“El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) no fue efectivo a la hora de mantener y mejorar el desempeño de EDENOR Y EDESUR”. Así califica la Auditoría General de la Nación (AGN) la labor del organismo que ni en 2011 ni en 2012 “sancionó a las empresas pese a haber detectado incumplimientos en los planes de inversión”.
El dato cobra relevancia si se tiene en cuenta que el juez federal Luis Rodríguez ordenó investigar los trabajos que las compañías hicieron desde el 2003 a raíz de las interrupciones del servicio que ocurrieron en diciembre y enero y que afectaron distintos barrios porteños.
El informe de la AGN tuvo por objeto “verificar el control que realizó el ENRE sobre los proyectos y la gestión de activos críticos de ambas empresas durante el 2011, 2012 y primer trimestre de 2013”.
Para auditar los planes de inversión de las distribuidoras el Ente contrató a la Universidad de San Martín para seguir el caso de EDENOR y a la Universidad Tecnológica Nacional para ver la labor de EDESUR.
Por otro lado, también se celebró un convenio con la Universidad de La Matanza con el objeto de “desarrollar un sistema para controlar la gestión que ambas distribuidoras realizan sobre sus activos críticos”.
Sobre este último acuerdo la Auditoría constató que “pese a que las firmas licenciatarias demoraron en entregar la información no hay constancia de que el ENRE las haya sancionado ni iniciado actuación alguna”.
El convenio con la Universidad de la Matanza establecía que “una vez aprobados los informes se procedería al pago”. Sin embargo, el desembolso se realizó “sin el visto bueno previo”.
Pero volvamos a las inversiones. La AGN detallo que “el ENRE debía intervenir activamente en los planes de EDENOR Y de EDESUR pero que no cumplió con ese objetivo”. Además se detectó que “no les exige información completa y uniforme de las inversiones realizadas lo que impide a posterior realizar comparaciones y determinar los montos ejecutados”.
Algunas de las auditorías que realizó el organismo regulador detectaron desempeños que “ponían en riesgo la prestación eléctrica”, pero como “no hay un marco normativo actualizado y adecuado no pudo ejercer en forma completa sus función de regulador”.
Tampoco realizó el seguimiento del avance físico de las obras de manera oportuna “ya que deberían hacerse de manera conjunta con los trabajos” pero se hizo “con una demora de seis meses en 2011 y no se detectó ninguna presentación para el año 2012”.
A ello se suma “el desconocimiento acerca de la calidad técnica de las obras realizadas por las distribuidoras en cumplimiento del plan de inversiones pactado” ya que “los informes presentados por las universidades no tienen ese dato”.
Del ENRE depende que las empresas cumplan con las obras que prometen y deben hacer para asegurar el suministro eléctrico. Estamos cerca del verano, período en el que históricamente se registran grandes cortes de luz. Todo parece indicar que, por lo menos este año, la historia va a volver a repetirse.
FUENTE: Publicado en El auditor.info http://www.elauditor.info/posts/show/6165
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