Bossio y el sistema previsional
El titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), Diego Bossio, concedió una entrevista a Página 12, en la que se refirió a distintos aspectos vinculados con el organismo y la seguridad social. A continuación, un chequeo a sus frases:
- “Llevamos la cobertura al 95%”. VERDADERO
En el mismo sentido va el documento “Protección social en la Argentina” realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en septiembre de 2011. Allí, se plantea que como resultado de la moratoria, o plan de inclusión previsional, “la Argentina pasó a tener la tasa de cobertura en materia de jubilaciones más alta de América Latina, con 9 de cada 10 mayores en edad jubilatoria que reciben algún tipo de beneficio previsional”.
“El nivel de cobertura aumentó significativamente y está bien por encima del 90%, valor muy superior al de países vecinos e incluso alto en comparación con países desarrollados”, sostuvo a Chequeado.com Luciana Díaz Frers, directora del Programa de Política Fiscal del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).
También, agregó que “hubo una mejora real en la jubilación mínima con un fuerte aumento de la cobertura”, aunque “lamentablemente no resulta fácil analizar la evolución de la distribución de las jubilaciones porque ya no están disponibles los boletines de seguridad social para períodos anteriores”.
- “Aumentó más la mínima que el resto de las jubilaciones”. VERDADERO
En términos reales, es decir considerando su poder de compra, el haber mínimo casi se duplicó entre 2003 y 201: creció un 81 por ciento. También en este caso la jubilación media aumentó menos, ya que lo hizo un 28 por ciento.
Un trabajo publicado a fines de 2011 por Nuria Mendizábal, investigadora del Instituto Gino Germani (UBA-CONICET) y especialista en temas previsionales, señala que la evolución diferencial de ambas jubilaciones “obedece centralmente a que la mayor parte de los incrementos otorgados a lo largo de la posconvertibilidad estuvieron dirigidos a los haberes mínimos”, y agrega: “Esto determinó una reducción en la brecha entre dichos ingresos: mientras en marzo de 2011 los haberes mínimos representaban el 77% de los haberes medios, en 2002 dicha relación era de 54 por ciento”.
Un aspecto importante en este sentido fue la sanción de la Ley Nº 26.417 de Movilidad Jubilatoria en octubre de 2008. La mencionada ley implicó que los haberes jubilatorios, sobre todo el mínimo, se ajustarán en los meses de marzo y septiembre de cada año en base a un índice elaborado para este fin específico.
- “No recuerdo un gerente de las AFJP yendo al Congreso a explicar dónde iba ‘la plata de los jubilados’. Nadie les pedía explicaciones a las AFJP”. ENGAÑOSO
Por otra parte, de lo dicho por Bossio se desprende que no había ningún ente de control del sistema de las AFJP. Sin embargo, “las AFJP eran monitoreadas por la Superintendencia de las AFJP y tenían fuertes restricciones sobre qué activos podían tener”, sostuvo Díaz Frers.
Entre sus competencias, la Superintendencia tenía como misión “supervisar el cumplimiento de la Ley 24.241 y de las normas reglamentarias que se dicten, por parte de las entidades vinculadas a la operación del Régimen de Capitalización, procurando prevenir los incumplimientos y actuando con rapidez y eficiencia en salvaguarda exclusiva y excluyente de los intereses de las personas incorporadas al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP)”.
Sin embargo, sí es cierto que los objetivos iniciales por los que se había realizado la reforma previsional de los años '90 no tuvieron en la práctica los efectos esperados. De acuerdo al trabajo de Nuria Mendizabal, “por un lado, se observó una reducción significativa en el nivel de cobertura: entre 1994 y 2002 el porcentaje de beneficiarios pasó de representar al 84,4% de los hombres y al 73,9% de las mujeres de 65 años y más, al 71,0% y 62,1%, respectivamente. Por otro lado, en el marco de un mercado de trabajo con alta desocupación e informalidad estructural, también decreció el número de aportantes al sistema: la relación entre aportantes y afiliados descendió en 21,1% entre 1995 y 2002”.
- “No [es la plata de los jubilados], es la plata de los trabajadores y del conjunto de los argentinos que financian a la seguridad social”. DISCUTIBLE
Las fuentes de financiamiento del organismo no sólo contemplan los descuentos a trabajadores y empleadores. La ANSES también recibe ingresos tributarios, como un 15% de la masa coparticipable, un 11% del Impuesto al Valor Agregado (IVA), y un 20% del Impuesto a las Ganancias, entre otros.
Teniendo esto en cuenta, el funcionario defendió los gastos no jubilatorios de la ANSES, al decir que “cualquier persona que va a un supermercado y compra algo está aportando al sistema de seguridad social. Es natural que eso genere derechos”.
El economista y director de la consultora Equis, Artemio López, coincidió con esta postura en una nota publicada en el diario Perfil, al señalar que “no es adecuado asumir que el fondo de la ANSES sólo se componga de aportes a la previsión social, y no tiene fundamento la fábula de considerarlo como ‘la plata de los jubilados’”. Con respecto a la utilización de los fondos, agregó: “El mejor mecanismo de sustentabilidad del financiamiento de la seguridad y ‘la plata de los jubilados’ es garantizar el nivel creciente de aportes previsionales, lo que supone no tanto la rentabilidad financiera de los fondos, sino fundamentalmente sostener y ampliar el consumo y el empleo local”.
En cambio, en una nota publicada por Chequeado.com Ruben Lo Vuolo, director académico del Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas (CIEPP), mencionó que “es cierto que los ingresos de la ANSES no provienen sólo de los aportes jubilatorios, pero su objetivo es pagar las jubilaciones”.
También, negó que los fondos deban quedar inmóviles, pero criticó la utilización actual. “El fondo tiene que capitalizarse, y para eso se tienen que hacer inversiones. No se pueden guardar los fondos y que pierdan valor. Pero si los retornos no son buenos, se está descapitalizando. Hoy no sabemos cómo se está manejando porque no existen informes periódicos sobre el uso de esos recursos”.
De acuerdo al citado informe de la CEPAL, para 2011 “las jubilaciones y pensiones contributivas representan la mayor proporción (del gasto en seguridad social), seguidas por las asignaciones familiares en su conjunto”, tanto las contributivas como las de la Asignación Universal por Hijo (AUH). Fuente: Publicado en Chequeando
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