miércoles, 16 de marzo de 2016

Deuda externa: Lecciones de la historia

Por Aníbal Hardy*
En este tiempo que nos toca vivir, el pueblo argentino se encuentra ante una nueva variante de la histórica extorsión, por un lado el Gobierno nacional y su apuro por endeudarse al decir que si Argentina queda fuera del mundo, no podrá ni siquiera empezar a recorrer el camino del desarrollo, y por su parte los fondos buitres que quieren cobrar la desmesurara deuda, y así entramos en la antesala de un nuevo escalón de Endeudamiento del Estado.
El principal instrumento de dominio sobre un país es la Deuda Externa, que conforma y se inserta dentro de un sistema de poder, que se basa sobre la usura, y para imponerse utiliza un amplio abanico de armas y herramientas que trascienden lo meramente financiero: los medios de difusión, las universidades, los centros de planeamiento, la política, la mentira, la vulgarización de la cultura y sobre todo, la destrucción de los valores.
Nuestro país desde hace décadas ha entrado y permanece en el Sistema de la Deuda, que se rige por la lógica de un círculo vicioso: el Deudor nunca puede dejar de ser Deudor, y los gobiernos de turno entran y salen, pero el sistema de la Deuda queda. Una de las más grandes equivocaciones de la dirigencia política, ha sido confiar en las “luces verdes” que les prometen desde afuera para que se siga adelante con las Políticas de Estado que convienen a las estructuras de poder económico-financiero transnacionales y no al Interés Nacional.
Ante las exigencias internacionales que pesan sobre la Argentina y la amenaza de posibles sanciones económicas y aislamiento internacional, debemos recordar que durante la época colonial, España impuso la prohibición de comerciar con los extranjeros y todo debía pasar por la monopolista Casa de Contratación de Sevilla, ante esto el Virreinato del Río de la Plata se vio obligado a generar artesanías e industrias para abastecer sus necesidades. Juan Manuel de Rosas frente a las intenciones colonialistas de Francia e Inglaterra opuso heroica y firme resistencia, pero nada podría haber hecho de no disponer de hábiles artesanos para abastecer las necesidades de más de diez años de bloqueo agresivo del Río de la Plata.
Durante la Primera Guerra Mundial con el gobierno de Hipólito Irigoyen, surgieron diversas fábricas criollas, comenzándose a producir ciertas manufacturas hasta entonces importadas. También se declaró propiedad de la Nación a todos los hidrocarburos líquidos, sólidos y gaseosos. El General Perón sufrió también un bloqueo económico atroz de norteamericanos e ingleses, quienes se oponían a cualquier tipo de transferencia de tecnologías. Pero allí surgió otra vez la creatividad criolla para sustituir productos importados. Las obras concretas y el montaje de la justicia social, significaron un aliento para lanzar a hacer mejores autos, camiones, locomotoras, lanchas, barcos y figurar entre los pioneros en capacitación atómica.
Una de las principales premisas del gobierno de Frondizi fue la integración de la actividad económica del país con el medio geográfico circundante, conectando los centros de producción con los mercados de consumo y los puertos. Se crearon las condiciones favorables para el ingreso de capitales extranjeros. Hacia fines de Diciembre de 1958, Don Frondizi anunciaba el Plan de Estabilización económico-financiero a través de: 1) Saneamiento monetario; 2) Consolidación de la deuda externa; 3) Supresión del régimen de cuotas, permisos de exportación, subsidios, trabas y controles que frenaban la producción y comercio y que gravitaban sobre el déficit fiscal. Y, 4) Liberación del mercado cambiario. Fueron medidas para eliminar progresivamente el proceso inflacionario, incrementar el PBI, disminuir los gastos improductivos del Estado y lograr el auto abastecimiento petrolero.
Recojamos de nuestra experiencia histórica, esos momentos más salientes de nuestra lucha por existir en forma libre y soberana, y para ello Argentina debe ser un Estado Soberano, donde el Poder Ejecutivo ejecute soberanamente un Proyecto Nacional, el Poder Legislativo legisle según el Interés Nacional, y el Poder Judicial haga cumplir las leyes con un alto grado de independencia.
Ningún país avanza hacia el futuro si no escucha las lecciones de la historia: Principal causa de la crisis argentina, “Materias primas nuestras para el desarrollo ajeno.” De nada sirve que el FMI y el Banco Mundial inclusive condonen la deuda externa a los países pobres, si los países ricos que conforma el Organización Mundial del Comercio, se resisten abrir sus mercados, especialmente a los productos agrícolas.
*Abogado- Desde Formosa
ENVIADO POR SU AUTOR

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