos más en el exterior que en vacacionar dentro de
Argentina. Durante el 2010 se analizó esta tendencia en donde daba la
sensación que en otros países de América del Sur se podía gastar como en
el 1 a 1.
Sin ir más lejos, en el 2007, los
argentinos gastaron 3955,9 millones de dólares en comidas, traslados,
alojamiento y otros gastos durante sus viajes al exterior. Esto
corresponde a un 26% más que en 2006, según cifras del balance de pagos
del Ministerio de Economía. Nunca, al menos desde 2001, viajaron tantos
argentinos al exterior como en ese año: casi 1,4 millones de personas,
231.795 más que en 2006, cuando el Mundial de fútbol de Alemania fue la
excusa perfecta para moverse hacia Europa.
La inflación vino a cambiar esta
realidad pero no la tendencia en la cual los países limítrofes (con el
caso de Brasil a la cabeza) son, por ahora, los lugares preferidos.
Esto se debe a la importancia del factor de crédito que juega un rol determinante en este escenario acelerado de consumo interno. El financiamiento suele ser determinante a la hora de comprar un paquete turístico. La suba de precios se presentó durante el 2012 como el principal factor para planear las vacaciones de forma muy anticipada ya que se esperaba que el costo subiera junto con la inflación en un 2% mensual.
Sin embargo, los argentinos no parecieran haber cambiado sus hábitos de vacacionar en el exterior pese al fomento de inculcarles invertir en el país. El año pasado, durante el 2012, un total de 1.500.067 turistas argentinos viajaron al exterior sólo entre los meses de enero y julio, gastando $s1.939.649.578.
Esto se debe a la importancia del factor de crédito que juega un rol determinante en este escenario acelerado de consumo interno. El financiamiento suele ser determinante a la hora de comprar un paquete turístico. La suba de precios se presentó durante el 2012 como el principal factor para planear las vacaciones de forma muy anticipada ya que se esperaba que el costo subiera junto con la inflación en un 2% mensual.
Sin embargo, los argentinos no parecieran haber cambiado sus hábitos de vacacionar en el exterior pese al fomento de inculcarles invertir en el país. El año pasado, durante el 2012, un total de 1.500.067 turistas argentinos viajaron al exterior sólo entre los meses de enero y julio, gastando $s1.939.649.578.
El número de viajeros significó un
crecimiento de 18,5% en comparación con el mismo periodo de 2011, según
las cifras del Informe del Mercado Libre y Único de Cambios y Balance
Cambiario del Banco Central. BCRA informó, en el primer semestre de
2012, que las operaciones registradas en concepto de servicios
totalizaron egresos netos por 1.078 millones de dólares, más de 5.000
millones de pesos.
Cómo encarar la “economía de vacaciones”
Sin lugar a dudas, viajar y tomarse
vacaciones cuesta más caro. El economista Tombolini analiza cómo encarar
la economía del día a día en estos meses de enero y febrero. “Cuando se
tiene una economía con una tasa de inflación que supera el 20%, lo que
uno tiene como consecuencia es un castigo al ahorro y un premio al
consumo. Claramente, el Gobierno tiene como materia pendiente el
desarrollo de herramientas financieras que nos permitan ahorrar en
moneda local sin perder el valor de nuestros ahorros” estima Tombolini.
Ante esta perspectiva, pareciera ser que
la solución para el inversor promedio es sencillamente consumir. “La
verdad es que, excepto que el excedente respecto del consumo habitual, o
sea el ahorro, sea muy importante, lo mejor es tratar de disfrutar de
lo que se va teniendo, entendiendo que son todos gastos y no es una
manera de ahorrar. Si se puede, aquel que tiene un excedente puede
permitirse un cambio de vehículo, o entrar en algún pozo que se esté
construyendo”. El economista establece que no se presentan muchas
alternativas para el inversor que no es muy sofisticado porque la tasa
de inflación impide las inversiones.
Tombolini analiza las posibilidades en
este marco. “Hoy luce atractivo el comprar bonos de la deuda argentina
como para preservar cierto valor de los ahorros. Los bonos todavía no
tienen precios pre-fallos de Griesa. De modo que en este sentido por
supuesto que parece una buen alternativa”.
Sectores que van a crecer y de-crecer en el 2013
Finalmente, el economista analiza para
nosotros el panorama en materia económica. “Creo que vamos a tener un
problema en el sector inmobiliario si persisten las reglas de juego
como están planteadas para este año. Consecuentemente, vamos a ver al
sector de la construcción relativamente desacelerado. La industria
automotriz va a repuntar respecto de un 2012 que vino flojo al igual que
la agroindustria de la alimentación. Probablemente, la industria textil
vea una leve mejora”.
¿Habrá una relajación con el control de las importaciones?
“En general, si lo vamos a tener
justamente porque si se recupera el consumo y la oferta no alcanza a
cubrir esta reactivación, significaría una presión adicional respecto de
los precios que recalentaría la tasa de inflación. De modo que en esa
materia yo creo que vamos a tener también cierto relajamiento. Esto, sin
embargo, va a depender de una de las principales variables de la
economía argentina: por un lado, la cosecha o sea el volumen de soja que
se vaya a cosechar y, por otro lado, el precio internacional de la
soja”.
Evaluación general para el 2013
“Como evaluación general, yo insisto que
el único límite que tiene la Argentina para convertirse en un país cada
vez más importante en el plano internacional es la propia Argentina.
Tengo la sensación que hoy el país no tiene un problema en materia
económica sino un problema en materia política. A medida que se despejen
las incertidumbres políticas, seguramente vamos a poder aprovechar la
oportunidad que sigue teniendo nuestro país de la mano de los precios
relativos que nos brinda la economía nacional. Esto va a permitir que
sigamos por un sendero de crecimiento siempre y cuando el panorama en
Europa no se complique fuertemente lo cual veremos en los próximos meses
en relación a la situación griega, española, portuguesa y ahora también
la italiana”.
“El que sabe que va a pasar es un gurú
más que un economista” finaliza Tombolini esperando que el 2012 se
presente más auspicioso que el 2013. Habrá que ver cómo escribimos la
historia de este año que se presenta como una hoja en blanco. Esperemos
que muchos codos no rocen el tintero.
Fuente: Opinion Calificada
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