jueves, 14 de abril de 2016

Por qué el oro seguirá subiendo

El oro es, quizás, una de las inversiones más odiadas del mundo. Conozco una gran cantidad de personas que tuvieron experiencias muy negativas con el metal. A partir de allí, hablar del él se ha convertido en un tabú sin precedentes en materia de inversiones.
El último gran desencanto data del año 2011. Una cantidad importante de nuestros suscriptores tuvieron la peor de las pesadillas con este activo. Hacía tan solo unas semanas que me había sumado al equipo de Inversor Global cuando recibí una docena de clientes fastidiados con esta inversión con mensajes como éste:
“Compré oro en el máximo de agosto de 2011, cerca de US$ 1.850. Llevo acumulada una caída de más de 15% en menos de 10 meses. ¿Qué debo hacer?”, sentenciaba uno de ellos.
Precisamente en 2011, después de haber alcanzado su máximo histórico en la orilla de los US$ 2.000 la onza, el oro comenzó una vertiginosa caída sin precedentes. La posible desintegración de la Unión Europea y la rebaja de la calificación de deuda de Estados Unidos hacían presagiar nuevos máximos para el metal. Todos los inversores se abalanzaron a él. Sin embargo, elcommodity tomó la dirección opuesta a lo que todos pensaban.
En los años subsiguientes, el oro bajó de un nivel de US$ 1.900 a casi US$ 1.000 la onza. Esto llevó a que muchos desestimaran al metal para futuras inversiones de portafolio. Nadie quería mencionarlo entre el menú de activos disponibles para invertir.
El inicio de 2016 mostró un punto de inflexión.
¿Por qué hoy el metal puede comenzar a brillar…?
El tumultoso comienzo de año en los mercados bursátiles le ha devuelto el brillo al oro. El metal anotó la mejor performance trimestral en 30 años al subir un 16,5%. Se trata de uno de los activos financieros con mayor alza acumulada desde comienzo de 2016.
Al parecer, el commodity ha recuperado su función de reserva de valor ante situaciones de desequilibrios crecientes en la economía mundial.
Es cierto que los índices bursátiles han recuperado toda la pérdida que mostraron a inicios de año, pero también es real que el oro no recortó su ascenso. Por el contrario, lo profundizó.
¿Seguirá así?
Es probable que sí.
He detectado tres argumentos sólidos de por qué el metal seguirá su tendencia alcista con el transcurso del tiempo. Creo que estas tres causas son lo suficientemente fuerte para pensar en una cotización mucho más alta de los US$ 1.250 actuales para la onza troy.
Analicemos las mismas.
Las tasas de interés reales se vuelven negativas
Históricamente, cuando las tasas de interés reales en Estados Unidos fueron negativas, el oro ha mostrado una performance que duplica su retorno histórico.
¿Adivinen qué está pasando ahora?
Sí, las tasas de interés reales están volviéndose negativas.
La tasa de interés real surge de la diferencia entre tasa de interés nominal y la inflación. Generalmente, la tasa de interés nominal más representativa en Estados Unidos es la del rendimiento del bono del Tesoro a 10 años.
Ésta ha mostrado una tendencia creciente en la última mitad de 2015, impulsada por una posible suba de las tasas de la Reserva Federal. Como la inflación se mantenía estable, la tasa de interés real subía.
Sin embargo, a principios de año esto comenzó a cambiar.
El miedo de los inversores, sumado a una Reserva Federal que se mostró menos segura de subir sus tasas de interés, llevó a una fuerte demanda de los bonos del Tesoro estadounidense. Esto hizo bajar la tasa de rendimiento de los títulos y, como la inflación seguía estable, hubo una fuerte disminución de la tasa de interés real.
Lo anterior fue un fuerte aliciente para el precio del oro.

Es probable que la tasa de interés real continúe subiendo en Estados Unidos. Mi percepción es que la Fed deberá revisar su política monetaria a fin de este año, condicionándose para futuras subas de tasas de interés.
Si los bonos del Tesoro continúan con fuerte demanda, su retorno nominal bajará. Y esto impulsará aún más la demanda del oro.
El dólar pegó la vuelta
En noviembre de 2015, el índice DXY que mide la evolución del dólar contra una canasta de las monedas más importantes del mundo, como ser la libra, el franco suizo, el euro y el yen, sobrepasó la línea de los 100.
Esto mostraba la fortaleza de la divisa estadounidense en relación al resto del globo. Parte de este movimiento se justificaba en el hecho de que la principal economía del mundo crecía “fuerte” mientras que las otras regiones desarrolladas no solo no crecían sino que luchaban contra la deflación.
Con el correr de los meses, los datos económicos de Estados Unidos comenzaron a sembrar dudas sobre la performance de esta economía. La recuperación no era tan visible y la industria manufacturera comenzó a entrar en terreno negativo.
Asimismo, el dólar fuerte comenzó a castigar a la competitividad de las exportaciones estadounidenses. Si a esto le sumamos el deterioro del background global, la situación no lucía nada favorable para un ajuste de tasas alcistas por parte de la Fed.
A partir de allí, el dólar comenzó a ceder terreno. Hoy se encuentra en el mínimo nivel de agosto de 2015 y la tendencia parece ser a un mayor debilitamiento.
Un dólar débil es sinónimo de commodities más fuertes. El oro forma parte de este grupo. Y continuará sacando provechando de la debilidad actual del dólar.
China y Rusia se mueve estratégicamente
El tercer factor que estimula la suba del oro es la declaración de una “guerra” en contra del dólar por parte de Oriente.
China ha intensificado la firma de convenios de comercio bilateral con países asiáticos a través de los cuales impulsa el uso de las monedas locales para cerrar las transacciones en detrimento del dólar.
También Rusia avanza en ese sentido.
La potencia euroasiática está desarrollando una red comercial independiente del dólar. Para ello ha sumado diversificación a sus reservas internacionales de manera tal de depender cada vez menos de la divisa estadounidense.
En esta línea, no es casual que haya sido el país que más oro sumó a sus reservas en el mes de febrero, incluso superando a China. Esto da muestra de que detrás de la suba del precio del metal hay una demanda genuina.
A mi entender, estos tres factores perdurarán en el futuro inmediato, dando sustento a que el oro pueda continuar su senda alcista.
La primera decisión, entonces, debe ser considerar al commodity como un activo interesante para su portafolio.
En segundo lugar, debés decidir en cuál de sus tantas formas lo podés adquirir. Cualquier de las que se trate, seguramente te dará satisfacciones.
A tu lado en los mercados, Diego Martínez Burzaco
Publicado en Inversor Global

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