domingo, 21 de enero de 2018

Detrás del crash y el tenue rebote de las criptomonedas.

Durante los últimos días, el universo de las criptomonedas mostró algunos signos vitales, tras varias jornadas de pánico. Días atrás se habían acumulado caídas de hasta 50% frente a los máximos mostrados durante diciembre.
El motivo detrás de este gran sell-off fue, básicamente, el impacto de las noticias provenientes de Corea del Sur y China, más algún ruido por el cierre de un importante Exchange.
Corea y China contra Bitcoin
Por el lado de Corea, uno de los mercados más grandes de criptomonedas, trascendió que están considerando suspender el trading de este tipo de activos a través de exchanges, o sea, plataformas de trading. 
En otras palabras, no descartan el cierre de las plataformas de trading radicadas en su país, haciendo eco del movimiento similar realizado por las autoridades chinas durante 2017. Una mala noticia.
Por su parte, según informaron Bloomberg y Reuters, China estaría planeando la prohibición del trading centralizado de las monedas digitales, al tiempo que también trascendió que el coloso asiático estaría barajando prohibir el minado de criptomonedas. 
En menester recordar que, según estimaciones de mercado, en China se minan alrededor de tres cuartos del total de Bitcoin del mundo, por lo que esto no resulta un dato menor.
En este caso, me parece oportuno mencionar que esto, además de inyectar volatilidad, también genera distorsiones de precios en dichos mercados. 
¿Cómo? Para resumirlo, en los mercados donde las monedas fueron prohibidas o su operatoria se encuentra más restringida, en general tiende a pagarse un “premium”, o sea, un plus por encima del precio internacional, por tratarse de una operatoria en un contexto de escasez o peligro.
Esto es análogo a lo que ocurrió en nuestro país en el mercado de cambios hasta la llegada de Macri. Así como en Argentina se pagaba un “premium” para acceder a la compra de dólares durante peculiar época donde estaba vigente el famoso “cepo cambiario”. 
En este caso, en Corea el Bitcoin ya se está pagando un 20% por encima del precio de referencia, mientras que en Zimbabwe se llegó a pagar el doble, tras una intervención militar algunos meses atrás.
Por otro lado, antes de cerrar este apartado, parte de la volatilidad está explicada por el ruido en torno al muy desprolijo cierre de BitConnect, un exchange anónimo de criptomonedas que ha sido acusado en múltiples oportunidades de correr un esquema “Ponzi”, o sea, una “estafa organizada”.
Tendencia a futuro
En este punto, creo es importante ver más allá del ruido proveniente de los problemas de corto o mediano plazo.
El ascenso de una tecnología de este tipo y calibre a nivel global no podía no ser al menos medianamente traumático; trauma que se reflejaría indefectiblemente en su trayectoria de precios.
En este punto considero es importante tomar perspectiva de los hechos. 
Blockchain, o sea, la tecnología detrás de todo este universo de monedas digitales es el avance contable más importante de los últimos siglos, algo que se combina con la creación de los primeros activos digitales mundialmente aceptados creados por fuera de la órbita estatal. 
Todo esto implica que, hasta madure la tecnología, habrá dificultades en el camino, dada la magnitud del avance. 
Para resumir, creo los grandes desafíos que enfrentan las critpmonedas son, básicamente dos:
• El riesgo surgido por las tendencias regulacionistas: Como ya describí en esta nota (link https://contraeconomia.com/2017/09/china-el-irma-del-bitcoin/) los gobiernos se ven ciertamente amenazados por la inyección de libertad financiera que implica la existencia de estos activos. Y eso no es para nada bien visto por gente que implícitamente intenta regular casi todo acto en la vida privada de las personas.
• Los desafíos técnicos a sortear, inherentes a la maduración de la tecnología: Hoy por hoy hay dos elementos de esta categoría que dificultan sean aceptados como medio de pago.
• Excesiva volatilidad: esto está vinculado a este punto, pero también al punto anterior. Al no estar claro el posicionamiento “final” de los Estados frente a estos activos, lo cierto es que el mercado se vuelve bastante cuidadoso sobre toda noticia que pueda llegar a impactar a este mercado, porque todavía no se sabe dónde va a terminar estacionando la nave de las criptomonedas. Sería esperable que la volatilidad como producto de este tipo de noticias disminuya a medida madure la tecnología, dado que habrá menos incertidumbre.
• Escalabilidad: también hay problemas serios por la escalabilidad de estas monedas. Dado que funcionan de manera descentralizada, donde se le paga una comisión al minero para que impacte la transacción, las transacciones cuyos interesados ofrezcan una comisión más alta serán impactadas antes, y por ende, realizadas con prioridad. 
Esto implica que las transacciones pequeñas, donde los interesados tenderán a ofrecer comisiones proporcionales (o sea, más pequeñas en términos absolutos) serán relegadas. La consecuencia cuasi-directa de esto es que no se favorecerán los pagos de montos más bajos, y esos son, justamente, los que deberían funcionar de manera fluida como para posicionar a estas monedas como medios de pago válidos. 
Hoy por hoy, esto no está resuelto, pero está en vías de estarlo. Así, todavía se demora bastante tiempo para convalidar las transacciones, y las comisiones son bastante altas en los casos donde los montos sean bajos.
Con el correr del tiempo, mediante desarrollos tecnológicos, como es el caso de “Lightning network” se espera los problemas se vayan resolviendo, ya sea mediante mejoras a las monedas actuales, ó, simplemente el lanzamiento de monedas más sofisticadas que impliquen una mejora en este departamento.
Con todo, en el largo plazo, parecería una cuestión de tiempo que estas monedas se establezcan como un activo más que legítimo a nivel mundial, independientemente de la voluntad de los Estados.
Los grandes interrogantes, entonces, no son si van a extinguirse o no, sino ¿qué rol cumplirán los Estados?; ¿Cuánto tiempo se demorará en alcanzar un nivel tecnológico tal que se puedan realizar transacciones a bajo costo y de manera lo suficientemente veloz como para que pueda utilizarse como medio de pago?, y además, ¿Qué moneda(s) terminará(n) por imponerse como líderes de este mercado?
Mientras tanto, si tu horizonte de inversión es a mediano-largo plazo, no dejes de darles una oportunidad.
Hasta la semana próxima
Juan I. Fernández
Para CONTRAECONOMÍA

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