El resumen se realizo sobre la importante información de la prensa del Congreso de MAIZAR
realizado en Parque Norte el 30 de junio y el 1 de julio del 2015.
Autor: Informacion MAIZAR - 01/07/2015
Pérdidas, desperdicios y reciclado de alimentos
El papa Francisco se hizo presente en el Congreso de Maizar 2015, en la jornada que se desarrolló este martes y continúa este miércoles en el centro de exposiciones Parque Norte, en Buenos Aires, cuando el impulsor de la iniciativa Nutrición 10 Hambre 0 (N10H0), Ricardo Hara recordó frases de la carta que el pontífice le envío a la FAO, en la que sostuvo que "es un escándalo que haya hambre y desnutrición en el mundo", que "la comida que tiramos es como si la hubiéramos robado de la mesa de quien es pobre, de quien tiene hambre" y la exhortación a "repensar y renovar nuestros sistemas alimentarios desde la perspectiva de la solidaridad".
La posta la tomó la responsable en Argentina de Comunicación y Gestión de la FAO, Silvina Ferreyra, quien contó la iniciativa Sabe Food (salvar la comida) que se creó para darle una respuesta al hecho de que 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician anualmente, que implican un tercio de lo que se produce en el mundo. "Además, se daña el agua, el clima, la tierra y la biodiversidad", dijo Ferreyra que dio números impactantes: desperdicio de 250 km3 de agua y la suma de 3.300 mill/tn de gases de efecto invernadero.
La funcionaria de la FAO propuso "dejar de ser una sociedad lineal -producción, elaboración, consumo- para ser circular", incorporando el reciclado y la recuperación de los alimentos. Para esto apeló a la conciencia de toda la cadena alimentaria. "El 45% de la producción de frutas y hortalizas se pierde y la razón principal es una cuestión estética: el consumidor prefiere la fruta grande y linda". Ferreyra propuso actuar en tres niveles: reducir, reciclar y reutilizar alimentos; acciones que implican "equilibrar la producción con la demanda" para achicar los excedentes. También disminuir el exceso doméstico: "el compostaje puede desviar 150 kilos por año de residuos de alimentos del hogar".
Alfredo Kasdorf, secretario de la Red Argentina de Bancos de Alimentos, describió cómo es el funcionamiento de esta entidad que nuclea a 17 iniciativas en todo el país dedicadas a "recuperar los alimentos que se pueden consumir pero no comercializar" por razones que van desde problemas de packaging, fechas de vencimiento, devoluciones, excedentes de producción, alimentos estacionales (como el pan dulce) o productos que fracasaron comercialmente. En esos casos, las empresas fabricantes los entregan al Banco que los alimentos a organizaciones sociales y comedores escolares. "En 2014 se recuperan 8.200 millones de kilos que se entregaron a 1.780 instituciones para 243 mil beneficiados que recibieron 24 millones de platos de comida", enumeró. "Somos una solución para dos problemas: el hambre y lo ambiental". Kasdorf apuntó que el desafío es incorporar "el rescate de comida elaborada por los restaurantes y hoteles".
El director ejecutivo de Maizar, Martín Fraguío, comentó el recorrido del excedente de las materias primas agrícolas "que generan mucho daño" porque distorsionan los mercados, cuando los países responden poniendo barreras arancelarias o subsidios a otras producciones (en el caso del maíz, cuando subsidia la actividad porcina o aviar). Existen varias vías de generación de excedentes: la tecnología que mejora los índices productivos; el clima benigno; caídas de la demanda; y "dos causas menos conocidas y difíciles de protegerse: los rodeos vacuno, ovino o porcino en ciclo de liquidación, y la relación comercio versus producción mundial, que es donde nacen los sistemas de protección". Para Fraguío, "los excedentes de granos forrajeros se deben quitar del circuito alimentario y enviarse a otra actividad, como la bioenergía o los biomateriales". Puso el ejemplo de lo ocurrido al consolidarse el uso de biocombustibles en Estados Unidos, en 2006: "desaparecieron en el mundo los embarques de granos a pagar en 25 años; ahora, cuando hay excedentes van a parar a bioenergía".
"Somos la primera generación que puede terminar con el hambre"
Un esperanzador mensaje se envió en el cierre de la primera jornada del Congreso Maizar 2015 -que continúa este miércoles en el centro de convenciones Parque Norte, de la ciudad de Buenos Aires- de la mano de Juan Carr, de Red Solidaria, y del biólogo español José Miguel Mulet, de la Universidad de Valencia, quien hizo una encendida defensa del desarrollo de transgénicos.
Juan Carr partió de plantear el problema de la distribución en la Argentina, que tiene la contradicción poseer una capacidad de producir alimentos para 440 millones de personas "pero hay 3 millones de personas que tienen hambre". Para este veterinario, "hay que terminar con el hambre distribuyendo lo que ya está, haciendo acuerdos grandes, medianos y artesanales".
Pero más concreto fue al plantear que "por primera vez desde los últimos 5 años hay mayor cantidad de alimentos que personas en todo el planeta". El veterinario recordó que la última medición de la FAO puso en 820 millones las personas que sufren hambre en el mundo, pero resaltó que esa cifra en 2010 era de 1.020 millones. "Si bien hoy, cada minuto cinco personas mueren de hambre, hay otras 70 personas que salen de la situación de hambre", resaltó.
"No hablamos de pobreza que es una cuestión más compleja y que va a llevar más tiempo. Pero primera vez en la historia hay más comida que las 7.000 mil millones de personas. Somos la primera generación que tenemos más comida que la que necesitamos. Lo único que tenemos claro es que hay que distribuir", concluyó.
En una conexión vía internet, José Miguel Mulet, trazó rápidamente la historia de la agricultura para detenerse en la "tercera revolución verde", con la aparición de los transgénicos. "En 20 años que llevamos con transgénicos en el campo no hemos tenido problemas, es una tecnología muy segura", defendió. Mulet refirió otros productos que tienen organismos genéticamente modificados, específicamente medicamentos, como la insulina. Para el español, la razón de la mala prensa que tienen los transgénicos nació de la oposición que se le hizo desde Europa, que "vio bien el proteccionismo porque no podía competir con Monsanto", la empresa que tuvo el primer desarrollo en semillas. "Las vacas en Europa se morirían de hambre si no tuviéramos transgénicos, por más remeras en contra que veamos". También hizo una defensa del glifosato. "Es un herbicida, eso quiere decir que no se bebe, que tiene muchas menos toxicidad que otros; no es cancerígeno, la OMS dice habla de la posibilidad de que lo sea, pero lo es mucho menos que la aspirina". Mulet cerró su disertación con una arenga a los productores argentinos: "Seguid sembrando maíz transgénico".
"El éxito no es inexorable: hay que tener estrategia, vocación competidora y trabajar en las cadenas"
Fernando Vilella, Alejandro Petek y Eduardo Serantes encararon aspectos en que la Argentina debería posicionarse en relación con lo que viene en tecnología, en materia de mercados mundiales de alimentos y de reacomodamientos geopolíticos regionales.
Alejandro Petek, de Aapresid, comparó lo que era y lo que es producir en relación con las nuevas tecnologías y el avance de la ciencia.
"Hasta los ?90, para hacer commodities, nuestra actividad era bajar el costo por kilo producido, teníamos que ser exitosos económicamente. A fin de esa década empezaron a tenerse en cuenta dos ejes: el ambiental y el social. Y siempre el productor de commodities tienen que tratar de obtener un precio diferencial".
"Uno de los retos de la agricultura global es lograr la disminución de combustibles fósiles, tratar de que no se agrave el cambio climático y la vez poder producir, con los retos de que la población crece y se reducen las tierras disponibles por urbanización y erosión".
"Para que se cumpla con los objetivos económicos, ambientales y sociales, en Aapresid proponemos buenas prácticas de manejo: siembra directa; rotaciones diversas e intensas y que incluyan gramíneas; nutrición balanceada y con reposición de nutrientes y manejo eficiente y responsable de los agroquímicos".
En cuanto a lo nuevo, se refirió a la biotecnología de transgénesis. "En la Argentina estamos en las primeras etapas, tenemos unos 35 eventos aprobados por Conabia disponibles para aplicar. En general, están orientados a brindar tolerancia a herbicidas y a insectos".
Petek destacó los dos eventos transgénicos desarrollados por científicos nacionales, uno sobre un virus de la papa y el otro sobre tolerancia a sequía, "que colocan a la Argentina entre los seis países en el mundo que tienen biotecnología de transgénesis propia".
Pero para evitar los problemas que la adopción de estas tecnologías ha generado, los técnicos deben asumir una actitud responsable. "No tenemos que delegar la decisión de incorporar un evento en un sistema que estamos dirigiendo. Debemos informarnos, ver si tiene sentido para nuestro sistema de producción, y sus efectos a largo plazo, para que no termine siendo un boomerang".
"Tardamos 10 años para que aparezca la primera maleza resistente, 5 años para que apareciera la segunda, y hoy tenemos 3,5 malezas por año: no podemos seguir ignorando este problema con nuestro pensamiento mágico".
Como noticia esperanzadora, se refirió a las nuevas tecnologías de Fito mejoramiento, alternativas de modificaciones en el genoma no transgénicas, que tienen la ventaja de estar exceptuadas de las costosas regulaciones de los OGM y de producir mínimo daño al genoma original, cisgénesis, intragénesis, floral dip, mutagénesis dirigida por oligonucleótidos, agroinfiltración, etc.
"Cuando vemos una pradera, no hay producción de basura. Estamos en un nuevo salto evolutivo, un sistema productivo que no produzcan desechos sino fibra, energía, todo tipo de materiales. Lo que tenemos es herramientas".
Fernando Vilella, del Programa de Agronegocios de la UBA, resumió en su presentación los cambios que imponen China y su urbanización. "Más de la mitad de la población vive en ciudades desde 2010. En China se urbanizan 50.000 personas día, 20 millones al año. La clase media en Asia tiene 500 millones de personas hoy, y tendrá 2.700 millones en 2050, que van a dejar de hacer su propia comida y van a demandar más proteínas", sintetizó.
"La única forma es aumentar la productividad. La biotecnología produce ahorro ambiental y pocos países tienen mejor disponibilidad per cápita", indicó.
"Hay que hacer un desarrollo sustentable si decidimos ser el supermercado y no el granero del mundo".
Según Vilella, la población argentina está en el 10% que en el mundo tiene excedentes de alimentos. "La Argentina tiene la mejor dotación de tierras cultivables per cápita y la cuarta mejor de agua del planeta. Tiene sanción moral quien no cuide o no use esos recursos naturales".
"La proyección del consumo per cápita de carnes es creciente, hacia 2022 será de 51,5 kilos en total. Hay una transformación nutricional, hacia aquellos productos que por cada caloría tienen más vitaminas, más minerales".
"Va a haber mayor demanda de proteínas animales, de alimentos preparados fuera del hogar, un consumidor más sofisticado, con marcas y otros usos: industriales, energía y alimentos mascotas".
"Quien controle los flujos de soja y maíz controlará el flujo de alimentos a nivel global. El 88% de la soja es producido en América y el 81% es exportado por 3 países: Estados Unidos, Brasil y Argentina, que tienen el 7,8% de la población global"
"Hay tres oportunidades: aprovechar el liderazgo en bajos costos, transformar la mayor parte de los granos y llegar directo al plato. El éxito no es inexorable, hay que tener estrategia, vocación competidora y trabajo entre las cadenas", concluyó.
Eduardo Serantes se refirió al trabajo que desarrollan desde el Grupo de Productores del Sur (GPS), y algunas dificultades que aparecen.
"Desde el punto de vista de la producción, hemos cumplido en tener alimentos para todo el mundo, pero mueren miles de niños de desnutrición. No tenemos problemas de producción, sino de acceso, y hay que aumentar la producción con cambio climático. El país con más área para avanzar es Brasil, pero tiene mucho bosque y es poco lo que se puede avanzar con sustentabilidad", señaló, aunque confió en que la tecnología va a permitir avanzar.
"El otro problema es la volatilidad de los precios internacionales. Para disminuirla tenemos que llegar a acuerdos en los organismos internacionales para poner reglas de juego que permitan menor volatilidad. Somos los principales exportadores netos de alimentos del mundo, y no participamos en conjunto en las negociaciones", subrayó.
En ese marco, dijo, el GPS nació hace unos pocos años con el objetivo de avanzar juntos desde el sector privado.
"Formamos el GPS entre algunas instituciones de nuestros países. Nos convocó el CARI para armarlo, están Aapresid, Aacrea, las cuatro cadenas, Acta, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Nos propusimos mostrar lo que somos y lo que queremos ser, e hicimos una serie de trabajos: para ir a los organismos internacionales, como proponer un acuerdo en la OMC entre los principales exportadores e importadores, y para integrarnos entre nosotros, como la huella de carbono argentina, paraguaya y brasileña, mucho mejor que la de Francia. Hicimos otro trabajo sobre cambio climático, trabajamos en la integración de la Hidrovía, otro de integración macroeconómica, otro de integración de las cadenas productivas", dijo Serantes. "Creo que el Mercosur hay que defenderlo, pero cambiarle la meta", concluyó.
"La reapertura del mercado estadounidense genera expectativas a mediano plazo"
En el panel ganadero del Congreso Maizar 2015 los especialistas Rodrigo Troncoso y Cristian Feldkamp analizaron la medida que anunció ayer el Gobierno.
Rodrigo Troncoso, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Feedlot y Cristian Feldkamp, coordinador de la Comisión de Ganadería de AACREA, fueron los encargados de abrir el segundo día del Congreso Maizar 2015 que finaliza este miércoles en Parque Norte.
Los especialistas expusieron en un panel denominado "Agenda Estratégica para el sector de la Carne Vacuna".
En primer término, tal como era de esperar, tanto Feldkamp como Troncoso analizaron la reapertura del mercado estadounidense de carne que se dio a conocer ayer. "La norma tarda 60 días para entrar en vigencia y estamos muy contentos en cuanto a la recuperación de un mercado", comenzó Troncoso.
"De todas maneras somos moderados en cuanto a las expectativas para el corto plazo y no queremos crear falsas expectativas. Es una buena noticia pensando en 2016", señaló.
Por su lado, Feldkamp dijo que "la apertura del mercado americano nos genera una expectativa enorme porque la Argentina tiene la posibilidad para adaptarse a cualquier tipo de mercado".
Luego del análisis de la medida que anunció el Gobierno, ambos expositores disertaron sobre las estrategias para el sector cárnico. "La Argentina no tiene que seguir un solo modelo de producción de carne; es muy favorable promover la diversificación porque tenemos muchos climas y posibilidades", remarcó Feldkamp. "Los competidores están cerca de su techo de productividad y esto es una muy buena noticia", indicó.
"Brasil y EE.UU. están cerca de sus niveles de stock y crecieron marginalmente en eficiencia productiva", continuó Feldkamp, para luego mencionar que "debemos reducir la incertidumbre, transparentar precios, financiación y capacitarnos para salir al mundo".
"Tenemos que entender que los consumidores del futuro no son fanáticos de la carne necesariamente. En la Argentina no tenemos límites en cuanto a la calidad de producción que podemos hacer y esto nos da poder de negociación con nuestros clientes", agregó el técnico de AACREA.
Por su parte, Troncoso hizo hincapié en la necesidad de redefinir una estrategia para salir al mundo a reinstalar la marca carne argentina. "Tenemos el posicionamiento ganado y ahora hay que discutir las certificaciones de calidad. Es decir, salir a tener protocolos de calidad y promocionar distintos tipos de carnes".
"La marca argentina es infinita en cuanto mercados. Ahora hay que posicionar el producto carne argentina. Hay que atacar generaciones y hablar de mercados", destacó Troncoso.
Por último, para el especialista, "el consumo de proteína animal va aumentando porque por suerte hay cada vez más gente que puede acceder a estos productos. Hay que reordenar las estrategias. Tenemos que ver que tan serio somos nosotros a la hora de producir carne".
realizado en Parque Norte el 30 de junio y el 1 de julio del 2015.
Autor: Informacion MAIZAR - 01/07/2015
Pérdidas, desperdicios y reciclado de alimentos
El papa Francisco se hizo presente en el Congreso de Maizar 2015, en la jornada que se desarrolló este martes y continúa este miércoles en el centro de exposiciones Parque Norte, en Buenos Aires, cuando el impulsor de la iniciativa Nutrición 10 Hambre 0 (N10H0), Ricardo Hara recordó frases de la carta que el pontífice le envío a la FAO, en la que sostuvo que "es un escándalo que haya hambre y desnutrición en el mundo", que "la comida que tiramos es como si la hubiéramos robado de la mesa de quien es pobre, de quien tiene hambre" y la exhortación a "repensar y renovar nuestros sistemas alimentarios desde la perspectiva de la solidaridad".
La posta la tomó la responsable en Argentina de Comunicación y Gestión de la FAO, Silvina Ferreyra, quien contó la iniciativa Sabe Food (salvar la comida) que se creó para darle una respuesta al hecho de que 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician anualmente, que implican un tercio de lo que se produce en el mundo. "Además, se daña el agua, el clima, la tierra y la biodiversidad", dijo Ferreyra que dio números impactantes: desperdicio de 250 km3 de agua y la suma de 3.300 mill/tn de gases de efecto invernadero.
La funcionaria de la FAO propuso "dejar de ser una sociedad lineal -producción, elaboración, consumo- para ser circular", incorporando el reciclado y la recuperación de los alimentos. Para esto apeló a la conciencia de toda la cadena alimentaria. "El 45% de la producción de frutas y hortalizas se pierde y la razón principal es una cuestión estética: el consumidor prefiere la fruta grande y linda". Ferreyra propuso actuar en tres niveles: reducir, reciclar y reutilizar alimentos; acciones que implican "equilibrar la producción con la demanda" para achicar los excedentes. También disminuir el exceso doméstico: "el compostaje puede desviar 150 kilos por año de residuos de alimentos del hogar".
Alfredo Kasdorf, secretario de la Red Argentina de Bancos de Alimentos, describió cómo es el funcionamiento de esta entidad que nuclea a 17 iniciativas en todo el país dedicadas a "recuperar los alimentos que se pueden consumir pero no comercializar" por razones que van desde problemas de packaging, fechas de vencimiento, devoluciones, excedentes de producción, alimentos estacionales (como el pan dulce) o productos que fracasaron comercialmente. En esos casos, las empresas fabricantes los entregan al Banco que los alimentos a organizaciones sociales y comedores escolares. "En 2014 se recuperan 8.200 millones de kilos que se entregaron a 1.780 instituciones para 243 mil beneficiados que recibieron 24 millones de platos de comida", enumeró. "Somos una solución para dos problemas: el hambre y lo ambiental". Kasdorf apuntó que el desafío es incorporar "el rescate de comida elaborada por los restaurantes y hoteles".
El director ejecutivo de Maizar, Martín Fraguío, comentó el recorrido del excedente de las materias primas agrícolas "que generan mucho daño" porque distorsionan los mercados, cuando los países responden poniendo barreras arancelarias o subsidios a otras producciones (en el caso del maíz, cuando subsidia la actividad porcina o aviar). Existen varias vías de generación de excedentes: la tecnología que mejora los índices productivos; el clima benigno; caídas de la demanda; y "dos causas menos conocidas y difíciles de protegerse: los rodeos vacuno, ovino o porcino en ciclo de liquidación, y la relación comercio versus producción mundial, que es donde nacen los sistemas de protección". Para Fraguío, "los excedentes de granos forrajeros se deben quitar del circuito alimentario y enviarse a otra actividad, como la bioenergía o los biomateriales". Puso el ejemplo de lo ocurrido al consolidarse el uso de biocombustibles en Estados Unidos, en 2006: "desaparecieron en el mundo los embarques de granos a pagar en 25 años; ahora, cuando hay excedentes van a parar a bioenergía".
"Somos la primera generación que puede terminar con el hambre"
Un esperanzador mensaje se envió en el cierre de la primera jornada del Congreso Maizar 2015 -que continúa este miércoles en el centro de convenciones Parque Norte, de la ciudad de Buenos Aires- de la mano de Juan Carr, de Red Solidaria, y del biólogo español José Miguel Mulet, de la Universidad de Valencia, quien hizo una encendida defensa del desarrollo de transgénicos.
Juan Carr partió de plantear el problema de la distribución en la Argentina, que tiene la contradicción poseer una capacidad de producir alimentos para 440 millones de personas "pero hay 3 millones de personas que tienen hambre". Para este veterinario, "hay que terminar con el hambre distribuyendo lo que ya está, haciendo acuerdos grandes, medianos y artesanales".
Pero más concreto fue al plantear que "por primera vez desde los últimos 5 años hay mayor cantidad de alimentos que personas en todo el planeta". El veterinario recordó que la última medición de la FAO puso en 820 millones las personas que sufren hambre en el mundo, pero resaltó que esa cifra en 2010 era de 1.020 millones. "Si bien hoy, cada minuto cinco personas mueren de hambre, hay otras 70 personas que salen de la situación de hambre", resaltó.
"No hablamos de pobreza que es una cuestión más compleja y que va a llevar más tiempo. Pero primera vez en la historia hay más comida que las 7.000 mil millones de personas. Somos la primera generación que tenemos más comida que la que necesitamos. Lo único que tenemos claro es que hay que distribuir", concluyó.
En una conexión vía internet, José Miguel Mulet, trazó rápidamente la historia de la agricultura para detenerse en la "tercera revolución verde", con la aparición de los transgénicos. "En 20 años que llevamos con transgénicos en el campo no hemos tenido problemas, es una tecnología muy segura", defendió. Mulet refirió otros productos que tienen organismos genéticamente modificados, específicamente medicamentos, como la insulina. Para el español, la razón de la mala prensa que tienen los transgénicos nació de la oposición que se le hizo desde Europa, que "vio bien el proteccionismo porque no podía competir con Monsanto", la empresa que tuvo el primer desarrollo en semillas. "Las vacas en Europa se morirían de hambre si no tuviéramos transgénicos, por más remeras en contra que veamos". También hizo una defensa del glifosato. "Es un herbicida, eso quiere decir que no se bebe, que tiene muchas menos toxicidad que otros; no es cancerígeno, la OMS dice habla de la posibilidad de que lo sea, pero lo es mucho menos que la aspirina". Mulet cerró su disertación con una arenga a los productores argentinos: "Seguid sembrando maíz transgénico".
"El éxito no es inexorable: hay que tener estrategia, vocación competidora y trabajar en las cadenas"
Fernando Vilella, Alejandro Petek y Eduardo Serantes encararon aspectos en que la Argentina debería posicionarse en relación con lo que viene en tecnología, en materia de mercados mundiales de alimentos y de reacomodamientos geopolíticos regionales.
Alejandro Petek, de Aapresid, comparó lo que era y lo que es producir en relación con las nuevas tecnologías y el avance de la ciencia.
"Hasta los ?90, para hacer commodities, nuestra actividad era bajar el costo por kilo producido, teníamos que ser exitosos económicamente. A fin de esa década empezaron a tenerse en cuenta dos ejes: el ambiental y el social. Y siempre el productor de commodities tienen que tratar de obtener un precio diferencial".
"Uno de los retos de la agricultura global es lograr la disminución de combustibles fósiles, tratar de que no se agrave el cambio climático y la vez poder producir, con los retos de que la población crece y se reducen las tierras disponibles por urbanización y erosión".
"Para que se cumpla con los objetivos económicos, ambientales y sociales, en Aapresid proponemos buenas prácticas de manejo: siembra directa; rotaciones diversas e intensas y que incluyan gramíneas; nutrición balanceada y con reposición de nutrientes y manejo eficiente y responsable de los agroquímicos".
En cuanto a lo nuevo, se refirió a la biotecnología de transgénesis. "En la Argentina estamos en las primeras etapas, tenemos unos 35 eventos aprobados por Conabia disponibles para aplicar. En general, están orientados a brindar tolerancia a herbicidas y a insectos".
Petek destacó los dos eventos transgénicos desarrollados por científicos nacionales, uno sobre un virus de la papa y el otro sobre tolerancia a sequía, "que colocan a la Argentina entre los seis países en el mundo que tienen biotecnología de transgénesis propia".
Pero para evitar los problemas que la adopción de estas tecnologías ha generado, los técnicos deben asumir una actitud responsable. "No tenemos que delegar la decisión de incorporar un evento en un sistema que estamos dirigiendo. Debemos informarnos, ver si tiene sentido para nuestro sistema de producción, y sus efectos a largo plazo, para que no termine siendo un boomerang".
"Tardamos 10 años para que aparezca la primera maleza resistente, 5 años para que apareciera la segunda, y hoy tenemos 3,5 malezas por año: no podemos seguir ignorando este problema con nuestro pensamiento mágico".
Como noticia esperanzadora, se refirió a las nuevas tecnologías de Fito mejoramiento, alternativas de modificaciones en el genoma no transgénicas, que tienen la ventaja de estar exceptuadas de las costosas regulaciones de los OGM y de producir mínimo daño al genoma original, cisgénesis, intragénesis, floral dip, mutagénesis dirigida por oligonucleótidos, agroinfiltración, etc.
"Cuando vemos una pradera, no hay producción de basura. Estamos en un nuevo salto evolutivo, un sistema productivo que no produzcan desechos sino fibra, energía, todo tipo de materiales. Lo que tenemos es herramientas".
Fernando Vilella, del Programa de Agronegocios de la UBA, resumió en su presentación los cambios que imponen China y su urbanización. "Más de la mitad de la población vive en ciudades desde 2010. En China se urbanizan 50.000 personas día, 20 millones al año. La clase media en Asia tiene 500 millones de personas hoy, y tendrá 2.700 millones en 2050, que van a dejar de hacer su propia comida y van a demandar más proteínas", sintetizó.
"La única forma es aumentar la productividad. La biotecnología produce ahorro ambiental y pocos países tienen mejor disponibilidad per cápita", indicó.
"Hay que hacer un desarrollo sustentable si decidimos ser el supermercado y no el granero del mundo".
Según Vilella, la población argentina está en el 10% que en el mundo tiene excedentes de alimentos. "La Argentina tiene la mejor dotación de tierras cultivables per cápita y la cuarta mejor de agua del planeta. Tiene sanción moral quien no cuide o no use esos recursos naturales".
"La proyección del consumo per cápita de carnes es creciente, hacia 2022 será de 51,5 kilos en total. Hay una transformación nutricional, hacia aquellos productos que por cada caloría tienen más vitaminas, más minerales".
"Va a haber mayor demanda de proteínas animales, de alimentos preparados fuera del hogar, un consumidor más sofisticado, con marcas y otros usos: industriales, energía y alimentos mascotas".
"Quien controle los flujos de soja y maíz controlará el flujo de alimentos a nivel global. El 88% de la soja es producido en América y el 81% es exportado por 3 países: Estados Unidos, Brasil y Argentina, que tienen el 7,8% de la población global"
"Hay tres oportunidades: aprovechar el liderazgo en bajos costos, transformar la mayor parte de los granos y llegar directo al plato. El éxito no es inexorable, hay que tener estrategia, vocación competidora y trabajo entre las cadenas", concluyó.
Eduardo Serantes se refirió al trabajo que desarrollan desde el Grupo de Productores del Sur (GPS), y algunas dificultades que aparecen.
"Desde el punto de vista de la producción, hemos cumplido en tener alimentos para todo el mundo, pero mueren miles de niños de desnutrición. No tenemos problemas de producción, sino de acceso, y hay que aumentar la producción con cambio climático. El país con más área para avanzar es Brasil, pero tiene mucho bosque y es poco lo que se puede avanzar con sustentabilidad", señaló, aunque confió en que la tecnología va a permitir avanzar.
"El otro problema es la volatilidad de los precios internacionales. Para disminuirla tenemos que llegar a acuerdos en los organismos internacionales para poner reglas de juego que permitan menor volatilidad. Somos los principales exportadores netos de alimentos del mundo, y no participamos en conjunto en las negociaciones", subrayó.
En ese marco, dijo, el GPS nació hace unos pocos años con el objetivo de avanzar juntos desde el sector privado.
"Formamos el GPS entre algunas instituciones de nuestros países. Nos convocó el CARI para armarlo, están Aapresid, Aacrea, las cuatro cadenas, Acta, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Nos propusimos mostrar lo que somos y lo que queremos ser, e hicimos una serie de trabajos: para ir a los organismos internacionales, como proponer un acuerdo en la OMC entre los principales exportadores e importadores, y para integrarnos entre nosotros, como la huella de carbono argentina, paraguaya y brasileña, mucho mejor que la de Francia. Hicimos otro trabajo sobre cambio climático, trabajamos en la integración de la Hidrovía, otro de integración macroeconómica, otro de integración de las cadenas productivas", dijo Serantes. "Creo que el Mercosur hay que defenderlo, pero cambiarle la meta", concluyó.
"La reapertura del mercado estadounidense genera expectativas a mediano plazo"
En el panel ganadero del Congreso Maizar 2015 los especialistas Rodrigo Troncoso y Cristian Feldkamp analizaron la medida que anunció ayer el Gobierno.
Rodrigo Troncoso, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Feedlot y Cristian Feldkamp, coordinador de la Comisión de Ganadería de AACREA, fueron los encargados de abrir el segundo día del Congreso Maizar 2015 que finaliza este miércoles en Parque Norte.
Los especialistas expusieron en un panel denominado "Agenda Estratégica para el sector de la Carne Vacuna".
En primer término, tal como era de esperar, tanto Feldkamp como Troncoso analizaron la reapertura del mercado estadounidense de carne que se dio a conocer ayer. "La norma tarda 60 días para entrar en vigencia y estamos muy contentos en cuanto a la recuperación de un mercado", comenzó Troncoso.
"De todas maneras somos moderados en cuanto a las expectativas para el corto plazo y no queremos crear falsas expectativas. Es una buena noticia pensando en 2016", señaló.
Por su lado, Feldkamp dijo que "la apertura del mercado americano nos genera una expectativa enorme porque la Argentina tiene la posibilidad para adaptarse a cualquier tipo de mercado".
Luego del análisis de la medida que anunció el Gobierno, ambos expositores disertaron sobre las estrategias para el sector cárnico. "La Argentina no tiene que seguir un solo modelo de producción de carne; es muy favorable promover la diversificación porque tenemos muchos climas y posibilidades", remarcó Feldkamp. "Los competidores están cerca de su techo de productividad y esto es una muy buena noticia", indicó.
"Brasil y EE.UU. están cerca de sus niveles de stock y crecieron marginalmente en eficiencia productiva", continuó Feldkamp, para luego mencionar que "debemos reducir la incertidumbre, transparentar precios, financiación y capacitarnos para salir al mundo".
"Tenemos que entender que los consumidores del futuro no son fanáticos de la carne necesariamente. En la Argentina no tenemos límites en cuanto a la calidad de producción que podemos hacer y esto nos da poder de negociación con nuestros clientes", agregó el técnico de AACREA.
Por su parte, Troncoso hizo hincapié en la necesidad de redefinir una estrategia para salir al mundo a reinstalar la marca carne argentina. "Tenemos el posicionamiento ganado y ahora hay que discutir las certificaciones de calidad. Es decir, salir a tener protocolos de calidad y promocionar distintos tipos de carnes".
"La marca argentina es infinita en cuanto mercados. Ahora hay que posicionar el producto carne argentina. Hay que atacar generaciones y hablar de mercados", destacó Troncoso.
Por último, para el especialista, "el consumo de proteína animal va aumentando porque por suerte hay cada vez más gente que puede acceder a estos productos. Hay que reordenar las estrategias. Tenemos que ver que tan serio somos nosotros a la hora de producir carne".
ENVIADO POR ARTURO NAVARRO - http://www.arturonavarro.com.ar/
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