martes, 5 de febrero de 2013

Cristina y la re-re: Sin 2013, no habrá 2015…
Por Daniel Salmoral
Se comenzará a desandar el camino hacia lo que será la elección general de renovación legislativa del año 2013, donde el cristinismo jugará a cara cruz su objetivo político más ambicioso que no es otro que el de lograr la habilitación para que Cristina Fernández de Kirchner pueda volver a ser candidata y de esa manera, según los más optimistas, instalar otra vez y ahora desde 2015 hasta 2019, un tercer gobierno en manos de la actual Presidente.
Si esto se logra, la viuda de Néstor Kirchner alcanzaría los logros de Juan Domingo Perón que fue el único que gobernó la Argentina durante tres períodos por la voluntad soberana de los argentinos.
Para ello, están dispuestos a apelar a todos los recursos que tengan a la mano y los que no tengan también en aras de lograr este objetivo.
Si bien para la elección del año 2015 faltan todavía más de dos años, el cristinismo sabe que si no consigue en la compulsa electoral de este año la mayoría de las bancas legislativas que estarán en juego, la idea de la re-re se empezará a escurrir como agua en un canasto, por eso ya ha comenzado a hilvanar estrategias que por lo menos, en la teoría, garanticen el éxito.
Una de las primeras medidas que el gobierno nacional tomó en estos días y que apunta a ello, fue la de crear una línea de comunicación directa entre los intendentes y la Casa Rosada dejando al margen a los gobernadores con la intención de disciplinar a los jefes comunales y “puentear” a los jefes provinciales que son considerados díscolos o renuentes a subordinarse ante la billetera que maneja el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abál Medina, quien utiliza los recursos nacionales a manera de premios y castigos contra mandatarios provinciales e intendentes.
Con esta primera medida de corte político que toma Cristina este año, se pone en evidencia que su gobierno, sin complejo alguno, “garroteará” a opositores y repartirá dulces entre aquellos que se sumen al coro de los que cantan en favor del “modelo” y su reelección.
Ante estas primeras señales, no resulta difícil imaginar cómo vamos a transitar los argentinos este 2013 habida cuenta que las especulaciones electorales postergarán, otra vez de la agenda de gobierno, temas importantes como inflación, inseguridad, pobreza, falta de empleo genuino y corrupción, entre otros, que son los asuntos que en verdad el ciudadano de a pié que genera sus recursos a través del trabajo, espera que este gobierno se ocupe y empiece a buscarle una solución definitiva.
Los graves asuntos que vienen aquejando a la sociedad en su conjunto y a los cuales este gobierno ha decidido ocultarlos bajo la alfombra, más temprano que tarde saldrán del clóset y provocarán perjuicios que, seguramente, necesitarán del sacrificio de varias generaciones para poder superarlos.
De todos los temas que reclama atención la sociedad, Cristina y sus funcionarios no hablan.
Para ellos, es como si el problema inflacionario no existiera aunque diariamente vemos como se deglute los ingresos de todos perjudicando, sobre manera, a los más vulnerables.
La inseguridad tampoco es una realidad para ellos. Que todos los días mueran argentinos producto del accionar de los delincuentes, se ha convertido para quienes deben combatirlo, en un hecho normal.
Ya no les conmueve ni les interesa que hombres y mujeres, muchos de ellos ancianos o adolescentes, mueran a manos de quienes despliegan su accionar criminal con absoluta tranquilidad porque saben que hay un Estado ausente incapaz de reprimirlos.
Con respecto a la pobreza, genera angustia y bronca escuchar a funcionarios de llegada diaria al despacho presidencial decir que la pobreza ha bajado en la Argentina.
Se ve que estos personajes no recorren ciudades y pueblos y observan cómo viven millones de compatriotas chapoteando en el barro, sin agua corriente, sin servicios sanitarios, sin energía eléctrica, en medio de la basura y sin tener acceso a los servicios de salud pública que, obviamente, son más que ineficientes.
Tampoco estos “servidores públicos” y menos aún la señora Presidente, dicen nada sobre el flagelo de las drogas que desde hace rato se está consumiendo a buena parte de los jóvenes argentinos.
Nunca se la escucha a nuestra jefa de Estado decir por Cadena Nacional, que su gobierno va a lanzar un programa para combatir las drogas y recuperar a las chicas y chicos adictos y que, producto de esa adicción, son los principales protagonistas de la inseguridad que vivimos a diario.
Otro tema ausente de los anuncios oficiales es la corrupción, a pesar de que nunca antes un gobierno tuvo tantas denuncias por estos hechos.
Sin embargo, con el paraguas protector de la propia Presidente, los denunciados haciendo gala de la más absoluta impunidad, siguen ocupando sus cargos y comprando fabulosas propiedades en Puerto Madero y otros lugares, mientras se mofan de argentinos honestos que ven en qué se despilfarran sus impuestos.
La larga lista de corruptos enquistados en cargos importantes del gobierno nacional, ocuparía en verdad una columna completa.
Si bien es cierto que estos hechos planteados hablan de la realidad política nacional y donde la re-re será el tema central de este año, también es necesario decir que por encima de trampas “cazabobo” que Cristina y sus muchachos quieren instalar, lo real es que los ciudadanos poseen la herramienta o el “antídoto” necesario para cambiar esta realidad.
Aunque el año pasado quedó demostrado que las movilizaciones como las del “13-S” y el “8-N” fueron contundentes para reclamar cambios, lo cierto es que si esas manifestaciones no van acompañados de un voto de rechazo hacia esta forma de gobierno a la hora de ingresar al cuarto oscuro, todas las marchas hechas y las que vendrán van a terminar siendo total y absolutamente ociosas.
Por eso, resulta imprescindible saber que la única manera de modificar realidades, en la democracia, es a la hora de votar ejerciendo con total y absoluta responsabilidad su rol de ciudadano.
De nada sirve destrozar la cacerola a golpes si a la hora de ingresar su sufragio no sabe a quién le está dando mandato.
Nunca hay que olvidar aquello que dice que debemos dejar de ser habitantes para ser ciudadanos.
Desde el gobierno nacional, Cristina de Kirchner y su gente ya nos hicieron saber que ellos quieren seguir por este camino y pretenden seguir haciéndolo por lo menos, hasta el 2019.
Bueno será entonces que si usted está de acuerdo con ello, apoye fervientemente la propuesta pero si está en contra, comience a buscar los caminos, democráticos por supuesto, que ayuden a impedirlo.
De usted va a depender la continuidad o el cambio.
Se dice, en términos políticos, que no puede haber 2015 sin 2013 y es cierto.
Por eso este año y en base a lo que usted decida, nos indicara claramente como sociedad, hacia dónde estamos yendo.
Por: Daniel Salmoral- Opinión Calificada

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