Me mandaron nuevas denuncias de usurpaciones de los okupas vip y me acordé de esto.
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Por: Ing. Agr. Daniel Carlos Besso
Por una circunstancia fortuita que nos pone de relieve que “el mundo es un pañuelo”, paseando con mi esposa por el Parque Nacional Los Alerces, en la provincia de Chubut, nos acercamos a la costa del lago Rivadavia por una de las, cada vez mas escasas servidumbres de paso, que van dejando y nos encontramos con un vecino de América, colega para más datos en circunstancias que paso a relatar.
Cada tanto me doy una vueltita por ahí y observo con preocupación y creciente indignación
que las costas de los lagos las han usurpado con la indiferente actitud de las autoridades.
Ya venía medio calentito por ver lo que estimo es un delito en curso y en aumento, cuando al llegar a la costa del lago veo a un guarda parque, increpando a un señor que se hallaba pescando, pues lo hacía con cucharita, en lugar de hacerlo con mosca. Le requirió el permiso de pesca y lo retó como si fuera un chico, por no haber leído el instructivo para pescar en ese lago.
El lugar en donde estábamos era un pedacito tan pequeño de costa que dejaba libre la apropiación ilegal, que era prácticamente imposible no escuchar la conversación.
No pude aguantarme más y comencé preguntándole al joven guarda parque si él representaba a la autoridad de Parques Nacionales en ese lugar y en ese momento, a lo que me respondió que sí, naturalmente.
Le pregunté si conocía la ley 4148 que como su numeración indica es muy vieja. En ese momento, probablemente se empezó a imaginar la que se venía; me contestó que sí, que se refería al carácter público de toda costa de lago, río o curso de agua navegable. Le añadí que no solo la costa, sino el retiro de 50 metros mas allá de la máxima creciente histórica conocida. Le señalé con el dedo que a 5 metros nuestros, un alambrado perpendicular a la costa le cerraba el paso a cualquiera que quisiese avanzar.
Trató de ensayar un argumento de que él ya había hablado con los dueños (¿?) para que quitaran un palo para permitir el paso. Pero que los pobladores solían tener animales y esos podían resultar riesgosos para los visitantes, y que la hacienda de monte, que patatín, que patatán, más una sarta de sonseras, tratando de taparse el rabo. Respetuosamente le dije que yo era Ingeniero Agrónomo desde hacía 36 años, que trabajaba en producción animal, desde hacía 34 y que intentara con otro argumento pues ese sin lugar a dudas era inaceptable. Para mis adentros yo pensaba: “pibe, lo peor que podes hacerle a un jovato, es tratar de pasarlo, no es que seamos más vivos, sino que nos mintieron mucho y nos terminamos avivando”.
Cuando el señor que pescaba me escuchó decir que era Ing. Agr., sorprendido me dijo que el también era colega, después como de costumbre éramos casi parientes, lejanos y por varios lados.
Volviéndome al funcionario le señale que además, la hermosa construcción del albergue, se hallaba dentro de esos 50 metros y le inquirí si él había ya hecho un informe a sus superiores y denunciado ese estado de cosas.
Me dijo que sí (vaya a saber,…cabe la duda después del intento de engrupirme con la historia de los supuestos toros de lidia que pululaban por el parque).
El colega (de América, Buenos Aires), coincidió conmigo sobre el tema de la hacienda, por supuesto.
Entonces para ir al punto, a la luz de un posible delito de usurpación, resultaba pueril y estúpido el papel que estaba haciendo con la cuestión de la cuchara o la mosca para pescar, y le pregunté si no se le caía la cara de vergüenza.
Allí cayó en la cuenta que cualquier comentario, no iba a ser más que para seguir ligando.
Luego me dijo que sería bueno que yo hiciese una denuncia,……más patatín, más patatán.
Le contesté que yo era un simple ciudadano que paseaba por los Parques Nacionales y era EL quien que debía hacerla, pues a él lo destinaba la sociedad para cuidar el patrimonio de la Nación, y que le pagábamos el sueldo a través de los impuestos y la entrada que habíamos pagado al ingresar, para que hiciese ese trabajo.
“Sintió las espuelas” y ensayó como defensa, que esa gente tenía, documentación, que algunos poseían título de propiedad, inclusive.
Tuve que aclararle, que en ese caso, dado que si había una documentación, según un amigo abogado muy interesado en estos temas, la cosa se agravaría infinitamente, con las posibles comisiones de “falsedad instrumental”o documentación apócrifa; si intervino gente de la Provincia, cediendo territorio Nacional (el Parque lo es), habría una intromisión inaceptable, si estas cesiones supuestamente irregulares fueron llevadas a cabo por varias personas y más de una vez, se podría estar dando una asociación ilícita y muchas cosas más que son materia de profesionales en el derecho y en especial en este asunto. Si había un título de propiedad y escrituración ante escribano público, el escribano quedaría eventualmente muy comprometido, etc.,…etc.,…….etc..
Para mi están instalados en “ORSAI” (OFFSIDE O POSICION ADELANTADA para decirlo en términos futboleros).
Lo que yo considero usurpaciones y mucha gente concuerda conmigo, se está dando en forma alarmante en todo el territorio nacional.
Cuando el Guarda Parque se retiró con el rabo entre las patas, nos quedamos conversando con el colega un rato bastante largo. Me contó que se dedicaba a sembrar alquilando campo (poolcitos locales) y ahora había podido adquirir un pedazo de tierra cerca de 9 de Julio, que también trabajaba.
Me preguntó si tenía parientes por Villegas, que esa gente tenía a su vez un parentesco con su señora. Le contesté que todos los Besso, proveníamos de un mismo pueblo del Piamonte, Italia, que muchos eran primos segundos o terceros de mi abuelo.
Como el tema que nos puso en movimiento fue el de la usurpación del espacio público, le comenté que muchos colegas, que como siempre se hizo, cuando se siembran campos al lado de la ruta, se siembra también el préstamo, mal llamado banquina.
Eso no sería para nada grave dado que no es una usurpación, no es una ocupación permanente tampoco; además de mantener el préstamo limpio y ahorrarle a los concesionarios del peaje, muchas hectáreas de corte de pasto. El cultivo es más efectivo además para frenar un vehículo despistado.
También coincidimos en eso de que retirar los alambrados para trabajar “de una”, pudo ser circunstancialmente útil, pero el día que la hacienda valga de vuelta, van a tener que volver a alambrar, a arreglar los bretes, el cargador, los molinos, las aguadas y se van a terminar arrancando los pelos de las manos. (Parece que el día llegó, nomás)
Hasta acá, todo bien,…. Pero últimamente, algunos han vuelto a poner el alambrado pero donde termina el nuevo límite cultivado.
Cuando éramos pibes, jugando a la bolita, al “hoyo y quema”, para tirar cuando nos tocaba el turno, poníamos el pulgar donde estaba nuestra bolita, extendíamos la cuarta y desde allí y apoyando la mano estiradita, tirábamos a hoyo o a quema. A eso lo llamábamos “hacer Ganfia”.
Estos muchachos que han vuelto a alambrar, pero más acá, me parece que están haciendo “ganfia”. Se me hace que estos nuevos alambrados que hicieron “pa que no se escapen los choclos” achicaron el préstamo. ¿Se habrán tomado en serio lo de la palabra “préstamo” y se lo tomaron prestado?
Las rutas nacionales son la herencia de los “Caminos Reales”. Figuraban como tales con un retiro de 50 metros de la acera para cada lado. Me parece que los 50 metros en muchos casos se han encogido.
Naturalmente no es lo mismo, la usurpación de terreno público que se usa para el esparcimiento de miles de ciudadanos todos los años, que la de las mal llamadas banquinas, o préstamos que solo sirven para juntar botellas de plástico que arrojan algunos por la ventanilla, al menos por ahora.
No es lo mismo, claro está, pero encierra un mismo hecho. Con el correr del tiempo, los postes y las varillas se irán envejeciendo, la posesión “de facto” será consuetudinaria y “YA TA” ¿PELITO PA LA VIEJA?
Muy probable que no se dé, pero por lo pronto ES ASÍ.
En todos estos casos, participan personas que no podemos llamar “incultas”, no son gente marginal,…….son de clase media o algo más arriba (¿?) .
¿Están luego en condiciones, cuando se habla de gente marginal que se intrusa en alguna vivienda vacía, de llamarlos “NEGROS DE M…..”?
¿Acaso no estamos ante hechos de carácter similar?
No existe ninguna forma “buena” o tolerable de usurpación manifiesta.
Una cosa es sembrar el préstamo y otra es apropiárselo, alambrándolo.
Una cosa es construir por concesión un hotel o lo que sea a la orilla de un lago y otra es cercar la costa.
Ojo que la usurpación es un delito,….. y a los que cometen delitos se los llama delincuentes. ¿TA?
A mi amigo el gordo le digo: GORDO NO SEAS CODICIOSO Y MORFÓN, UN DÍA DE ESTOS TE DA UN BOBASO Y CON 2 METROS POR UN METRO DE TIERRA TE VA A ALCANZAR Y SOBRAR.
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