sábado, 26 de marzo de 2016

A nuestros Senadores Nacionales por Formosa


Por Aníbal Hardy
Estimados Senadores Nacionales, por mi provincia: Cuando voten el pago a los holdouts, para empezar a transitar definitivamente la salida del quebranto en que está inmersa la Argentina, recuerden que es muy difundido el criterio que las facilidades financieras únicamente pueden obtenerse mediante compromisos recesivos y agresores de las condiciones de vida del pueblo, además que los capitales foráneos atentan contra nuestra soberanía nacional. Esto no es verdad en el caso de la experiencia argentina, ya que rigieron durante el gobierno desarrollista de Frondizi (1958-1962) convenios con el FMI sin que ello conspirara contra la expansión productiva y mientras se desenvolvía en nuestra querida Patria el más dinámico proceso de inversiones que conoció la economía contemporánea. Al contrario la relación soberana con los centros financieros internacionales facilitó un ingreso masivo y provechoso de capitales extranjeros, tanto en la forma de radicaciones como de préstamos.
En contraste, cuando en otras oportunidades se recurrió al Fondo en el marco de políticas monetaristas, las consecuencias han sido negativas. Los responsables de los planes recesivos, causantes de desempleo y opresión salarial, son casi siempre las autoridades locales, enemigos encubiertos de la liberación nacional que diseñan y aplican, no los funcionarios internacionales ante quienes se los expone. Vimos que con el modelo kirchnerista , pese al pago de millones de dólares, la deuda nominal no cambió y siguió acrecentándose.
El endeudamiento crónico, tanto de los liberales como los populistas (peronistas o radicales) fue el que nos condenó a la inmovilidad y a la dependencia del factor externo y eso hay que cambiarlo por un endeudamiento para acelerar el desarrollo nacional. Lo que determina el signo positivo o negativo de un préstamo extranjero, no es su origen sino su destino. Depende de la claridad política que exista para determinar que tipo de inversiones convienen al país y del respaldo político que posea para llevar adelante esos objetivos. Todo dinero extranjero que se invierte en una Nación, siguiendo estas pautas, deja de ser un rival, para constituirse en un aliado.
En definitiva, honorables senadores, lo que necesitamos los argentinos, es tener claridad en los objetivos y todo depende del destino que se le dé y de la firmeza que tenga el Estado Nacional, para hacer respetar su soberanía y salvaguardar los intereses del país. De sus convicciones depende volver al desarrollo nacional.
Aníbal Hardy
Diputado de la Nación MC - Distrito Formosa 1991/95

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