COLUMNISTA
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"La creación de riqueza.... La primera afirmación del texto en este terreno es simple: la pobreza material lastima las condiciones que permiten el florecer humano. La manera más efectiva de reducir la pobreza es la protección de la propiedad privada como un derecho que es amparado por la ley. Gracias a esa protección de la propiedad personal, las personas podrán tener la oportunidad de realizar acciones voluntarias de intercambio en las que expresan sus dimensiones creativas como personas. Hay en esto un reconocimiento explícito al problema de la pobreza al que se le dimensiona gravemente, pues la miseria es una razón por la que las personas no pueden realizarse. Visto de otra manera, las personas necesitan cierto nivel de riqueza material para poder satisfacer los fines de una esencia a la que se le ha dado una naturaleza Divina. La pobreza, sin duda, es una dificultad seria, para la que se propone una solución. Según el documento, la manera más efectiva para remediar esa situación es algo lógico cuando se tiene a la persona humana como el eje central del pensamiento: los medios que están a disposición de esa persona, sus propiedades. Entra aquí, de nuevo, la autoridad en una función que es parte del estado de derecho, proteger y respetar a la propiedad personal. Esa propiedad personal inequívoca es la que permite a la persona acceder a posibilidades de intercambio con otros y realizar su potencial personal."[1]
La cita pone énfasis en la propiedad como fuente de intercambios, lo que brinda la posibilidad al propietario de ir reduciendo paulatinamente su pobreza en la medida que, gracias a la propiedad, pueda realizar cada vez más y mejores intercambios que le posibilitarán adquirir bienes y servicios cada vez más valiosos, ofreciendo otros que -para el sujeto actuante- lo serán menos que los que va incorporando a su patrimonio. El autor destaca que, para que esto sea posible, es fundamental que la institución de la propiedad privada encuentre un sólido respaldo legal. Allí donde los marcos institucionales descuidan el derecho de propiedad o, peor aún, lo atacan directa o indirectamente, los intercambios voluntarios entre los miembros de la sociedad serán cada vez menores, en cantidad y calidad, lo que –en última instancia- resiente el sistema social en su conjunto. Y, como efecto colateral, no contribuye a la realización humana como tal. En suma, denigra a la persona humana lejos de dignificarla. El desconocimiento de la propiedad privada ha traído aparejado muchos males económicos. Argentina ha sido un escenario frecuente de este tipo de ataques a la propiedad por parte de sus gobiernos, tal como lo deja ver la siguiente cita refiriendo a la situación del país hace un tiempo atrás:
"La confiscación de la propiedad privada y el colapso del sistema bancario (y la resultante restricción pronunciada del crédito) diezmaron la economía. De hecho, la producción industrial cayó el 10,6 por ciento durante 2002 y la confianza del consumidor alcanzó una baja histórica (su punto más bajo). ... Con la finalidad de promover su compromiso estratégico con América latina, dejado de lado con frecuencia, la administración de Bush exhortó al FMI a rescatar a la Argentina en enero de 2003. El FMI accedió y refinanció US$ 6 mil millones de deuda argentina."[2]
El párrafo es significativo. En lugar de reforzar y afianzar la institución de la propiedad privada, al colapso argentino los EEUU acudieron al rescate por intermedio de una institución estatal como es el FMI. En otras palabras, los políticos tienen cortas miras en cuanto al rol de la propiedad privada. y suelen entender que los problemas económicos y financieros a nivel mundial se "resuelven" disponiendo de los recursos ajenos, que se recaudan -al fin de cuentas- vía impuestos, con lo que se lesiona la propiedad privada de los mal llamados "contribuyentes". En suma, a los problemas derivados por las agresiones de los gobiernos a la propiedad privada se le añaden presuntas "correcciones" de esos mismos gobiernos que implican todavía asaltos mayores a la propiedad privada. En el caso de la cita anterior, el gobierno estadounidense obligó en aquella oportunidad a los contribuyentes norteamericanos al "salvataje" de la Argentina, sin contar para ello con el consentimiento de ninguno de esos ciudadanos americanos. Esta política, no solamente ha sido frecuente en Latinoamérica, sino que los gobiernos estadounidenses la han practicado durante el siglo XX y el presente en casi todas partes del mundo, con muy pocas excepciones.
Todo lo que se necesita para evitar las crisis económicas y disminuir la pobreza a nivel mundial es poco más que de propiedad privada. El resto se dará por añadidura.
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[1] Eduardo García Gaspar. Ideas en Economía, Política, Cultura-Parte I: Economía. Contrapeso.info 2007. pág. 68
[2] STEVE H. HANKE, "CAPÍTULO 4-El hombre de paja argentino: respuesta a los críticos de la caja de conversión". en Crisis financieras internacionales: ¿Qué rol le corresponde al gobierno? /compilado por Daniel Artana y James A. Dorn. - 1ª. ed.– Buenos Aires : Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas, 2004..Pág. 54
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