Son muchas las variables en juego, pero en principio se puede prever que el comportamiento del tipo de cambio durante 2013 será bastante similar a lo ocurrido este año. Por Dante Sica.-LaVoz
La economía argentina comienza a cerrar
un 2012 complejo, en el que la incertidumbre ha sido la palabra que
mejor lo define. Uno de los temas que ha dominado el centro de la escena
económica este año fue, sin dudas, el mercado cambiario (centro de
atención sólo disputado por la cuestión energética, de la mano de la
estatización de YPF), principal foco de generación de aquella
incertidumbre. Las idas y vueltas constantes en torno a esta cuestión
por parte de las autoridades generaron a lo largo de estos meses un
clima volátil y tenso, en el que la falta de certezas respecto del
futuro inmediato en este mercado tuvo consecuencias negativas sobre la
performance del resto de las variables.
En este marco, una de las “novedades” cambiarias ha sido la aceleración del ritmo de devaluación del peso frente al dólar en el mercado oficial. Luego de algunos años en que el tipo de cambio entre ambas monedas registró alzas muy leves (en torno al cinco y siete por ciento medido entre puntas), en 2012 el incremento interanual a fines de diciembre se ubicaría alrededor del 14 por ciento (finalizando cerca de los AR$/US$ 4,90), movimiento que se ubicaría dentro de los pronósticos de abeceb.com de inicios de año. Esta tendencia fue acentuada por una aceleración adicional en las últimas semanas, lo que no es un dato menor en un país en el que los problemas de competitividad de vastos sectores y la inflación están en el tope de las preocupaciones económicas.
¿Cuál puede ser el comportamiento del tipo de cambio el año próximo? Difícil de contestar con exactitud, especialmente en un escenario en el que todo parece posible y nada puede ser descartado. Por el momento, nuestras estimaciones muestran una devaluación del peso en 2013 no muy distinta a la de este período. Pero existe una larga lista de factores que pueden afectar este pronóstico base, tanto al alza como a la baja.
Respecto de aquellos que pueden impulsar una devaluación aún más rápida de la moneda local frente al dólar, el tema de las presiones por recuperar parte del terreno perdido en materia de competitividad está primero en la lista. No son pocos los sectores que se encuentran con este problema, y que pugnan por un aumento más acelerado del tipo de cambio. La presión que se ha incrementado en el último tiempo, de la mano de perspectivas de una mayor devaluación del Real. Estimaciones que están estrechamente vinculadas a los movimientos de la divisa brasileña a lo largo del año, pero en especial en las últimas semanas, cuando perforó ampliamente y sin problemas el “techo” de los R$ / US$ 2,00.
Niño lluvioso. También pueden jugar un papel importante factores tales como una menor cosecha en la próxima campaña (de la mano de lluvias abundantes que afectan a algunas zonas productoras) y/o menores precios internacionales de las commodities. A su vez, que cuestiones de índole fiscal podrían impulsar una mayor devaluación, aunque con una relevancia que se ubica un escalón por debajo.
Sin dudas, en contraste con estos factores, el tema más importante para frenar los deseos de una mayor devaluación del peso es la inflación. A lo largo de estos años, un peso prácticamente fijo frente al dólar ha actuado como el único ancla nominal de la economía, en un escenario en el que el otrora ancla por excelencia ha desaparecido por completo (el superávit fiscal). Un mayor deslizamiento del tipo de cambio podría avivar el fuego de la inflación, en un año electoral en el que el tema de los precios puede afectar las chances electorales del oficialismo.
Por el momento, nuestro escenario base incluye una devaluación similar a la de 2012. Sin embargo, como ha quedado expuesto, no son pocos los factores en juego.Fuente: Publicado en La Voz
En este marco, una de las “novedades” cambiarias ha sido la aceleración del ritmo de devaluación del peso frente al dólar en el mercado oficial. Luego de algunos años en que el tipo de cambio entre ambas monedas registró alzas muy leves (en torno al cinco y siete por ciento medido entre puntas), en 2012 el incremento interanual a fines de diciembre se ubicaría alrededor del 14 por ciento (finalizando cerca de los AR$/US$ 4,90), movimiento que se ubicaría dentro de los pronósticos de abeceb.com de inicios de año. Esta tendencia fue acentuada por una aceleración adicional en las últimas semanas, lo que no es un dato menor en un país en el que los problemas de competitividad de vastos sectores y la inflación están en el tope de las preocupaciones económicas.
¿Cuál puede ser el comportamiento del tipo de cambio el año próximo? Difícil de contestar con exactitud, especialmente en un escenario en el que todo parece posible y nada puede ser descartado. Por el momento, nuestras estimaciones muestran una devaluación del peso en 2013 no muy distinta a la de este período. Pero existe una larga lista de factores que pueden afectar este pronóstico base, tanto al alza como a la baja.
Respecto de aquellos que pueden impulsar una devaluación aún más rápida de la moneda local frente al dólar, el tema de las presiones por recuperar parte del terreno perdido en materia de competitividad está primero en la lista. No son pocos los sectores que se encuentran con este problema, y que pugnan por un aumento más acelerado del tipo de cambio. La presión que se ha incrementado en el último tiempo, de la mano de perspectivas de una mayor devaluación del Real. Estimaciones que están estrechamente vinculadas a los movimientos de la divisa brasileña a lo largo del año, pero en especial en las últimas semanas, cuando perforó ampliamente y sin problemas el “techo” de los R$ / US$ 2,00.
Niño lluvioso. También pueden jugar un papel importante factores tales como una menor cosecha en la próxima campaña (de la mano de lluvias abundantes que afectan a algunas zonas productoras) y/o menores precios internacionales de las commodities. A su vez, que cuestiones de índole fiscal podrían impulsar una mayor devaluación, aunque con una relevancia que se ubica un escalón por debajo.
Sin dudas, en contraste con estos factores, el tema más importante para frenar los deseos de una mayor devaluación del peso es la inflación. A lo largo de estos años, un peso prácticamente fijo frente al dólar ha actuado como el único ancla nominal de la economía, en un escenario en el que el otrora ancla por excelencia ha desaparecido por completo (el superávit fiscal). Un mayor deslizamiento del tipo de cambio podría avivar el fuego de la inflación, en un año electoral en el que el tema de los precios puede afectar las chances electorales del oficialismo.
Por el momento, nuestro escenario base incluye una devaluación similar a la de 2012. Sin embargo, como ha quedado expuesto, no son pocos los factores en juego.Fuente: Publicado en La Voz
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