domingo, 23 de diciembre de 2012

3 días y Cristina no aparece

Hoy es 23. Cristina llegó a Río Gallegos, exactamente a las 15,45hs del día 20 en el ya reacondicionado Tango 01. O sea, 6 horas después que le informaran que en Bariloche comenzaron los saqueos y que la situación se había desbordado. Pero Cristina se fue a pasar las fiestas a… “mi lugar en el mundo” (Calafate)… No hubo palabras para los 292 comercios saqueados en un total de 40 ciudades del país. No hubo Cadena Nacional. Quizás a nuestra particular Presidente no le gusta hablar de nada que la incomode.
Para quienes la quieren incondicionalmente si Cristina se ausenta en el momento y los días más graves que atravesó el país en estos años, está todo bien. Siempre estará todo bien…; Si habla, si calla, si tranquiliza, si provoca, si acusa a otros tendrá razón y si reconoce errores será una genial estadista…, estará siempre todo bien.
Para quienes no la quieren nada…, si habla es mejor que se calle y si calla es mejor que hubiese hablado. Este país ya es así. Así lo quiso ella y así lo tiene.
Entre estos dos extremos forzados hay un país que habría necesitado, más allá de todo cálculo, que la Presidente, esa Presidente que tanto ama enviar sus mensajes desde la Cadena Nacional, se hiciese presente y asumiera la conducción concreta de la situación. Porque, si bien es cierto que técnicamente puede hacerlo desde cualquier lado, no es menos cierto que si cualquier lado es lo mismo, algunos dirán, pues entonces que no vuelva.
La ausencia física nunca es un buen signo durante las crisis. Todos los Jefes de Estado lo saben.   
Y, en estas dos noches y tres días fueron saqueados 292 comercios en 40 ciudades del país. Y no lo dice la Corpo. Lo dice el informe oficial de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, 500 locales no fueron saqueados pero sufrieron daños de algún tipo y las pérdidas registradas superarían los 29 millones de pesos. Para muchos es el esfuerzo de toda la vida.
La información distribuida indica que los saqueos abarcaron comercios de todo tipo de rubros, desde alimentos y bebidas hasta zapaterías, farmacias, regalerías, indumentaria, o electrónicos. Hubo comercios que perdieron toda la mercadería que tenían en stock para las fiestas.
A su vez, los robos no solo involucraron la mercadería, sino instalaciones como cajas registradoras, maniquíes, computadoras, el dinero de caja y objetos del personal del local.
Siempre lo dijimos y volvemos a repetirlo. ¿Hambre? Siempre hay. Y, en algunos lugares más. En Bariloche, entre desocupación y subocupación ya se superó el 20% de la población económicamente activa (Informe técnico del Grupo Profesional local Nutriente Sur). O sea, hambre hay. Pero también hay política y delincuencia. En algunos casos, delincuencia bajo acuerdos políticos.
O alguien piensa que 100 / 200 o 300 personas se juntan todos de casualidad en una esquina –ahora o en el 2001- con barretas, piedras en mochilas, puertas placas para frenar balas de goma, etc., etc., etc., como se vio en muchos lugares del país. Nunca fue de casualidad. Ni ahora, ni ayer, ni antes. Ni mañana.
Como siempre, como ayer, como antes y como mañana, algunos comenzaran y cuando se vea que robar es fácil y golpear a la policía es casi catártico, surgirá luego lo peor del ser humano. Lo que está ahí…, latente, esperando un marco que supuestamente lo justifique, destruir, robar y golpear al mismo vecino que un día antes le pedían fiado o le compraban algo.
¿Qué hay organización? ¡¡¡Queeee novedaaaad!!! Ningún ciudadano necesita que nos expliquen sus propias falencias y negaciones, contándonos lo que todos los ciudadanos ya saben. Desde el ciudadano que decide no robar aunque el contexto lo permita, hasta el ciudadano que cree que no es ladrón porque no sale a robar como una profesión, pero se roba todo lo que encuentra cuando puede disimular su vergüenza –si es que la tiene- en una suerte de pueblada presuntamente exculpatoria…, todos los ciudadanos saben que el disparador es siempre, coordinado y que, luego, todo se desborda ante la ausencia de control, disuasión o represión.
Los ciudadanos no necesitan explicaciones estúpidas y justificadoras de sus propias acciones u omisiones. Pero si necesitan sentir que están conducidos en un marco de racionalidad que no haga sentir al ciudadano honesto como un estúpido que paga en 24 sacrificadas cuotas lo que los otros obtienen en 10 minutos de violencia.
Y esa conducción no estuvo, no está y parece que no quiere estar. Si “Conducción” es dar la directiva a la planta política de no usar el vocablo “saqueo” y cambiarlo por “robo organizado”…, es muy triste. Tan triste como decidir llamar homicidio al asesinato o perdida de vida a la muerte o parto al nacimiento. Tan obviamente dialéctico y superficial que aclara lo que no es necesario aclarar y que todo el mundo, todo el mundo, sabe.   
Seguramente hablará y transmitirá un Mensaje de Navidad. El silencio anterior fue cruel e innecesario. Hablar ahora, para desear Feliz Navidad, sonará a superficial y tardío. Inevitable que lo haga, pero igualmente superficial y tardío. Y, si eventualmente se refiriera durante ese mensaje a lo que sucedió en los días anteriores, será quizás entonces la base fundacional para nuevos saqueos o, si prefieren… “robos organizados”. Ya sucedió antes… se advirtió, no se hizo nada…; sucedió.
La Argentina toda cruzó un nuevo umbral. Se volvió a correr la línea de lo indeseable. La Violencia, como ya lo hemos señalado mucho antes de estos hechos, llegó para quedarse. Se la apoyó, se le dio carácter épico, se la hizo crecer desde el discurso mismo de amigos – enemigos, ahora, se cosecha.
Lic. Rodolfo Patricio Florido. PdqDigital

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