En Argentina existen un conjunto de calamidades que se agrupan bajo la sigla “i”: Inundaciones, inseguridad, inflación y la más oscura y peligrosa de ellas, la ineficiencia de los funcionarios para resolver los problemas para los cuales fueron electos.
En nuestro país se da la paradoja que la mayoría de los ministros contemporáneos han enviado a sus hijos a colegios privados o al exterior; los gobernadores y todos los funcionarios se atiendan en sanatorios privados o en el exterior,…Funcionarios y sindicalistas de los altos y medianos cargos de todas las aristas del poder veranean en el exterior, pero todos son acérrimos defensores de lo “Nacional y Popular” o del slogan “Vivir con lo nuestro”. En síntesis a la semejante inoperancia de los que gobiernan, se agrega la incongruencia que los funcionarios no creen en las bondades de lo mismo que ellos administran.
Mientras, los robos y asesinatos continúa sin cesar, los defensores de la delincuencia, siguen amparados bajo el disfraz de garantistas, ocupan cargos en la Corte Suprema, en los juzgados y fiscalías, en las facultades de Derecho torciendo las mentes de los futuros abogados, están en el periodismo, algunos son defensores subsidiados de los Derechos Humanos, y en numerosas asociaciones de todo tipo mantenidas por los propios contribuyentes, que son las verdaderas víctimas de esta ideología jurídica, que es , una forma de representar, comprender, interpretar y explicar el derecho. “Tengo mujer, tengo auto, tengo plata, soy menor, estoy en el paraíso”, declaró un menor procesado por narcotráfico. Por supuesto que está libre. Muchos ciudadanos se benefician con el paternalismo estatal, los niños pasan de grado sin rendir exámenes, las familias tienen subsidio universal por hijo y las pastillas anticonceptivas para sus hijas son gratuitas. Se convive con una ausencia total de generación de trabajo, recuperación de la dignidad y por ende, autoestima de todos los argentinos.
Los Ministros de Economía y sus reiteradas frases: “Argentina no está buscando financiamiento”, y “lo que podemos ver es un reacomodamiento de los precios relativos”; “yo no veo un proceso inflacionario en Argentina”, etc. Mientras tanto, los precios siempre se reacomodan para arriba. Las familias conocen estas mentiras cuando deben comprar los útiles escolares, este gobierno y otros anteriores, niegan el tema de la inflación, como lo viene haciendo desde hace años.
Formosa se está inundando nuevamente, y la respuesta es la misma desde la época del Comandante Jorge Luis Fontana: La culpa la tuvo el otro. “El otro” es una lluvia que superó todos los registros conocidos. Estas y otras calamidades son catalogadas por los gobernantes como una “sensación” de la población que es acrecentada por los grandes medios de prensa en su nunca probada carrera desestabilizadora contra ellos.
"Hay en el diccionario tres palabras que causan la ruina del rico, y tres que causan el bienestar del pobre; son las primeras: Lujo, Ambición y Soberbia; las segundas: Trabajo, Honradez y Economía". Ojala las tengan presente nuestros gobernantes locales y nacionales….
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