Donde gente con caballos de madera comen tartas de malvavisco
Todos te sonríen mientras la deriva te lleva a través de las flores
Que crecen increíblemente altas.
Los Beatles – Lucy in the Sky With Diamonds
Llevamos años a la deriva en la niebla.
¿Qué es esto?
Es una silueta vaga… el contorno de algo… que se hace nítido.
Sí… es la extraña isla de las Peculiaridades y las Imposibilidades.
Cuando llueve en esta isla, el agua emana desde el suelo. Cuando el sol brilla, te tienes que poner las botas de agua. Las plantas gruñen… las rocas lloran.
Amenazamos con explorar la fabulosa política monetaria de la Fed hoy. Así que salgamos y vayamos a caminar por la orilla para ver qué podemos encontrar.
Extraña criatura
Cuando la Reserva Federal anunció hace casi ocho años su programa de expansión cuantitativa (QE por sus siglas en inglés), no sabíamos muy bien qué hacer con él.
¿Animal? ¿Vegetal? ¿Mineral?
“Imprimir dinero”, lo llamamos.
“No, no es para nada una impresión de dinero”, dijeron varias voces, incluyendo algunos de los miembros del equipo de investigación de Bonner & Partnerns. Lo que la Fed había creado era algo totalmente nuevo, dijeron.
Tenían razón. No era “dinero”. Y los bancos centrales no lo estaban “imprimiendo”.
En lugar de eso, la Fed lo que hizo fue simplemente sustituir la deuda a largo plazo (bonos del Tesoro y títulos hipotecarios respaldados por el Gobierno) con deuda a corto plazo (“efectivo” en los balances).
La idea detrás de esto era que la demanda adicional aumentaría los precios de los bonos y esto empujaría los rendimientos hacia abajo (los rendimientos de los bonos y los precios se mueven en direcciones opuestas).
Se tomó esta medida porque los bancos no podían gastar sus reservas y tampoco las necesitaban para hacer préstamos. Además, los bancos centrales deciden qué tasa de interés pagarle a los bancos por esas reservas.
Poco después, todo se volvió aún más raro.
Los bancos centrales comenzaron a hablar… y después empezaron a experimentar con una tasa de interés negativa sobre las reservas.
¿Qué era esta extraña criatura?
Al igual que el ornitorrinco o el armadillo de hadas rosado, primero pensamos que se trataba de una broma. Algo así no podía existir. Sin embargo, ahí estaba.
Nadie sabía lo que esta bestia extraña podría hacer. ¿Era peligroso? ¿Venenoso? Nadie lo sabía porque nadie había visto uno antes.
Pero en los bares del bajo Manhattan y en los pubs de la ciudad de Londres, fuertes discusiones se produjeron entre los economistas y los inversionistas que trataban de averiguar algo más sobre este nuevo ecosistema.
El paso de tiempo ha echado algo de luz sobre el asunto. Y ahora, vemos… ¿qué esta sucediendo realmente en esta isla fantasiosa?
Al parecer, estábamos en lo cierto. ¡Es la impresión de dinero!
Arrancar el helicóptero
Incluso hasta los economistas más prestigiosos están empezando a entrar en razón.
El director gerente de Capital Economics, Roger Bootle, escribió lo siguiente en el London Telegraph:
Bajo el QE, el banco central compra activos financieros en los mercados (generalmente deuda pública) con dinero que emite él mismo, aumentando así ambos lados de su balance (activo y pasivo).
En la práctica, no se imprimen casi billetes adicionales. El dinero extra se crea electrónicamente. Pero ya que los depósitos en el banco central son intercambiables con billetes, podemos describir esto de forma abreviada como “impresión de dinero”.
El departamento de investigación del banco de inversión francés Natixis va un paso más allá:
Algunas personas piden poner en práctica el plan conocido como “dinero helicóptero”: la distribución del dinero [por parte del Gobierno… sin compensación o préstamo.
Pero, en realidad, la expansión cuantitativa ya es el “dinero helicóptero”.
Cuando un Gobierno da dinero –por ejemplo, a los pobres-, explican los analistas de Natixis, y esos fondos provienen del dinero que los bancos centrales gastan en la compra de bonos del gobierno… no es diferente a simplemente “imprimir dinero”.
Los funcionarios han conseguido un crédito, sin un débito real. Tienen dinero para gastar, pero no tienen que pagar la deuda.
De hecho, la forma en la que funciona ahora es que la Reserva Federal devuelve el interés de los bonos del gobierno al Departamento del Tesoro.
¡Dinero gratis!
Es como pedir dinero prestado para comprar un coche.
El prestamista le devuelve a usted los intereses de su préstamos… y sigue rodando sobre la deuda, probablemente para siempre.
¡Podría tener un coche gratis!
Esto es precisamente lo que el economista Richard Duncan describe.
No sólo el nuevo dinero lo consiguen gratis los miembros de la Fed… el Banco Central también puede hacer desaparecer el endeudamiento pasado.
Duncan dice que cuando un banco central compra un bono del Gobierno de EE.UU., esto anula eficazmente la deuda.
El pago de intereses se devuelven al deudor… y el director nunca los obtiene. El QE es “una cancelación de la deuda”, dice Duncan.
Vamos a aclarar esto: usted pide prestado… usted gasta… y su deuda se cancela.
Es demasiado bueno para ser verdad, ¿no es así?
Como medida de precaución, vamos a volver a nuestro barco. Esta isla nos da escalofríos.
Saludos, Bill Bonner
Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros “Financial Reckoning Day” y “Empire of Debt” que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos.
Publicado en Inversor Global- Enviado por mail
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