La propuesta.
Objetivo: consensuar con empresarios y sindicatos, inflación de 1% mensual en el 2do. Trimestre y del 0,5% mensual, en el 2do. Semestre. Aproximadamente 18% anual.
Compromisos:
-El Gobierno no demanda financiamiento monetario al BCRA, entre marzo y mayo. Se permite una asistencia en junio no superior al pago de aguinaldos de la Administración Nacional. Todo déficit en el 1er. Semestre, se atiende con endeudamiento.
-Se invita al BCRA, sin alterar su autonomía, a llevar adelante una flotación limpia en materia cambiaria. El sector de aceiteros y cerealeras ingresará MU$S 7000, en marzo-mayo. Es posible una banda cambiaria, previsible, de (digamos) $/U$S 14,6 comprador y 15,3 vendedor (o $14,95 +/- 2,4%), por lo menos hasta el 31/5, ajustable desde esa fecha de acuerdo al programa monetario del Central (anunciado con antelación).
-La Nación tratará de acordar con estatales, una paritaria similar a la de los empleados de comercio: 20% por 6 meses (y luego revisión) más dos sumas fijas a cobrar en abril y mayo. En junio está el aguinaldo y se revisa para setiembre.
-En lugar de devolver el IVA por canasta básica (requiere Ley y es engorroso), se debería conceder un subsidio por 6 meses (sale por decreto y se dirige a beneficiarios bancarizados) a: 1) jubilados con la mínima, una asignación de $ 400, mensuales 2) beneficiarios de AUH, $150 mensuales. Se logra el efecto buscado sin complicar la vida de nadie. Cuesta M$ 19000, por seis meses (el 0,34% del PBI). Dopo, vediamo....
-Los ajustes tarifarios pendientes (gas para todo el país y transporte y agua en el AMBA) serán escalonados en los nueve meses restantes del año, en tres etapas de ajuste, por cada servicio y en porcentajes más abultados a ser pagados en los meses de aumentos de los ingresos nominales. Por ejemplo, cuando se cobren los dos medio-aguinaldos, o la primera suba paritaria o el primer ajuste de la misma (Ej. setiembre), se podrá hacer frente a los incrementos más importantes.
-Las empresas y sindicatos podrían acordar paritarias como la de Comercio, por 6 meses y comprometerse a revisar los números en setiembre. Suponiendo que el 20 %, más las dos sumas fijas, impliquen un aumento de 30%, ponderado; que los salarios son el 30 % del costo; y que parte de ese 9 % (en puerta de fábrica) ya fue trasladado, no es iluso pensar en un ajuste (ponderado por cada empresa) de precios, que se reduzca gradualmente, desde el 1% en abril al 0,4% en setiembre, de modo que acumulen 5% semestral. Nadie los va a controlar, porque todos tendrán claro que el consenso es mejor que el conflicto o la ley de la selva.
Justificación.
Entre diciembre y enero pasados, la Transferencias corrientes al Sector Privado, cayeron M$ 7474 (-26,6%), sin el ajuste de electricidad, que se anunció en febrero. Por esto y otros recortes de gasto corriente, más la impactante recaudación de enero (+ 38,5%) el Resultado financiero (déficit) del Tesoro fue ese mes del 0,4% del PBI.
En febrero, cayó mucho la recaudación de IVA, Ganancias, Internos y Cheque, por lo que el desequilibrio podría ser de 2,5 a 3% del PBI. Hacienda, por eso, sostiene que demandará M$ 160000 en el año 2016, o sea una expansión de Base monetaria del 25,6%. Pero es posible colocar títulos por 60000 y expandir la base por el resto, y conseguir un impuesto inflacionario del 18%, (ver arriba).
Conviene "acordar" un anticipo en la baja de la inflación, por lo siguiente:
-con tipo de cambio previsible, -el BCRA puede bajar las tasas de su deuda (hoy: 38% a corto plazo) y -se atenúa el impacto recesivo (ajuste de cantidades) que ya se vio en febrero, por caída real de los ingresos nominales fijos (efecto de devaluación, combustibles y tarifas eléctricas, entre otras), que suempre redunda en menor recaudación.
-Si baja la inflación observada, aumenta la demanda real de pesos y se puede recaudar el mismo monto de impuesto inflacionario, con una alícuota menor y mayor expansión de liquidez (circulo virtuoso).
-Si se estabiliza el dólar, no hay miedo "a la reposición" de bienes importados o exportables. Es posible que más ahorristas saquen los verdes del colchón y se pueda organizar rápidamente un sistema seguro de depósitos y préstamos en dólares, para sectores exportadores (el agro pampeano, por ejemplo). El BCRA puede regular, con prudencia, para que exista una curva temporal de tasas activas en dólares. Al 9/3, los depósitos y préstamos verdes eran de M 13263 y 3792, por lo que se puede mejorar el empleo de buena parte de la diferencia (M 9471), digamos unos M 4000, sin afectar los stocks de LEBACs en esa moneda.
Como se ve, es posible atenuar el sacrificio que todavía falta y demostrar que somos capaces de no boicotear el logro de nuestro propio bienestar. Un tercio de la reducción de la pobreza depende de la rápida caída de la tasa de inflación.
ENVIADO POR ARTURO NAVARRO - http://www.arturonavarro.com.ar/
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